Si alguna vez has batallado con sentimientos o intenciones suicidas, sabes cuán difícil es ser abierto y pedir ayuda respecto a eso. Sin embargo, el compartir tu experiencia es esencial para poder recibir apoyo y ayuda, no solamente para sobrevivir sino también para progresar.

Puede parecer imposible, pero siempre hay formas en las que puedes tomar el control y convertirte en tu mejor defensor.

Comprende la diferencia entre sentimientos e intención

La palabra “suicida”se ha utilizado para implicar muchos diferentes estados de angustia y experiencia. Algunas personas anhelan morir o se sienten tan terrible que desearían estar muertas. Otros piensan y actúan sobre esos pensamientos y se lastiman así mismos. Y otros, trágicamente, llevan a cabo todo un plan para quitarse la vida. Estos diferentes estados ayudan a diferenciar entre los sentimientos suicidas y las intenciones suicidas.

Muchas personas, especialmente aquellas que padecen de una enfermedad física o mental paralizante, pueden anhelar tener alivio a través de la muerte. Otros, a pesar de que piensan en autolesionarse, no tienen intención de actuar sobre dichos pensamientos.

La mayoría de los profesionales en el mundo de la salud mental, usan el término “suicida” para describir a alguien que tiene una intención “suicida”. Esto significa que la persona tiene la intención de autolesionarse y está haciendo planes serios para hacerlo.

Si tu tienes intentos suicidas, por favor queremos que sepas que tú no eres una persona terrible. Sin embargo, estás enfrentando una terrible situación. Es muy probable que muchas personas entiendan el dolor que has experimentado. Lo más probable es que hayas intentado durante mucho tiempo y que nada haya mejorado.

Necesitas ayuda ahora mismo, pero no hay necesidad de avergonzarse de eso. No esperes. Continúa leyendo. Llama a una línea de ayuda. Las personas con las que hablarás te escucharán y no te juzgarán, ellos te ofrecerán una conversación segura en la que puedes ser honesto y vulnerable. Prométete a ti mismo que no harás nada y que llamarás para pedir ayuda.

Menciona la enfermedad mental

Una de las mejores maneras de abrirte respecto a tus sentimientos es comenzando por pequeños pasos. Para muchos de los que luchan con sentimientos de suicidio, la enfermedad mental juega un factor importante. Puedes obtener más fortaleza al hablar sobre tu salud mental en tu vida diaria. Puedes comenzar con algo tan simple como decir: “hoy fui a hablar con mi terapista y me fue muy bien” ó decir “la depresión me está golpeando fuerte hoy”.

Al mencionar tu enfermedad mental, puedes ayudar a combatir el estigma y a educar a quienes te rodean. Te resultará más fácil tener conversaciones más profundas si puedes superar esas primeras barreras de admitir que tienes una enfermedad mental y sobre cómo eso impacta tu vida diaria.

 Busca seguridad emocional

Cuando te abras sobre tus sentimientos, enfócate en aquellos con los que te sientas emocionalmente seguro. Aquellos que ofrecen seguridad emocional son aquellos que no hacen comentarios despectivos, que se abstienen de juzgarte y que afirman su amor y compromiso. Tú te das cuenta cuando hablas a ese tipo de persona que ellos verdaderamente se preocupan por ti, incluso si no comprende tu situación completamente.

Una persona emocionalmente segura puede ser un miembro de tu familiar, un amigo, un compañero de trabajo, un profesional de la salud ó un líder eclesiástico. Hablar con alguien que ha batallado con experiencias de suicidio también puede ser útil.

Comienza la conversación

Una de las partes más difíciles de hablar sobre el suicidio es la primera parte: comenzar la conversación. Si estás ansioso, puedes utilizar la tecnología o los medios sociales para hablar con más facilidad. También puedes considerar simplemente preguntarle a alguien si tiene tiempo para hablar contigo. Diles que se trata de tu salud mental y que necesitas un poco de apoyo.

Practica anticipadamente

Es normal que para aquellos que no han experimentado pensamientos suicidas sea más difícil comprender por lo que estás pasando. Pero esto no significa que no te puedan ayudar. Puedes hacer que la comunicación sea más productiva al tratar de explicar claramente y honestamente cómo te estás sintiendo.  Una forma para lograr una buena conversación es practicando. Piensa en cómo te estás sintiendo y cómo lo quieres describir a alguien. Sé claro respecto a tus sentimientos y de qué forma están impactando tu vida o en qué nivel de intención te encuentras.

¿Qué necesitas?

Algo importante que necesitas para estar preparado para hablar con los demás es saber tus necesidades actuales. ¿Tu intención suicida es tan fuerte que sientes que necesitas visitar una instalación médica? ¿Quieres comenzar terapia o conocer sobre los medicamentos? Quizás estás inseguro. No importa lo que estés pensando, menciona estas cosas en tu conversación. Hay muchas probabilidades que la persona a la que estés hablando no sepa qué hacer, a menos que sea un profesional de la salud. Pero les puedes ayudar haciéndoles saber qué es lo que necesitas.

Una de las cosas más importantes que puedes discutir es un plan de seguridad. Esto incluye quitar todos los objetos peligrosos, tales como cuchillos ó armas de fuego.

Un momento de valentía

Nunca tendrás un momento perfecto. Nunca tendrás una persona perfecta con quien hablar. Encontrarás muchas excusas para no hablar con alguien. Quizás necesites usar toda tu energía y toda tu fuerza para crear un momento de valentía. Ese momento podría ser ahora mismo. Tú mereces ayuda. Tú mereces apoyo. No parece justo que tengas que luchar para tener la ayuda que necesitas pero no te rindas. Pide ayuda ahora mismo.

 

Este artículo fue escrito originalmente por Aleah Ingram y fue publicado en ldsdaily.com, con el título: “How to Talk About Your Suicidal Feelings & Intentions”