Recientemente, el élder y la hermana Rasband invitaron a los jóvenes de la Iglesia a compartir cómo el Evangelio restaurado los ha ayudado a vencer los desafíos de hoy en día.
He podido ver tantas respuestas desde entonces, que me han hecho reflexionar en lo que verdaderamente significa tener la ayuda del evangelio restaurado.
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Es posible superar los desafíos del mundo actual
Gracias al evangelio restaurado, hemos tenido acceso a muchas verdades que se habían perdido y hemos podido profundizar otras que ya conocíamos.
El punto de vista que teníamos sobre nuestra vida y su propósito se ha ampliado, dándonos una nueva visión y aclarando el significado de ser hijos de Dios.
Hoy en día, muchas personas viven sin darse cuenta de cuál es el propósito de su existencia. Se derrumban ante las dificultades, las pruebas y los problemas.
Sin embargo, es posible superar los desafíos del mundo actual. En el evangelio restaurado hay todo lo que necesitamos para seguir adelante.
1. El propósito de nuestra vida
Una de las mejores cosas que aprendí, y que me impresionó mucho cuando comencé a estudiar el Evangelio, fue descubrir el propósito de nuestra vida. En 2 Nefi 2:25 leemos:
“Adán cayó para que los hombres existiesen; y existen los hombres para que tengan gozo”.
¡Ahí lo tienen! Hasta ese momento, me sentía bastante molesta con nuestros primeros padres, Adán y Eva, a causa de su transgresión. Había aprendido, erróneamente, que cada sufrimiento, cada muerte, cada dificultad se debía a ellos y a su desobediencia.
Los veía como la causa del dolor de la humanidad. En la Perla de Gran Precio, en Moisés 5:11, leemos las palabras de Eva:
“Y Eva, su esposa, oyó todas estas cosas y se regocijó, diciendo: De no haber sido por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad, ni hubiéramos conocido jamás el bien y el mal, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede a todos los que son obedientes”.
Adán y Eva nos dieron una oportunidad. La oportunidad de tener un cuerpo, de venir a esta tierra, de ser probados, de pasar por dificultades para salir más fuerte y de elegir entre el bien y el mal.
Sobre todo, nos dieron la oportunidad de sentir gozo. Y creo que este es el propósito más hermoso y maravilloso que podemos tener en la vida, lo que definitivamente cambia la perspectiva con la que miramos el futuro.
2. La compañía del Espíritu Santo
Otra de las bendiciones más importantes que se reciben a través del bautismo es la compañía constante del Espíritu Santo.
Antes de unirme a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no sabía que el Espíritu Santo siempre podía estar conmigo. No sabía qué significaba esto. Hoy me doy cuenta de lo importante que es tenerlo a mi lado todos los días.
En el bautismo hacemos un convenio con el Padre Celestial. Prometemos guardar Sus mandamientos, llevar el nombre de Jesucristo sobre nosotros, ser Sus testigos y Él, entre otras cosas, nos promete la compañía constante del Espíritu Santo.
Pero ¿qué significa esto?
Cada uno de nosotros, todos los días, nos encontramos enfrentando desafíos, tomando decisiones, haciéndonos preguntas que no podemos responder.
Si nos arrodillamos y le pedimos a nuestro Padre Celestial que nos dé la fuerza para superar las dificultades, una guía en la elección que tomaremos, la respuesta a una pregunta, Él nos ayudará a través el Espíritu Santo.
Pero sentir la influencia del Espíritu Santo no es sólo posible cuando nos arrodillamos y oramos. Si somos dignos de ello, puede suceder en cualquier momento del día, podemos tener una pequeña impresión que, si se sigue, puede resultar realmente importante para nosotros.
Puede advertirnos sobre algo que deberíamos saber para nuestro propio bien. Puede mostrarnos un camino a seguir, que es el que nos llevará a tener experiencias que serán las mejores para nosotros. Puede protegernos de situaciones peligrosas.
3. Revelación personal
Tener el Espíritu Santo con nosotros significa nunca estar solos y saber que siempre tenemos un medio de comunicación abierto con nuestro Padre Celestial y, a través de este medio, tenemos acceso a la revelación personal.
