En Goshen, un pequeño rincón al suroeste del condado de Utah, solo se escuchan susurros, el canto de los pájaros y el sonido de sandalias golpeando el suelo polvoriento. La reverencia se siente en el aire: no es una reunión, sino el rodaje de The Chosen, la exitosa serie sobre la vida de Jesucristo.

Durante tres semanas de mayo, más de 600 extras, en su mayoría fans voluntarios. se reunieron en el set para participar en las grabaciones de la sexta temporada. No cobran por estar ahí. Donan su tiempo, su energía e incluso sus propios disfraces con tal de formar parte de algo que, para muchos, va más allá del entretenimiento: una misión.

Créditos: Tess Crowley, Deseret News

“¡Acción!”, grita un asistente de dirección a través de un megáfono. Y como si fueran parte de una coreografía silenciosa, cientos de personas se mueven con orden y devoción mientras las cámaras capturan un enfrentamiento entre el soldado romano Atticus y el fariseo Yanni.

El clima inestable obliga a repetir la escena. El equipo ajusta luces, actores retoman posiciones y la paciencia se convierte en parte del proceso creativo. Al final, cuando por fin se logra la toma perfecta, los aplausos rompen el silencio del desierto. Dallas Jenkins, creador de The Chosen

“No estamos acostumbrados a que aplaudan después de grabar una escena. Pero cuando los fans están aquí, todo se llena de más alegría. Nos recargan el alma”.

Un set sagrado para una historia sagrada

Créditos: Tess Crowley, Deseret News

El lugar donde ocurre la magia no es cualquier sitio. Se trata del Motion Picture Studio South Campus, una réplica de Jerusalén construida por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en 2010. Desde la segunda temporada, The Chosen ha convertido este espacio en parte esencial de su narrativa visual.

“Este set fue construido con mucho cuidado y respeto por la historia. Se nota en cada detalle. Y cuando estás en un lugar así, te inspira a hacer lo mismo: contar la historia con autenticidad y honor”.

Los paisajes de Utah también enriquecen la filmación. Además de Goshen, el equipo rodó escenas en los Little Sahara Sand Dunes y en los Bonneville Salt Flats, parajes únicos que ofrecen un telón de fondo bíblico sin salir del estado.

Una comunidad de fe que se convierte en parte del elenco

Créditos: José Marcelo Quitral Canales

Lo extraordinario de The Chosen no solo está en la pantalla. Está detrás de cámaras, entre la multitud que, aunque desenfocada, sostiene la historia con su presencia.

Simona Pester, desde Irlanda del Norte, ya ha viajado cinco veces para ser extra en la serie. “Vale más para mí que cualquier posesión. Estoy dispuesta a dar mis tesoros para que otros puedan encontrar el verdadero tesoro”.

Desde Atlanta, Karla Cameron también llegó hasta Utah para apoyar el proyecto.

 “Tal vez alguien no va a leer la Biblia, pero puede ver esta serie y eso lo motive a abrir las Escrituras. Estoy aquí por la Palabra”.

Más que una serie: una comunidad

Créditos: Tess Crowley, Deseret News

The Chosen no es un producto tradicional de Hollywood. Es una producción financiada casi en su totalidad por donaciones de sus seguidores. En total, más de 280 millones de personas han visto la serie en 175 países y los fans han aportado más de 43 millones de dólares para que la sexta temporada sea posible.

“Siempre he considerado que esto es una sociedad entre nosotros y los fans. Y cuando vienen al set, se vuelve aún más real. Ellos ven cuánto trabajamos y nosotros sentimos su pasión. Eso cambia todo”.

En Utah, mientras los focos se encienden y las cámaras giran, el verdadero milagro ocurre entre bastidores: personas de distintas partes del mundo, unidas por su fe y su amor por Jesucristo, dan vida a una historia que no deja de inspirar.

Fuente: Deseret News

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