Pte. Nelson: Dejemos que el amor verdadero florezca más que nuestro interés personal

abrazo

 En un episodio reciente del podcast de Church News, el élder David A. Bednar explicó que durante sus más de 16 años como apóstol, rara vez se le ha asignado un tema específico para un discurso de la Conferencia General.

El élder Bednar dijo:

milagros del templo - élder Bednar

“Ha habido casos en los que he estado sentado en el estrado, sabiendo que soy el siguiente, o que estoy a solo dos o tres discursantes de mi turno, y escucho como la continuidad empieza a formarse entre [los discursos], pensando: ‘Si hubiéramos planeado, organizado y coordinado estos mensajes, no se habrían realizado tan bien como se hace por el poder del Espíritu Santo’. 

Las personas que nunca mencionaron entre sí los mensajes que darían en la Conferencia General empiezan a formar un crescendo por medio de sus mensajes. Aquello es un milagro, es absolutamente milagroso. Así han sido organizados por los cielos, no por los mismos participantes”.

Personalmente, un tema que sentí fue principal durante la conferencia fue el llamado colectivo a ser más bondadosos.

Y cuando comencé a estudiar las notas al pie de página en la sesión de la Conferencia General, encontré un pensamiento del élder Dieter F. Uchtdorf que me encantó.

élder Uchtdorf

Después de explicar que con frecuencia se ha preguntado qué enseñaría Jesús si estuviera entre nosotros hoy, el élder Uchtdorf enumeró algunas verdades eternas enseñadas por el Salvador, entre ellas: 

“[Él] nos enseña a amarnos los unos a los otros y a “[llenarnos] de caridad para con los hombres””.

Acompañando esta verdad hay una nota al pie en la que el élder Uchtdorf comparte una forma en que podemos demostrar caridad a todos los hombres: 

“El proceso de cuidar a los demás brinda tanto al rico como al pobre una forma de refinar su carácter y conduce a ambos hacia la exaltación (véase Doctrina y Convenios 104:15–18)”.

Parte de nuestra experiencia en la vida terrenal es perfeccionar nuestro carácter, y me encanta que el élder Uchtdorf ofrezca una forma universal de cómo lograr esto.

El pasaje de las Escrituras que acompaña a esa nota al pie de página, Doctrina y Convenios 104: 15–18, también comparte cómo el Señor nos ha dado lo suficiente en nuestra búsqueda de formas de cuidar y preocuparnos por los demás:

“Y es mi propósito abastecer a mis santos, porque todas las cosas son mías.

Pero es preciso que se haga a mi propia manera; y he aquí, esta es la forma en que yo, el Señor, he decretado abastecer a mis santos, para que los pobres sean exaltados, de modo que los ricos sean humildes.

Porque la tierra está llena, y hay suficiente y de sobra; sí, yo preparé todas las cosas, y he concedido a los hijos de los hombres que sean sus propios agentes.

De manera que, si alguno toma de la abundancia que he creado, y no reparte su porción a los pobres y a los necesitados, conforme a la ley de mi evangelio, en el infierno alzará los ojos con los malvados, estando en tormento”.

Las Escrituras nos enseñan que el no preocuparse por los demás puede conducirnos a un tormento. Y, por el contrario, en la Conferencia General de octubre de 2019, el presidente Russell M. Nelson dijo: 

Nuestro gozo es brindar ayuda a otras personas; hacer un esfuerzo concienzudo por preocuparnos por los demás tanto o más que por nosotros mismos; en especial, podría añadir, cuando no resulta oportuno y nos aleja de nuestra comodidad. 

Vivir el segundo gran mandamiento es la clave para llegar a ser un verdadero discípulo de Jesucristo”.

El presidente Nelson nos impulsó a dejar que el verdadero amor hacia los demás florezca más que nuestro intereses personales.

Entonces, en un mundo que en ocasiones puede estar lleno de dolor, no me sorprende que nuestros líderes repitan el mensaje de la importancia de la bondad, la caridad y el cuidado de los demás. 

La bondad fraternal traerá gozo, no solo al que la recibe, sino también al que la da, y al final, aquella persona se convertirá en un verdadero discípulo de Jesucristo.

Fuente: Ldsliving

Comentarios
Gracias por las enseñanzas
Marina

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