En un artículo para la revista de LDSLiving, el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles compartió un mensaje especial sobre los mandamientos y los desafíos que pasamos en la vida.
El apóstol expresó que en nuestras pruebas y tribulaciones, experimentamos una parte de lo que sucedió en Getsemaní. En el jardín y en los días que siguieron, el Salvador tomó sobre sí todos nuestros desafíos, todo el dolor y sufrimiento para luego triunfar sobre ellos.
El élder Rasband compartió:
“Su sacrificio desinteresado fue por nosotros para que podamos verlo como nuestro Ejemplo, Salvador y Redentor.
Cuando recurrimos a la Expiación, llegamos a valorar la fortaleza de Cristo a la luz de nuestra debilidad.
Sentimos una medida de paz, esperando algún día ser dignos de estar en la presencia del Padre”.
Por Beatriz AG
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Todo lo que nuestro Padre Celestial y Su hijo Jesucristo desean es que podamos regresar a Ellos, que podamos sentir gozo, que podamos aprender y crecer en esta tierra para que un día podamos recibir todo lo que tienen reservado para nosotros en la eternidad.
Satanás, por otro lado, tiene otro plan: quiere que seamos miserables como él. Sin embargo, Satanás nunca podrá vivir en la tierra ni tener un cuerpo. Él nunca podrá recibir una gloria celestial.
El élder Rasband compartió que nuestra vida en la tierra es una etapa de progreso que garantiza la exaltación en el reino de Dios a los que se esfuerzan por ser justos.
“Prosperamos cuando vivimos los mandamientos de Dios… Nunca tomen a la ligera su compromiso con Jesucristo y Sus mandamientos.
Reconozcan que Él es el autor y consumador de su fe. Jesucristo estará con ustedes a medida que cumplan con su compromiso como discípulos, creyentes y fieles seguidores Suyos”.
Para lograr tener una fe inamovible en nuestro Señor debemos aceptar su invitación de seguirlo, ser perfeccionados en Él y mantenernos en los límites que ha trazado para nosotros con Sus mandamientos. Cumplir con los mandamientos nos protege de los ataques de Satanás.
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Eso no significa que no tendremos ningún tipo de desafío. Habrá ocasiones donde seremos moldeados por los desafíos que vienen a causa de los errores de otras personas o a causa de nuestra propia imperfección.
¿Te has puesto a pensar quién serías hoy si no hubieras pasado los momentos difíciles de tu vida? ¿Tendrías el mismo conocimiento? ¿Tendrías el mismo aprecio por las bendiciones que has recibido o recibes?
En un discurso de una Conferencia General, el élder Rasband expresó:
“En medio de las grandes tormentas de la vida, no se olviden de su herencia divina como hijo o hija de Dios, o de su destino eterno de volver un día a vivir con Él, lo cual superará cualquier cosa que el mundo tenga para darnos”.
Recordemos que nuestro Salvador nos conoce mejor que nadie y desea ayudarnos, siempre estará dispuesto y presto a auxiliarnos.
Solo necesitamos dejar que entre en nuestras vidas, fortalecer nuestra relación con Él y seguir Sus mandamientos. Si lo hacemos, ganaremos un Amigo que jamás nos abandonará.
“Nuestro amigo más preciado siempre será Jesucristo. Él nos promete: ‘Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra… y mis ángeles alrededor de vosotros, para sosteneros’”.
Fuente: LdsLiving
