Los recientes tiroteos han apuntado a los cristianos en Sri Lanka, una sinagoga judía en California, mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, y otras congregaciones basadas en la fe. Tales actos son trágicos, sin sentido y repugnantes.
Son el trabajo de personas que odian y, a pesar de que muchas más personas son amables y atentas en el mundo de hoy, parece que el odio se está apoderando de los corazones de más y más personas en el mundo violento, hostil y toxico de hoy en día.
Tanto los líderes públicos como las personas en la vida privada deben unirse no solo para condenar dichos ataques, sino también para alentar el respecto por las otras religiones. Lamentablemente, después del reciente ataque de la sinagoga judía, hubo gran silencio por parte de ciertas figuras públicas y miembros de los medios de comunicación sobre ese horrible evento, aunque muchos de ellos publicaron constantemente sobre estos asuntos.
Igualmente preocupante, en mi opinión, fue la frase recurrente y elaborada que se usó para describir a los cristianos de Sri Lanka que fueron sacrificados en los servicios de Pascua como “fieles de la Pascua”. Es inapropiado, incluso de mala voluntad, difuminar y oscurecer aquello en lo que estas personas creyeron y por lo que murieron.
Sería igualmente inapropiado decir “asistentes a la sinagoga” o “asistentes a la mezquita” porque los cristianos, los judíos y los musulmanes constituyen las religiones monoteístas más reconocidas en el mundo de hoy.
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Para aclarar, aquellos que murieron en las iglesias de Sri Lanka el domingo de Pascua eran fieles cristianos. El término “cristiano” se aplicó a los primeros seguidores de Jesucristo y se sigue usando en nuestros días. Ese término identifica a aquellos que “adoran a Dios” y creen que Su hijo, “Jesucristo… murió, fue sepultado y resucitó al tercer día, y ascendió al cielo” (véase “Cristianos” en la Guía de las Escrituras en churchofjesuschrist.org).
Jesús predicó el Evangelio de justicia, misericordia abundante y, sobre todo, amor. Jesús alentó a sus seguidores a arrepentirse, bautizarse, amar y ayudar a los necesitados. Él enseñó los mandamientos de Su Padre y estipuló “el juicio es mío”, que en lugar de condenar y odiar a nuestros semejantes, los amemos.
“Jesús padeció y fue crucificado por los pecados del mundo, dando así a cada uno de los hijos de Dios el don del arrepentimiento y del perdón. Solamente por medio de Su misericordia y Su gracia cualquier persona puede salvarse. Su posterior resurrección preparó el camino para que cada persona pudiera superar también la muerte física. A estos acontecimientos se les denomina la Expiación” (Véase “Jesucristo” en churchofjesuschrist.org).
Debido a que Jesucristo sufrió “el castigo por los pecados, con lo cual se eliminaron los efectos del pecado y el pecador arrepentido puede reconciliarse con Dios… Gracias a Su Expiación, todas las personas resucitarán y quienes hayan obedecido Su Evangelio recibirán el don de la vida eterna con Dios” (Véase “Expiación de Jesucristo” en churchofjesuschrist.org).
El perdón, el amor y la caridad son la esencia del cristianismo, así como miles de cristianos respetados lo enseñaron:
- El mismo Jesús, en su sermón del monte, explicó:
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje con su hermano será culpable de juicio… Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que aseáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5)
- El ministro bautista y líder de los derechos civiles, Marthin Luther King Jr., declaró:
“El odio paraliza la vida; el amor la libera. El odio confunde la vida; el amor la armoniza. El odio oscurece la vida; el amor la ilumina”.
Asimismo, observó y se cita en christianquotes.info:
“La reacción en cadena del mal, el odio que engendra el odio, las guerras que producen más guerras, debe romperse o, de lo contrario, nos hundirá en el oscuro abismo de la aniquilación”.
Por último, señaló en kinginstitute.stanford.edu:
“Hay una razón definitiva por la que creo que Jesús dice: ‘Ama a tus enemigos’. Es esta: Ese amor tiene en su interior un poder redentor. Y, allí, existe un poder que eventualmente transforma a los individuos. Solo sigue siendo amable con esa persona. Solo sigue amándola”.
- El renombrado Christian C.S. Lewis describió cómo curar el agrio rencor en las sociedades de hoy en su libro “Mero Cristianismo”:
“La regla para todos nosotros es perfectamente simple. No pierdas el tiempo preocupándote por si ‘amas’ a tu prójimo; actúa como si lo hicieras. Tan pronto como hagamos esto, descubriremos uno de los grandes secretos. Cuando te comportas como si amaras a alguien, pronto llegarás a amarlo. Si hieres a alguien que te disgusta, descubrirás que te disgusta más. Si haces una buena obra por esa persona, descubrirás que te disgusta menos”.
Los cristianos fieles nunca necesitan disculparse por su fe, ni deben ser marginados a través de etiquetas falsas. Los cristianos aman a sus semejantes y buscan hacer el bien en el mundo. Merecen la gratitud y la estima de los demás, al igual que todos los que promueven el amor, la bondad y el respeto. A ese fin, todos los hombres y las mujeres deben aspirar en este mundo.
Esta es una traducción del artículo escrito originalmente por Kristine Frederickson y fue publicado en deseretnews.com con el título “Kristine Frederickson: Following Jesus Christ’s teachings when there’s religious violence”.