Y para este Día del padre, compartimos uno de los mensajes más reflexivos y emotivos de nuestras autoridades generales.
El élder Jeffrey R. Holland explicó:
“Hoy quiero reconocer a los padres, dondequiera que se encuentren en el mundo. “Padre” es una palabra sagrada en el vocabulario del Evangelio, que se repite desde la infancia hasta nuestra edad más avanzada en todas nuestras súplicas en oración.
Como padres terrenales, debemos intentar tratar a nuestros hijos como nuestro Padre Celestial nos trata a nosotros. Cuando vienen a nosotros con sus “súplicas” o incluso cuando nos decepcionan, nunca debemos perder las esperanzas con respecto a ellos. Debemos seguir esforzándonos y dar amor, orar y escuchar. Debemos conservarlos al alcance de nuestros brazos.
Mi amado padre sufrió un infarto durante la temporada navideña de 1976, del cual nunca se recuperó. Él era el mejor dador de regalos, y me rompió el corazón que esa enfermedad llegara irónicamente en la época de Navidad. Entonces me di cuente de que mi otro Padre, nuestro Padre Celestial, era, no solo en sentido figurado sino literalmente, el mayor dador de regalos, al ofrecernos la vida y la expiación de Su Hijo Unigénito.
No puedo imaginar lo que debió ser ese dolor para el Padre, pero fue incomprensible, por no decir más. Eso debería ayudar a todos los padres terrenales a recordar que puede implicar algo de dolor ser los padres ejemplares que deberíamos ser.
Padres, sepan que se los ama y se los admira. Sepan que son esenciales en el gran Plan de Salvación y que son fundamentales para la fortaleza y la estabilidad de su familia. Su ejemplo puede mantener a sus hijos cerca de ustedes y del Evangelio. Es posible que ellos se sientan inclinados a desviarse por su cuenta. Lo mejor que pueden hacer por cualquier hijo para alentar el cumplimiento de los convenios es que ustedes guarden los suyos.”