Nota de traductor: Estas preguntas son realizadas de manera anónima. La información o las opiniones expresadas por el autor de este artículo no pretenden sustituir el consejo de un profesional debido a que cada situación es única.
Pregunta
Mi esposo abandonó la Iglesia de Jesucristo hace 10 años y ahora se identifica como ateo. Él es respetuoso con los temas de la Iglesia y hemos mejorado mucho al sobrellevar nuestras diferencias, pero aún sigue siendo una situación difícil de llevar.
Él tiene una mentalidad muy racional y lógica. Dice cosas que, para mí, están fuera de lugar, como que la vida no tiene sentido, que la vida es solo una simulación, que no existe el albedrío, etc.
No sé exactamente como manejar esta situación. Él me comparte ideas que le parecen interesantes, pero que a mí me causan fastidio. ¿Puedes ayudarme?
Respuesta
Si te sientes abrumada con este tipo de conversaciones, es mejor poner límites. Imagen: Shutterstock
Estoy seguro de que esta no es la experiencia que imaginabas tener cuando te casaste. Nuestra jornada mortal está llena de sorpresas inesperadas y usualmente dolorosas que pueden poner nuestro mundo totalmente de cabeza.
Entiendo que ustedes se han esforzado por ser respetuosos el uno con el otro, así que veamos de qué manera pueden llegar a tener armonía como pareja a pesar de sus diferencias.
Si te sientes abrumada con este tipo de conversaciones, es mejor establecer límites. Que ames a tu esposo no significa que debas soportar duras y exhaustivas conversaciones. Puede que tal vez los primeros 15 minutos sean interesantes, pero el resto puede ser una carga para ti.
Establece bien tus límites y cúmplelos. Imagen: Canva
Cumple con los límites que establezcas, de esta manera ustedes pondrán tener una conversación más llevadera. Por supuesto, debes explicarle a tu esposo cómo te sientes durante esos momentos para que puedas tomar un descanso de esa conversación cuando lo necesites.
Busca tener un balance en tus conversaciones. En vez de caer en un debate y discusión, exploren y compartan diferentes perspectivas. No permitas que él hable durante toda la conversación, eso descartará tus ideas y creará un desbalance y resentimiento en la relación.
Tu esposo puede saber cuál será tu punto de vista, sin embargo, es importante que compartas esa perspectiva con él.
Tu esposo puede saber cuál será tu punto de vista, sin embargo, es importante que compartas esa perspectiva con él. Imagen: Canva
Ahora, mencionaste que hay ciertas cosas que te abruman de él. Tal vez sea por la manera en que te habla o te mira, o tus miedos sobre su futuro juntos y las consecuencias que pueden venir a tu familia.
Realiza una introspección y descubre la verdadera razón por la que te sientes así. De esta manera podrás entender lo que realmente te preocupa y lo que está en juego. Compartir estos miedos y preocupaciones con él podrá fortalecer su relación.
También debes entender que no necesitas defender nada. Ambos tienen sus propias convicciones, experiencias y razones para sus creencias.
Ninguno de ustedes ganará intentando demostrar que el otro está equivocado. Imagen: Canva
Ninguno de ustedes ganará intentando demostrar que el otro está equivocado. El hecho de que estés a la defensiva no significa que estés intentando defender tu posición.
Cuando tengas estas conversaciones, asegúrate de utilizar bien este tiempo en las cosas que los unan y fortalezca su relación.
Es fácil dejar que estas diferencias definan su relación y la forma en que se ven el uno al otro.
No quiero minimizar el hecho de vivir en un matrimonio con diferentes creencias, así que, por favor sé buena contigo misma y con tu esposo mientras se esfuerzan por mejorar sus conversaciones.
Fuente: Meridian Magazine
