El velo entre nosotros y el mundo espiritual a menudo puede hacerse más delgado, lo que nos permite sentir el amor y la influencia de la familia eterna.
Recientemente, Anne Hinton Pratt escribió un emocionante artículo para la revista Meridian que detalla las experiencias sagradas que muchos Santos de los Últimos Días han experimentado al sentir la presencia de ángeles e hijos que aún no han nacido.
Entre ellos está el relato de Matt Hill, quien sintió la presencia de su familia eterna mientras estaba en el templo siendo sellado a su esposa.
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“Él sintió claramente la presencia de sus futuros hijos y el fuerte vínculo eterno que compartían con él”, escribió Pratt. “Más adelante, cuando estaba arrodillado frente su novia en el altar, el sellador de repente sorprendió a todos al anunciar: ‘Los ángeles están aquí. Puedo sentir a tus futuros hijos aquí presenciando tu sellamiento.’”
Si bien esa declaración le dio “escalofríos” a Matt Hill, al testificarle el poder de sus futuros hijos nacidos en el convenio y la naturaleza de las familias eternas, el momento adquirió un significado más profundo años más tarde.
Muchos años después, mientras conducía con su hijo de 3 años, Korver, Matt señaló el templo y dijo: “Tu mamá y yo nos casamos allí.” Korver respondió: “Lo sé, papá. Yo estuve allí.”
Matt se quedó completamente estupefacto y le preguntó a su hijo al respecto. Con las palabras de un niño de 3 años, Korver describió una habitación con adornos dorados en las paredes y techos. Su descripción coincidía exactamente con la habitación donde se realizó el sellamiento. Incluso le dijo a Matt el color exacto de la alfombra.
Matt preguntó más a fondo: “¿Qué estabas haciendo allí?” Su hijo le respondió: “Estábamos parados ahí así”. El pequeño se puso en posición de atención como un soldado. Korver le dejó claro a Matt Hill que él estaba allí como observador y testigo especial de esa ocasión trascendental.
El Elder L Tom Perry enseñó:
“Lo que el Evangelio restaurado aporta al tema del matrimonio y la familia es tan vasto y tan relevante que nunca está de más recalcarlo: ¡para nosotros es un tema eterno! Llevamos el compromiso y la santidad del matrimonio a un nivel más alto debido a nuestras creencias y nuestro conocimiento de que las familias existieron antes de la creación del mundo y que continúan en la eternidad.” —L. Tom Perry (El Matrimonio y la Familia)
Otra de las historias que Anne Hinton Pratt compartió, fue la una joven madre, Kara Pratt, que tenía problemas para concebir. Ella compartió la siguiente experiencia:
“Después de luchar para concebir a nuestros primeros dos hijos y sufrir un aborto espontáneo entre los dos, no estaba segura de si podríamos tener más hijos.
Incluso después de que pude quedar embarazada, mis embarazos fueron extremadamente difíciles, debido a que estuve muy enferma durante meses. Fue debido a estos desafíos, durante todo el embarazo de mi segundo bebé que traté de hacer las paces con el hecho de que este sería mi último embarazo.”
Kara compartió el deseo que tenía de nombrar a su bebé aún no nacido y los sentimientos que tuvo después de us embarazo.
“‘Emmett’ se encontraba entre la larga lista de nombres para niños que habíamos seleccionado, pero después de descubrir que mi segundo bebé sería una niña, dejamos de pensar en esa lista.
Nuestra bebé finalmente llegó al mundo en nuestro hogar. Ese día, mientras nos acomodamos y descansaba un rato, mi corazón estaba contento, pero sentía cierta tristeza al pensar que esa podría ser la última vez que experimentaba el nacimiento de un nuevo hijo.
Mientras pensaba ‘¿Es este mi último embarazo? ¿Será la última vez?’ una clara impresión vino a mi mente: ‘No, necesitamos a Emmett. Todavía nos falta Emmett.’”
Menos de dos años después, llegó un embarazo sorpresa, no planificado, milagroso, y su pequeño hijo Emmett vino al mundo, contra todo pronóstico.
Sin lugar a dudas, hay un plan divino para cada uno de nosotros. A nuestros hijos a menudo se les permite informar o guiarnos antes de que nazcan.
A veces, el velo se hace más delgado y tenemos la bendición de ver, escuchar o sentir a estos seres divinos antes de que lleguen a la tierra. Vienen para atestiguar, bendecir y ayudarnos, y darnos esperanza.
Este artículo fue escrito originalmente por LdsLiving Staff y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “The Beautiful Thing That Happened After a Latter-day Saint Felt the Presence of His Future Children in the Temple”
