Este artículo se trata de la ira. Se trata de cómo Satanás siembra semillas de ira en todo el mundo y en las filas de los Santos de los Últimos Días específicamente. Pero, antes de que lleguemos ahí, debemos comprender un poco la naturaleza de Satanás. “Conoce a tu enemigo”, para hacerlo, veamos algunas referencias de la cultura popular.
Tipos de maldad
Existen algunos tipos diferentes de “villanos” en las películas. Primero, está este tipo de villano:
Él es Iván Drago de Rocky IV. Conoces el tipo. Poderoso. Músculos grandes. Puede romper cosas. Dicho esto, estos villanos no son exactamente los cuchillos más afilados del cajón, si me entiendes.
Los ejemplos pueden incluir a Gastón de la Bella y la Bestia, Biff de las películas de Volver al Futuro y “Mandíbulas” de las viejas películas de James Bond. Toda la fuerza, sin cerebro. Esencialmente, son grandes bravucones.
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Sin embargo, existe otro tipo de villano. Un tipo mucho más astuto. El “cerebro” criminal. El genio malvado. Por lo general, ésta es la mente oculta que utilizan sus secuaces musculosos para llevar a cabo sus órdenes como peones en un tablero de ajedrez.
Por ejemplo, James Moriarty de prácticamente cualquiera de las películas de Sherlock Holmes. El emperador Palpatine de la franquicia de Star Wars. El Guasón de las películas de Batman.
A menudo, el peligro de este segundo tipo de villano es el resultado de su capacidad perturbadora para manipular a los demás.
¿En qué categoría encaja Satanás?
Satanás no es un villano ficticio de película. El Élder Jeffrey R. Holland dijo:
“Hermanos, les hablamos con intrepidez porque la sutileza no parece funcionar. Hablamos con intrepidez porque Satanás es un ser real empeñado en destruirlos y ustedes enfrentan su influencia a una edad cada vez menor”.
Entonces, ¿A qué categoría pertenece esa vieja serpiente? ¿Es un tipo musculoso? Probablemente no, considerando el hecho de que Satanás ni siquiera tiene un cuerpo físico.
Desafortunadamente, todas las pruebas apuntan a la segunda categoría. El villano demente y manipulador.
¿Cómo podemos esperar que trabaje Satanás?
Si el estereotipo es verdadero, Satanás trabaja a través del engaño, la manipulación, la tentación, la distracción y la explotación. Si recurrimos a las Escrituras, ese análisis parece ser cierto. Observa la manipulación en los siguientes versículos:
Moisés 4: 8 – 11:
“Y la mujer dijo a la serpiente: Podemos comer del fruto de los árboles del jardín; mas en cuanto al fruto del árbol que ves en medio del jardín, Dios ha dicho: No comeréis de él, ni lo tocaréis, no sea que muráis. Y la serpiente dijo a la mujer: De cierto no moriréis; pues Dios sabe que el día en que de él comiereis se abrirán vuestros ojos, y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal”.
Mateo 4: 1 – 10:
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto apara ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Y se le acercó el tentador y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan… Si eres el Hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará por ti, y te llevarán en sus manos, para que no tropieces con tu pie en piedra…
Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adoras”.
2 Nefi 28: 19 – 23:
“Porque el reino del diablo ha de estremecerse, y los que a él pertenezcan deben ser provocados a arrepentirse, o el diablo los prenderá con sus sempiternas cadenas, y serán movidos a cólera, y perecerán; porque he aquí, en aquel día él enfurecerá los corazones de los hijos de los hombres, y los agitará a la ira contra lo que es bueno.
Y a otros los pacificará y los adormecerá con seguridad carnal, de modo que dirán: Todo va bien en Sion; sí, Sion prospera, todo va bien. Y así el diablo engaña sus almas, y los conduce astutamente al infierno.
Y he aquí, a otros los lisonjea y les cuenta que no hay infierno; y les dice: Yo no soy el diablo, porque no lo hay; y así les susurra al oído, hasta que los prende con sus terribles cadenas, de las cuales no hay liberación” .
No hace falta decir que Satanás es engañoso. La sutileza y el anonimato son algunas de sus mejores armas. No obstante, me parece que este versículo de 2 Nefi 28 es especialmente conmovedor por un par de razones. Vuelve a leerlo:
“Porque el reino del diablo ha de estremecerse, y los que a él pertenezcan deben ser provocados a arrepentirse, o el diablo los prenderá con sus sempiternas cadenas, y serán movidos a cólera, y perecerán”
Uno de los objetivos de Satanás es “movernos a la cólera”. ¿Cómo planea hacerlo? Con engaños. Ni siquiera quiere que te des cuenta de que estás enojado hasta que sea demasiado tarde. ¿Realmente entendemos lo que eso significa y cómo se ve?
“Serán movidos a cólera, y perecerán”
El Internet es el Viejo Oeste de nuestra generación. Puede ser una herramienta maravillosa, pero también es un terreno prácticamente sin leyes donde los bandidos anónimos y enmascarados esperan en cada esquina, listos para atacar.
“Serán movidos a cólera contra las amenazas externas”
Recuerda 1 Nefi 8 y la visión de Lehi del Árbol de la Vida. Por un lado, tienes un árbol glorioso. Por el otro, tienes un “edificio grande y espacioso”. Los que se están consumiendo alegremente en este edificio se burlan de aquellos que deciden comer el fruto del Árbol de la Vida.
