Vengo de una familia muy disfuncional y tóxica. Estoy tratando sinceramente de amarlos y perdonarlos, pero honestamente prefiero mantener mi distancia.
Pensar en tener que estar juntos para siempre como familia me parece terrible. ¿Me podrías dar algún consejo?
Respuesta
Lamento mucho lo que estás pasando.
El primer consejo que te ofrecería es que le preguntes al Señor mediante mucho estudio, meditación, ayuno y oración si realmente son el tipo de personas que el Señor consideraría “tóxicas”.
La vara con la que mides debería ser la siguiente:
1. ¿Los miembros de tu familia te están alejando continuamente del Señor y de Sus bendiciones que cuando te encuentras solo?
2. Por cada invitación que te hacen, ¿te encuentras más cerca o más lejos del Señor?
3. Por cada invitación que aceptan de ti, ¿se encuentran ellos más cerca o más lejos del Señor?
Espero que sepas cuáles deberían ser las respuestas.
Si es una familia realmente tóxica, entonces sí, mantén tu distancia. Ojo, esta no es una excusa para odiarlos. No son solo tu familia, ellos son hijos de Dios.
Siempre debemos esperar lo mejor de las personas, pero si su veneno es más poderoso de lo que tus reservas espirituales pueden soportar, entonces, deberás mantenerte a salvo.
El Señor nos dio el mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. ¿No significa eso que necesitas amarte a ti mismo primero? Sí, es verdad. Muchas personas que carecen de amor y compasión por los demás también son personas que carecen de caridad y compasión por sí mismos.
El Señor también nos dio el mandamiento de quitar la viga de nuestros propios ojos antes de que podamos quitar la paja del ojo de nuestro hermano. Si bien esto hace una referencia directa a la hipocresía, yo lo aplicaría de manera diferente a tu situación.
Si tus reservas espirituales están demasiado bajas, no podrás ser una fuente de inspiración para los demás. Cuando hayas llegado a un punto de tu vida donde tu espíritu sea lo suficientemente fuerte como para “recibir los golpes” de estar con un grupo tóxico al que se supone que debes ayudar, entonces deberás hacer todo lo posible para atraerlos a la luz del Salvador.
Mi último consejo sería que a pesar de todo los ames, siempre ámalos, desea lo mejor para ellos y ora por su bienestar. No son perfectos, al igual que nosotros, pero son tu familia.
Fuente: Askgramps