¿Estás saliendo con alguien que sabes en el fondo de tu corazón que no te conducirá al templo? Entonces, este artículo es para ti.
¿Por qué le estás dando largas a algo que sabes que terminará?
¿No quieres cumplir tu meta eterna de casarte en el templo?
A veces, deseamos tanto algo que no vemos más allá de nuestros ojos y no nos damos cuenta de que estamos perdiendo el enfoque. Nada que tengas que forzar es para ti. Nada que te haga cambiar tus metas eternas es para ti.
El élder Quentin L. Cook nos habló específicamente de ese tema, de cómo nuestras decisiones afectan nuestro destino, en su discurso “Elijan sabiamente”.
Tus decisiones determinan tu destino
Las decisiones que tomes ahora, determinarán tu destino. Imagen: Unsplash
En la primera parte de su discurso, el élder Cook hace hincapié en una trascendental enseñanza del fallecido presidente Monson:
“Durante su ministerio, el presidente Thomas S. Monson enseñó con frecuencia que las decisiones determinan el destino.
De acuerdo con ello, mi consejo… es que nos elevemos por encima de cualquier justificación que nos impida tomar decisiones correctas, especialmente acerca de servir a Jesucristo.
En Isaías se nos enseña que debemos ‘…desechar lo malo y escoger lo bueno’”.
El apóstol nos insta a dejar atrás cualquier excusa que nos impida tomar decisiones correctas para que de ese modo podamos acercarnos más a Cristo.
No cedamos ante las trampas de Satanás que nos alejan de lo eterno
Procuremos que nuestras metas eternas y nuestras decisiones actuales se alineen para tener la vida y la eternidad que realmente anhelamos. Imagen: Canva
El élder Cook continuó:
“Creo que es de singular importancia en nuestros días, cuando Satanás enfurece los corazones de los hijos de los hombres de tantas maneras nuevas y sutiles, que tomemos nuestras decisiones y opciones con detenimiento, de acuerdo con las metas y los objetivos que profesamos vivir.
Debemos comprometernos indiscutiblemente a vivir los mandamientos y adherirnos estrictamente a los convenios sagrados.
Cuando permitimos que las justificaciones nos impidan recibir la investidura del templo, servir dignamente en misiones y casarnos en el templo, son particularmente dañinas.
Es triste que profesemos creer en esas metas, pero descuidemos la conducta diaria necesaria para lograrlas”.
Procuremos que nuestras metas eternas y nuestras decisiones actuales se alineen para tener la vida y la eternidad que realmente anhelamos.
Si tu meta es casarte en el templo, procura salir con alguien que te conduzca a él
Algunos jóvenes afirman que su meta es casarse en el templo, pero no salen con personas dignas de entrar en el templo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El apóstol extendió un consejo a todos los adultos solteros con respecto a las decisiones que están tomando ahora que no los conducirán a donde quieren llegar:
“Algunos jóvenes afirman que su meta es casarse en el templo, pero no salen con personas dignas de entrar en el templo.
Y francamente, ¡algunos ni siquiera salen en pareja, punto!
Ustedes, jóvenes solteros, cuanto más tiempo permanezcan solteros, después de una edad y madurez determinadas, más cómodos se sentirán; ¡pero se deberían sentir más incómodos!
Por favor, estén ‘anhelosamente consagrados’ a actividades espirituales y sociales que vayan de acuerdo con la meta de casarse en el templo.
Algunos postergan el matrimonio hasta que terminen sus estudios y consigan un trabajo.
Ese modo de pensar, tan aceptado en el mundo, no demuestra fe, no se ajusta al consejo de los profetas modernos y no concuerda con la doctrina sensata”.
Ustedes, jóvenes solteros, cuanto más tiempo permanezcan solteros, después de una edad y madurez determinadas, más cómodos se sentirán; ¡pero se deberían sentir más incómodos! Imagen: Unsplash
Luego, compartió una historia para ilustrar el enfoque de su consejo:
“Hace poco me reuní con un excelente jovencito adolescente; sus metas eran servir en una misión, obtener una educación, casarse en el templo y tener una familia feliz y fiel.
Me sentí muy complacido con sus metas; pero al seguir conversando, se hizo obvio que su conducta y las decisiones que estaba tomando no iban de acuerdo con sus metas.
Pensé que sinceramente deseaba ir a una misión y estaba evitando transgresiones graves que le prohibieran servir en una misión, pero su conducta cotidiana no lo estaba preparando para los desafíos físicos, emocionales, sociales, intelectuales y espirituales que afrontaría.
Podemos tomar mejores decisiones que las de ahora, todavía podemos enderezar nuestros pasos hacia el camino que nos llevará a la eternidad.
No había aprendido a trabajar arduamente, no tomaba ni los estudios ni seminario con seriedad; asistía a la Iglesia, pero no había leído el Libro de Mormón.
Pasaba mucho tiempo en videojuegos y en las redes sociales.
Parecía pensar que presentarse para ir a la misión sería suficiente.
Jóvenes, por favor vuelvan a comprometerse a una conducta digna y a una seria preparación para ser emisarios de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo”.
Podemos tomar mejores decisiones que las de ahora, todavía podemos enderezar nuestros pasos hacia el camino que nos llevará a la eternidad.
Fuente: churchofjesuschrist.org
