Durante esta época de conflicto y guerra internacional, el élder Jeffrey R. Holland visitó una histórica Capilla de Cadetes en West Point y se dirigió a los que sirven en defensa de la libertad.
“Nos sentimos tristes y afligidos al igual que ustedes por lo que está sucediendo en Europa del Este. Se está desarrollando una tragedia para las personas que amamos y las personas que conocemos, con las que hemos orado, llorado, reído y adorado”, dijo el élder Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, el viernes 18 de marzo.
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Refiriéndose a aquellos cuyas experiencias diarias están definidas por los horrores de la guerra y todo lo que se deriva de ello, el élder Holland dijo: “La vida va a ser muy difícil para personas muy inocentes”.
Al hablar durante un evento conmemorativo que destaca a los Santos de los Últimos Días en la Academia Militar de los Estados Unidos, el élder Holland recordó la historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la academia.
Asimismo, habló sobre la continua contribución que los miembros de la Iglesia harán como oficiales en el ejército de los Estados Unidos.
Además, el apóstol señaló que Europa del Este “no es el único lugar donde hay problemas en el mundo” y que esta “no es la única vez” que la paz ha sido amenazada.
El mundo necesita líderes resilientes que puedan lidiar con “la disonancia, los improvistos, la decepción y el miedo”, dijo.
Libertad religiosa
En una entrevista para la Iglesia, el élder Holland dijo que su visita a West Point se produjo en un momento sensible de guerra y conflicto.
“Estos hombres y mujeres jóvenes están comprometidos, cuando son llamados, a oponerse a este tipo de injusticia”, dijo.
El élder Holland dijo que es consciente del vínculo entre la libertad de reunión y la Academia Militar de EE.UU. El conflicto en el extranjero es un recordatorio de que la protección más segura de un país es “su capacidad para defenderse”, dijo el élder Holland.
Al igual que el Capitán Moroni del Libro de Mormón, que “no se deleitaba en el derramamiento de sangre” (Alma 48:23), los Santos de los Últimos Días nunca deben iniciar un conflicto, sino que deben estar preparados para defender a la familia, la fe y el país.
Estados Unidos es la “prueba A” de un país nacido en la búsqueda de la libertad religiosa. Fue la fuerza impulsora de los peregrinos y los puritanos e incluso de los no creyentes que vinieron con ellos, dijo el élder Holland.
“Y cuando hablan de los derechos de la Primera Enmienda, la libertad de religión siempre, siempre, fue el número uno…
En primer lugar, siempre fue el derecho al culto: la libertad de religión. Luego, siguieron otras libertades”.
Cualesquiera que sean los otros derechos que se discutan, los líderes de la Iglesia están decididos a que “el primer derecho en la Declaración de Derechos es a lo que nos aferramos”.
“Y eso significa no simplemente elegir a qué iglesia vas, sino poder hablar sobre religión, poder defender tu fe personal”, dijo el élder Holland.
Asimismo, durante su visita a esta academia militar, el élder Holland dedicó una nueva capilla en Highland Falls, New York.
Fuente: Church News