Invitar a alguien a la Iglesia puede parecer una tarea desalentadora.
La fe es un tema muy personal y el miedo al rechazo puede ser abrumador, sin embargo, una nueva encuesta de Lifeway Research desafiaría esta percepción.
Los datos revelan que una porción significativa de los asistentes a las iglesias protestantes están invitando activamente a otros a unirse a ellos en sus reuniones.
De hecho, tres de cada cinco feligreses extendieron al menos una invitación en los últimos seis meses. Aún más sorprendente, el 21% emitió dos invitaciones, y el 20% extendió tres o más.
¿Quién invita y por qué?
Si bien el panorama general es alentador, existen diferencias notables entre los feligreses.
Los individuos más jóvenes (menores de 50 años) tenían más probabilidades de extender invitaciones que sus contrapartes mayores.
Además, las personas afroamericanas fueron las más proactivas en invitar a amigos y familiares en comparación con otros grupos raciales.
Los cristianos evangélicos lideraron los resultados en la extensión de invitaciones, mientras que los luteranos fueron los menos propensos a hacerlo.
Las razones para no invitar a otros incluyeron no saber a quién invitar, rechazos previos, incomodidad y la creencia de que no es su responsabilidad.
El impacto que tienen las invitaciones
Una encuesta previa de Lifeway Research encontró que alrededor de un tercio de las personas que no asisten a la Iglesia están abiertas a aceptar invitaciones. La probabilidad de que las personas acepten a menudo depende de la relación entre el que invita y el invitado.
Además, aquellos que aceptan invitaciones con frecuencia comparten sus experiencias con otros. Las estadísticas sugieren que los nuevos asistentes a la iglesia comparten su visita con 8 a 15 personas.
Un paisaje religioso cambiante
Estos hallazgos se producen en medio de un cambiante panorama religioso en los Estados Unidos. Si bien el número de individuos religiosamente no afiliados ha estado creciendo, datos recientes sugieren un posible estancamiento o incluso una inversión de esta tendencia.
En conclusión, aunque extender una invitación a la iglesia puede parecer intimidante, es una práctica más común de lo que muchos creen.
El impacto potencial de estas invitaciones, tanto para el invitado como para la comunidad de la iglesia, destaca la importancia de superar la duda y dar el paso para compartir la fe.
Fuente: Deseret News
Video relacionado
También te puede interesar
- Día de milagros: Más de 30 personas se unen a la Iglesia de Jesucristo
- Una mirada al avance de los templos de la Iglesia de Jesucristo en 2024
- Una mirada al avance de los templos de la Iglesia de Jesucristo en 2024