Hoy recibí un par de mensajes de texto inesperados de mi madre. Me envió una historia sobre el Presidente Spencer W. Kimball de la que probablemente nunca escuchaste, de un libro del que probablemente tampoco nunca escuchaste.
El libro es “A Heritage of Faith: A History of the Wards of the Salt Lake Bonneville Stake of The Church of Jesus Christ of Later-day Saints”. Según mi madre, ese libro solo se vendía a los miembros de esa estaca en particular. El libro cubre la historia de la estaca desde 1976 hasta 2014 y contiene algunas historias maravillosas que son importantes para nuestra familia (mi abuela pertenece a esta estaca, por lo que tuvo acceso al libro).
Cuando este evento sucedió, el Presidente Spencer W. Kimball pertenecía a esa estaca (sí, incluso el profeta tiene un barrio, una estaca, un obispo, etc.)
¡Suficiente con los detalles! Vamos a la historia. Aquí está lo que dice el libro acerca de una visita del Presidente Kimball en 1982 a su barrio (se conserva la gramática y la puntuación; se añadieron saltos de párrafo):
“Recordar el llamado del Presidente Kimball que se expresó en su barrio”
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“Todo el barrio 2 de Monument Park estuvo presente en la reunión sacramental el día en que el Presidente Kimball terminó sus 3 días de ayuno y oración, debido a su preocupación por la sequía nacional de ese año”.
“El Presidente Kimball tomó una dirección única en esta reunión sacramental… hablando. Luego, terminó su discurso con una oración. Mientras hablaba, se detuvo por muchos segundos… miró al techo de la capilla… luego, dijo, ‘Hermanos y hermanas, el Señor me acaba de dar a conocer que la razón por la que hemos estado experimentado la sequía es porque nos hemos convertido en una nación que quebranta el día de reposo [‘]. Después, comenzó su oración, la cual fue maravillosa de escuchar”.
“Se dirigió al Padre Celestial como DIOS, creador y gobernador del Universo. Fue muy reverente y respetó infinitamente Su divinidad. Luego, el Presidente Kimball oró y le prometió al Señor que haríamos nuevos esfuerzos por santificar el día de reposo. En cuestión de semanas, las publicaciones de la Iglesia comenzaron a hacer énfasis en el día de reposo y, una semana después, comenzó a llover… y se terminó la sequía en todo el país. Como un pequeño barrio en Sion, fuimos testigos del trabajo conjunto del profeta y el Señor a una escala global”.
Una ocasión extraña
Recientemente, leí una publicación en Facebook de alguien que expresaba sus sentimientos con respecto a nuestros profetas modernos, algo así:
“Si nuestros profetas modernos realmente fueran profetas, ¿por qué no tienen experiencias milagrosas con más frecuencia como los profetas de la Biblia de la antigüedad?
Creo que esta historia acerca del Presidente Kimball brinda alguna idea con respecto a esa pregunta. ¿El Presidente Kimball estaba viendo una visión? Me encantaría pensar que sí, pero no lo sé. Sin embargo, si fue una visión o no – se dio una comunicación divina. Dios estaba hablando con el profeta, de una manera u otra y ese es un milagro. Creo que nuestros profetas modernos tienen experiencias espirituales profundas.
Simplemente, es posible que los profetas no sientan la necesidad de gritar esas experiencias desde los techos. Aparentemente ese es mi trabajo. Pero, aquellos que comparten esas experiencias… lo saben.
A veces, nuestros profetas podrían compartir estas experiencias con todo el mundo, todo el barrio o, quizás, sucede cuando están completamente solos. A veces, no hay forma de saberlo. Pero, creo que es seguro decir que suceden con más frecuencia de lo que pensamos.
¿Conoces a alguien que pueda haber presenciado esta experiencia en 1982 en el barrio 2 de Monument Park? ¡Menciónalo en los comentarios y veamos qué detalles podemos encontrar!
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por David Snell y fue publicado en thirdhour.org con el título “The Time President Kimball Stopped and Looked Upward to the Chapel Ceiling”.