El nuevo estudio por parte de Interfaith Youth Core y Public Religion Research Institute revela que la participación comunitaria basada en la fe podría ser la clave para ayudar a muchas personas, incluidas aquellos que no asisten a una casa de culto, a superar sus dudas con respecto a la recepción de la vacuna contra el COVID-19.
La investigación realizada en Estados Unidos mostró que una variedad de personas reacias a las vacunas, desde evangélicos caucásicos hasta jóvenes teóricos de la conspiración, responderían bien a las intervenciones de líderes religiosos, como por ejemplo, palabras de aliento por parte de ellos.
Robert P. Jones, fundador y director ejecutivo del Public Religion Research Institute, con sede en Washington, DC, dijo durante el webinar donde se compartió el informe:
“Los líderes religiosos y las congregaciones de Estados Unidos pueden ser una herramienta poderosa para persuadir a una amplia gama de [ciudadanos] que tienen dudas con respecto a la vacuna a ser vacunados”.
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Con más de 5,000 entrevistados, la nueva encuesta es el estudio más grande hasta la fecha que examina específicamente las posibles intervenciones basadas en la fe con respecto a las dudas sobre las vacunas para COVID-19.
El estudio también analiza qué grupos religiosos tienen menos probabilidades de inscribirse para ser vacunados.
Eboo Patel, fundador y presidente de Interfaith Youth Core, expresó durante el seminario web:
“No llegamos a la inmunidad colectiva sin ocuparnos de la identidad religiosa. El compromiso religioso es clave para acabar con el virus. Hay segmentos importantes de la comunidad cuya actitud hacia la vacuna está indisolublemente ligada a su identidad religiosa”.
Cuando se realizó la encuesta en marzo, el 58% de los encuestados dijeron que recibirían una vacuna lo antes posible.
El 28% estaba “reacio a vacunarse”, respondiendo que esperarían y que solo se vacunarían si fuera necesario. El 14% restante, los que “rechazaron la vacuna”, son aquellos que dijeron que no serían vacunados.
Entre los grupos religiosos, los judíos tuvieron las tasas más altas de aceptación con respecto a las vacunas con un 85%, seguidos por católicos caucásico (68%) y protestantes históricos caucásicos (63%).
Los protestantes negros, los protestantes hispanos y los protestantes evangélicos blancos están en el otro lado del espectro de aceptación/rechazo. Más de la mitad de los miembros de cada grupo dudan en recibir la vacuna o se niegan a hacerlo.
Para los protestantes negros y los protestantes evangélicos caucásicos, la asistencia a la iglesia juega un papel importante en su disposición a recibir la vacuna, aunque los efectos son opuestos para los dos grupos.
Los protestantes de raza negra que asisten a sus servicios de adoración son más propensos a aceptar la vacuna: el 57% de los que asisten a la iglesia dicen que se han vacunado o que estarían dispuestos a vacunarse, en comparación con el 41% que no asiste a la iglesia.
Sin embargo, entre los evangélicos blancos, el 48% de los que no asisten a los servicios estaría dispuestos a vacunarse. El número cae a 43% para aquellos que van a la iglesia.
Las creencias religiosas y la asistencia a la iglesia están lejos de ser los únicos factores que afectan la aceptación de la vacuna, según los investigadores.
La encuesta también descubrió una fuerte correlación entre la aceptación de las teorías de conspiración y el rechazo a la vacuna.
Si bien solo el 4% de los que “están completamente en desacuerdo” con QAnon, o la red de teorías de conspiración de amplio alcance propagadas por una figura anónima que se conoce con el nombre de “Q”, dijeron que rechazarían la vacuna, el 41% de los que “generalmente están de acuerdo con las teorías de QAnon”, dijo que no se vacunaría.
No obstante, parece que la mayoría de los estadounidenses, asistan o no a la iglesia e independientemente de su posición con respecto a QAnon, son receptivos a los esfuerzos de alcance basados en la fe.
Los que tienen dudas con respecto a la vacuna son particularmente receptivos a escuchar a los líderes religiosos, dijeron los investigadores.
Cuando se preguntó a los encuestados acerca de seis iniciativas religiosas diferentes para fomentar la vacunación, las acciones que tenían más probabilidades de inclinar su respuesta a la duda o el rechazo de la vacuna fueron el estímulo de un líder religioso, la vacunación de un líder religioso o la discusión sobre la vacuna en un foro en una comunidad religiosa.
“Los líderes religiosos pueden ser una fuente de información confiable para los grupos religiosos que no están seguros de vacunarse”, señaló Jones.
Jones agregó que, cuando se presentaron las seis iniciativas basadas en la fe a los encuestados, “el 26% de los estadounidenses que están en duda dicen que uno o más de estos enfoques basados en la fe los haría más dispuestos a recibir la vacuna”.
El impacto fue aún mayor entre los que asisten a servicios religiosos: el 44% de los que están en duda de vacunarse informan que es más probable que se vacunen y el 14% de los que se niegan a hacerlo dicen lo mismo.
Aproximadamente 4 de cada 10 de los evangélicos caucásicos que dudan en vacunarse dicen que los enfoques basados en la fe los harían más propensos a vacunarse.
Esa cifra aumenta al 47% entre los que asisten a los servicios de adoración de forma regular, expresó Jones.
“Incluso entre los [ciudadanos] más jóvenes que tienen menos probabilidades de estar vinculados a una iglesia, el 25% dice que sería más probable que se vacunen si uno o más de estos enfoques basados en la fe se llevaban a cabo”.
Los enfoques basados en la fe también serían efectivos con los seguidores de QAnon, y el 36% informó que sería más probable que se vacunen debido a una de estas iniciativas basadas en la fe, se mostró la encuesta.
En general, el estudio deja en claro que “los enfoques basados en la fe para cada persona son eficaces en la fomentación” de la aceptación de la vacuna, expresó Patel.
A la luz de este hallazgo, es posible que las comunidades de todo el país deseen no solo expandir los sitios de vacunación basados en la fe, sino también contratar “algún tipo de embajador de atención médica que se ocupe directamente de la fe”.
Fuente: Deseret News