Esto sucede en Internet todos los días. Algunas personas constante y activamente arrastran las creencias de los Santos de los Últimos Días por el lodo. Se burlan y desafían. Tristemente, incluso, algunas personas se ganan la vida con esto.
Tenemos que ser extremadamente cuidadosos con la forma en que reaccionamos ante estas situaciones. Observa cómo Lehi responde:
“Y grande era la multitud que entraba en aquel singular edificio. Y después de entrar en él nos señalaban con dedo de escarnio a mí y también a los que participaban del fruto; pero no les hicimos caso. Estas son las palabras de mi padre: Pues todos los que les hicieron caso se perdieron”.
Esto es interesante. “Hacer caso” significa “prestar atención”. Aquellos que prestaron atención a todos los que se burlaban, “se perdieron”.
Observa que no dice que todos necesariamente se unieron a aquellos que estaban en el edificio. Solo sabemos que dejaron el árbol. Cuando Satanás no puede llevarte al edificio grande y espacioso, se alegra con solo alejarte del árbol.
¿Podría ser que, en lugar de participar del fruto del árbol, a veces lo arranquemos del árbol y nos apresuremos a participar de un pequeño producto? ¿Nos tomamos vacaciones del amor de Dios para involucrarnos un poco en las críticas bien intencionadas de la Biblia en línea? “Estás equivocado, ¡tenemos la verdad! Aquí está la prueba. ¡Toma eso!”
No es incorrecto defender nuestras creencias o disipar rumores. Sin embargo, cuando nos permitimos “ser movidos a la cólera”, simplemente nos convertimos en un peón en el juego de Satanás.
“Serán movidos a cólera contra las amenazas internas”
Hay otra manera, incluso más sutil en que Satanás está moviéndonos a la cólera en la actualidad. La lucha interna.
Las redes sociales están clasificadas por opiniones y críticas sarcásticas. ¿Por qué es de esa manera? Porque, desafortunadamente, eso es lo que la gente consume, y así es como obtienes atención en línea.
El contenido controversial atrae seguidores. Los algoritmos sociales aumentan el contenido atractivo. Los individuos afines se juntan. Nace una base de fanáticos. Ese proceso se repite.
En Internet, parece que todo está mal en el mundo y que nuestras opiniones son la solución. Desafortunadamente, muchas de las críticas que veo de los Santos de los Últimos Días están dirigidas a otros Santos de los Últimos Días, los hermanos y la Iglesia. Casi parece ser una adicción para algunas personas.
Incluso cuando ocurre un cambio positivo y digno de elogios en la Iglesia, la respuesta frecuente es: “Esto debió haber sucedido hace 20 años” o “Eso es genial, pero ¿qué sucederá con los otros 15 elementos en mi lista de quejas?” El cinismo es sofocante. Casi parece ser una adición para algunas personas.
Estas son distracciones que Satanás está usando para movernos a la cólera, para que podamos perecer. No estoy diciendo que nunca debamos criticar las cosas que creemos que están mal. Es más, yo estoy siendo crítico en este momento. Por supuesto, deberíamos.
Lo que estoy diciendo es que hay una línea muy fina entre la crítica constructiva y la crítica mal intencionada. Nos estamos volviendo realmente buenos en criticar a la Iglesia, me incluyo.
Así es como Satanás nos hace apartar la vista de la pelota. La desorientación. La distracción. Lo mismo les sucedió a los judíos antiguos:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, y la misericordia y la fe; esto era menester hacer, sin dejar de hacer lo otro” (Mateo 23: 23).
Los profetas del Libro de Mormón describieron su dilema de esta manera:
“Pero he aquí, los judíos fueron un pueblo de dura cerviz; y despreciaron las palabras de claridad, y mataron a los profetas, y procuraron cosas que no podían entender. Por tanto, a causa de su ceguedad, la cual vino por traspasar lo señalado, es menester que caigan; porque Dios les ha quitado su claridad y les ha entregado muchas cosas que no pueden entender, porque así lo desearon; y porque así lo desearon, Dios lo ha hecho, a fin de que tropiecen”.
Si no tenemos cuidado, estaremos tan atrapados en criticar a las personas alrededor del Árbol que olvidaremos participar del fruto. Estamos en peligro de omitir los asuntos más importantes de la ley, en peligro de ver más allá de la marca.
Una nota sobre la “ira justa”
A veces, los cristianos, incluso nosotros mismo, justificaremos la ira y la contención con la historia de Jesús limpiando el templo con enojo. Sí, debemos defender nuestras creencias y promover la verdad. Pero, existe una diferencia entre defender nuestras creencias y pelear con alguien.
Veamos un extracto de un artículo de la revista Ensign de 1988:
“La ira justa es una respuesta controlada a una situación injusta. Sin embargo, no es el tipo de arrebato emocional al que la mayoría de nosotros estamos familiarizados. Es la ira descontrolada y cargada de emociones y la contención que surge de ella, a la que se refiere este artículo”.
Ten cuidado
La verdad es que un profundo abismo ya no nos separa del edificio grande y espacioso. Ahora podemos ver directamente el edificio a través de la pequeña ventana en nuestro bolsillo que se llama “teléfono inteligente”.
Como mencionó el Presidente Russell M. Nelson en abril, “el tiempo se está acabando”. No podemos permitir que lo que vemos a través de esa ventana nos mueva a la cólera, porque esa cólera finalmente nos llevará a la destrucción.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por David Snell y fue publicado en thirdhour.org con el título “The Subtle Way Satan Is Creeping up on Each of Us”.