En los últimos años, hemos vivido una pandemia, terremotos, incendios, agitación social, entre otras cosas. Muchos se han preguntado si esto significa que nos estamos acercando aún más a la Segunda Venida de Jesucristo.
Las señales y las profecías sobre la Segunda Venida han sido de particular interés para el élder Gerald N. Lund, Setenta Autoridad General emérita y escritor, desde que era un joven misionero hace más de 50 años. Como resultado, el élder Lund escribió un libro, “La venida del Señor”, en 1971.
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Ahora, casi 50 años después, el élder Lund ha publicado un segundo libro sobre el tema. El libro documenta lo que ha aprendido durante el último medio siglo, éste se titula, “La Segunda Venida del Señor”.
En este artículo, compartiremos una entrevista que le hicieron al élder Gerald N. Lund sobre su perspectiva en cuanto al significado de las experiencias vividas desde que comenzó la pandemia de COVID-19 en relación con la Segunda Venida.
El siguiente extracto ha sido editado para mayor claridad.
Entrevistador: Para empezar, élder Lund, han sucedido muchas cosas desde la última vez que hablamos. ¿Cree que nos estamos acercando a la Segunda Venida?
Élder Lund: Sí, por supuesto, nos estamos acercando cada vez más a la Segunda Venida. En el último año, creo que ha habido una aceleración especial. Escuché una analogía hace un tiempo y creo que se aplica aquí.
Digamos que tienes un gran árbol, alguien se acerca, golpea tu árbol con un hacha y hace que salgan algunas astillas. Todos los días, esa persona viene y vuelve a golpear tu árbol con un hacha. Hace lo mismo durante muchos años. Si estás del otro lado del árbol, todo parece ir bien.
Sin embargo, llegará un momento en el que esa persona dará el último hachazo, el árbol comenzará a tambalear y, luego, caerá.
Al principio, se moverá muy lento. Pero, entonces, la caída del árbol se acelerará, mientras gana velocidad. Tratar de devolver todas las astillas del árbol que fueron cortadas no hará ninguna diferencia. El árbol simplemente caerá.
Creo que eso es lo que estoy viendo ahora mismo. A fines de febrero nos enteramos sobre el COVID. Parece que esto hubiera comenzado hace un año, no solo hace unos meses. Entonces, sí, es un momento en el que todo se está acelerando.
Piensa en las cosas que han sucedido. Por ejemplo, esta no es la primera vez en que se cancela una conferencia. En 1918 se canceló una. Tampoco esta es la primera vez en que se envían misioneros a casa. Solo estamos viendo todo esto desde una perspectiva muy diferente.
Una de las cosas que me parece curiosa, es que incluso muchos de los miembros están muy enfocados en el COVID y con razón, ya que es lo que domina nuestras vidas ahora [y] establece nuestro horario.
Pero, estamos ignorando lo que creo que son otros signos muy evidentes de esta época, uno de los cuales es el colapso del orden social.
En diferentes pasajes de Doctrina y Convenios, y otras escrituras se habla al respecto. Esta no es solo una guerra como cualquier otra, sino que es donde la sociedad comienza a colapsar.
Esto está sucediendo a nuestro alrededor, no solo en el mundo. En las últimas semanas hemos visto ciudades en guerra y personas que temen por sus vidas, y no escucho a nadie decir: “Esa es una señal que nunca esperé”.
Por eso es gratificante ver cómo la gente está cambiando y adaptándose al COVID. Creo que estamos aprendiendo sobre la revelación personal y poniendo en orden nuestras vidas.
Me pregunto si alguna de estas cosas es un anticipo del Señor sobre lo que vendrá. O, si es una alarma que nos invita a despertar. O, tal vez, esta analogía la escuché de alguien: “Es como disparar desde la proa, tratando de hacer que un barco cambie de rumbo”.
Sin embargo, en medio de todo esto, no siento temor, no siento desesperación. Es un momento para empezar de nuevo, crecer, acercarnos al Señor y tener el Espíritu con nosotros todos los días en nuestras vidas.
Entrevistador: Élder Lund, la siguiente pregunta que le haré, se relaciona a lo que mencionó al principio.
Hemos visto algunas señales de los tiempos antes, misioneros que fueron enviados a casa, terremotos y pandemias. Sin embargo, en los últimos meses, hemos visto todo esto a la vez. ¿Eso tiene algún significado?
Élder Lund: Sí, esa es una de las cosas interesantes al respecto. No es solo una aceleración, es una intensificación. Estamos viendo esto cada vez más.
Con frecuencia, las personas me preguntan si el regreso de los misioneros a sus hogares es una “señal de la Segunda Venida”.
Sí, creo que definitivamente deberíamos decir que es parte del cumplimiento de la profecía. Pero, no como algunas personas lo consideran, como la profecía del “fin de los tiempos”, como algo catastrófico.
Ya que, como dijiste, ya se han enviado misioneros a casa varias veces durante nuestra historia. Por ejemplo, durante la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Recuerdo que no se podía enviar misioneros debido al servicio militar obligatorio.
En la sección 43 de Doctrina y Convenios se registra el concepto de enviar a los misioneros a casa. Presta atención a cómo el Señor dice esto.
Dice: “¡Cuántas veces os he llamado por boca de mis siervos y por la ministración de ángeles, y por mi propia voz y por la de los truenos y la de los relámpagos y la de las tempestades; y por la voz de terremotos y de fuertes granizadas, y la de hambres y pestilencias de todas clases; y por el gran sonido de una trompeta, y por la voz del juicio y de la misericordia todo el día; […] y os hubiera salvado con una salvación sempiterna, mas no quisisteis!”
Eso indica que llegará un momento en el que el Señor dirá: “Bien, misioneros, van a volver a casa”.
Eso podría deberse al colapso social del que estábamos hablando. Pero, ahora Él va a predicar sus propios sermones. Veremos la obra misional incluso en el Milenio.
Sabemos que habrá no miembros, personas que son buenas, que no serán destruidas en los grandes cataclismos y vamos a salir a enseñarles. Así que solo necesitamos verlo en su propio [contexto]. Es parte de la profecía, pero no es una de ellas.
Entrevistador: Sí, vi esa cita de su libro en Twitter… ¿El cierre de los templos está relacionado con las señales del fin de los tiempos?
Élder Lund: Creo que, en cierto modo, sí. Es la primera vez en que vemos tantos templos cerrados.
Esto es impresionante: hemos cerrado un lugar de ordenanzas que son tan importantes para nosotros. Pero, nuevamente, esta puede ser una de esas guías del Señor para el futuro, cuando la guerra, un colapso social o una pandemia nos obliguen a estar más confinados en nuestros hogares de lo que estamos ahora.
Por eso, me gusta el concepto del disparo desde la proa o del despertador. Hay cosas que van a suceder y es como si el Señor estuviera diciendo: “Yo sé todas estas cosas y los estoy preparando”.
Esta es una traducción del artículo que fue publicado originalmente en LDS Living con el título “Are we experiencing signs of the Second Coming? Elder Gerald Lund weighs in with nearly 50 years of insights”.