A algunos podría habernos pasado.
Estás sentado escuchando una lección de la Escuela Dominical cuando de pronto alguien habla y se expresa sobre lo obediente que es a Dios; tan obediente, que si El Padre Celestial le pidiera que matará a alguien, lo haría sin dudarlo.
Piensa que es el máximo ejemplo de la rectitud porque está presto para mancharse las manos de sangre.
Este tipo de personas podrían ser psicópatas, caer en el fanatismo y en los extremos sin medir las consecuencias. Felizmente no son la gran mayoría de la menbresía de la iglesia.
Según las Escrituras, muchas de las personas a las que Dios eligió para quitarle la vida a alguien, no deseaban hacer eso. En algunos casos, es Dios quién insta a hacerlo como parte de una prueba a sus escogidos, como es el caso de Abraham y Nefi, donde si estaba justificado tal hecho pero pretender que hoy en día Dios nos mandará a hacer cosas inmorales para un propósito eterno tendría que ser pensado mas de dos veces por nosotros.
Atendiendo la escuela dominical. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En Jueces 6, leemos que Gedeón es llamado por Dios y que él prácticamente le dice al Señor: “Ser tu juez es un trabajo terrible y no lo quiero”.
A esto Dios le responde: “Eres todo lo que tengo”.
Gedeón luego pone a prueba a Dios para saber si lo que dijo era verdad. Luego pasan una serie de cosas relacionadas con la lana y el rocío, pero lo más importante aquí es cuando esa voz te dice que hagas algo fuera de lo común, debes estar completamente seguro de que viene de Dios y no de tus propios pensamientos.
Siguiendo el ejemplo de los profetas, no hagas algo a menos que estés seguro que realmente viene de Dios.
Evita caer en tus propios pensamientos. Imagen: Unsplash
Existen personas que parecen pensar que las leyes y la sociedad deberían permitir el crimen que viene por inspiración divina. Esto quiere decir que sí es malo que alguien asesine a otra persona, pero que si lo hace “por mandato de Dios”, entonces está bien.
Ante esto, las autoridades de una comunidad, sobre todo si está compuesta de buenas personas, podrían llevarlo a la cárcel o darle pena de muerte (si es que se aplica).
Aquello no sería una persecución religiosa, es solo lógica. Un milagro es una ocurrencia que rara vez sucede por lo que llevar a esa persona a la cárcel tiene mucho sentido.
La razón por la que se toma esta medida es porque ninguna sociedad puede funcionar si permite que ciertas personas “inspiradas por Dios” asesinen personas esporádicamente.
A menudo, buscamos algo que nos dirija a la obscuridad. Imagen: Canva
No hay nada que pueda justificar el cumplimiento de los deseos más perversos.
Que Dios, hipotéticamente, le otorgue a alguien la misión de hacer algo terrible, no significa absolutamente nada ante los tribunales y, en última instancia, eso debería permanecer así. Dicha acción sigue siendo un crimen, sea o no aprobado por Dios.
A lo mejor, Dios le está diciendo que este “asesinato justificado” no será una carga para esa persona en la vida venidera, sin embargo, aquí en la Tierra tenemos que vivir a salvo de ese tipo de personas.
Finalmente, la moraleja de esta historia es saber que dentro de una sociedad no se permite que la gente cometa crímenes sólo porque “Dios les mandó a hacerlo” ni mucho menos el diablo.
Regocíjate en tu rectitud, pero no creas que por ello vas a recibir un “pase libre” para asumir cualquier consecuencia.
Traducido y adaptado al español de la página hermana de masfe.org: By Common Consent