Como miembros de la Iglesia, creemos que la revelación todavía es posible y es accesible para todos. Los líderes de la Iglesia pueden recibir revelación para toda la Iglesia. Pero cada miembro de la Iglesia puede tener revelaciones para la familia que preside o para sí mismo.
Dios quiere hablar con nosotros, que somos Sus hijos. Quiere ayudarnos y desea estar involucrado en nuestras vidas. Desea que seamos felices. Y, como todo padre, quiere escucharnos y aconsejarnos. ¿No es maravilloso saber que podemos tener esta relación especial con Él?
4. Jesucristo
Desde que era pequeña, he oído hablar de Jesucristo. Vi la película “Jesús de Nazaret” llorando cada vez que lo veía morir en la cruz. No sabía que podría haberlo conocido mejor.
No sabía que podía conocer mucho más acerca de Él. No sabía de cuánto amor era capaz de amar. Realmente nunca me había dado cuenta de la importancia de Su sacrificio, del dolor que sentía.
Pero, sobre todo, creía que toda Su obra se cumplió con Su resurrección.
El conocimiento que se obtiene al estudiar el Evangelio me ha dado la oportunidad de acercarme más a Jesucristo. Descubrir lo que sucedió después de Su resurrección. Saber quién era y lo qué hizo antes de que todos viniéramos aquí a esta tierra. Mirarlo como un hermano, un salvador, un defensor, un amigo, un apoyo.
Eso es Jesucristo para mí.
Esto y mucho más. Y tener esta relación especial con Él, saber que yo también soy importante y que merezco Su sacrificio por mis pecados, me llena de una fuerza increíble que hace que me sea más fácil enfrentar, superar y vencer los desafíos de mi vida.
5. Familia eterna
Esta es una de las cosas que más me hace sonreír cuando pienso en ello. Mediante el Evangelio restaurado, he aprendido que las familias son eternas. Que puedan estar juntas para siempre.
Que las relaciones que tenemos aquí en la tierra se mantendrán incluso después de esta vida. Que encontraremos a nuestras familias exactamente como estaban aquí. Que experimentaremos el mismo amor, pero perfecto, y tendremos la alegría de estar juntos.
Este es un principio que realmente ha cambiado mi vida. Sufrí la pérdida de un ser querido a una edad muy temprana. Y siempre he pensado en la muerte con una sensación de pérdida inconsolable y profundo sufrimiento.
Hoy, aunque la separación causa dolor, soy consciente de que es por poco tiempo. Que comparado con la eternidad, los años que viviremos aquí, lejos de los que amamos, serán un abrir y cerrar de ojos y que, un día, podremos abrazar a nuestros seres queridos que han partido.
Y esto llena mi corazón de gozo.
6. Paz y tranquilidad
En su totalidad, el evangelio ha traído paz y tranquilidad a mi vida. ¡Es obvio que no siempre estoy en paz o tranquila! Soy un ser humano, bastante imperfecto.
Pero en tiempos difíciles, cuando tengo que vencer los desafíos que la vida me presenta, cuando estoy atravesando un período de desesperación o dolor, tener acceso a los dones que he recibido gracias al evangelio restaurado brinda paz, tranquilidad y serenidad a mi corazón y a mi alma.
Los problemas no desaparecen, ni se desvanecen con el movimiento de una varita mágica, pero mi actitud al lidiar con ellos cambia. La perspectiva eterna a través de la cual los miro inmediatamente los reduce, haciéndolos menos aterrador.
Vencer los desafíos
En el mundo actual, las personas avanzan muy rápido y, a menudo, no se escuchan ni hablan detenidamente. Las relaciones interpersonales se han multiplicado gracias a las redes sociales, pero se han vuelto más superficiales.
La vida que se nos presenta dista mucho de lo que es la realidad. Nos sentimos más solos y menos fuertes. Y, tarde o temprano, nos encontramos enfrentando problemas que ni siquiera sabíamos que existían o que creíamos que no atravesaríamos.
En esos momentos, el evangelio y el conocimiento que tenemos realmente pueden ayudarnos a vencer los desafíos y a comprender que no estamos solos y que realmente podemos cambiar y mejorar nuestras vidas. Con una sonrisa y gozo en el corazón.
Este artículo fue escrito originalmente por Cinzia Galasso y fue publicado originalmente por lachiesarestaurata.it bajo el título “Il Vangelo restaurato ci aiuta a superare le sfide del mondo di oggi”