“Como padre o apoderado de hijos adolescentes, ¿cómo podemos saber qué joven o jovencita es la persona más adecuada para nuestros hijos?”
Me enseñaron, como a muchas jovencitas, que siempre debes decir sí a un chico que te invita a bailar e incluso en una cita casual. Aunque los tiempos han cambiado, ese pensamiento aún sigue presente, y aunque a la vista parece genial, es bueno revisar lo que le estamos enseñando a nuestros hijos adolescentes y cuándo debemos aplicar esa regla.
Las fiestas de la secundaria o de estaca vienen con cierta emoción y expectativa, pero para algunas jóvenes un baile equivale a enormes cantidades de ansiedad. ¿Qué pasa si el chico que les gusta les pide salir en una cita? ¿O qué pasa si ese otro chico, el que casi nunca habla y es super tímido, la invita a salir?
Como padre o apoderado de hijos adolescentes, ¿cómo podemos saber qué joven o jovencita es la persona más adecuada para nuestros hijos? La verdad es que no conocemos a las personas con las que interactuarán nuestros hijos, por lo que tenemos que enseñarles a discernir y escuchar las impresiones del Espíritu.
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¿Cómo podemos enseñarle a nuestros hijos a reconocer el Espíritu y desarrollar el don del discernimiento?
La mejor manera de empezar es validando sus sentimientos. Si tu hija te dice que no se siente cómoda yendo a una cita con cierto joven, el que te ayuda haciendo servicio y parece ser el mejor chico, no discutas con ella. Por el contrario, pídele que comparta sus sentimientos.
¿Se siente así porque está nerviosa, asustada o porque tiene una sensación interna que es parecida a una advertencia? Hablo regularmente con mis hijos sobre los momentos en los que me siento nerviosa o asustada y qué existe una sutil diferencia entre eso y el sentimiento que tengo cuando el Espíritu me está alejando de algo que podría hacerme daño.
Cabe resaltar que el Espíritu podría no advertirnos sobre cada situación o circunstancia. A menudo, aquellos que viven en rectitud y hacen lo mejor que pueden para seguir al Espíritu pueden encontrarse en situaciones difíciles o incluso dañinas.
Experimentar abuso, presión de grupo, un asalto u otras situaciones negativas mientras estás con alguien en quien confías no reflejan tu valor y dignidad. Incluso los profetas a lo largo de las Escrituras y en los tiempos modernos han sufrido experiencias similares. Nunca tendrás la culpa de las acciones de los demás.
Aprender a escuchar al Espíritu puede ayudarnos a proporcionarnos una medida de protección y un medio para sanar cuando suceden cosas negativas.
Otra forma en que les he explicado lo que es el discernimiento a mis hijos pequeños es preguntándoles si alguna vez han conocido a alguien que los ha hecho sentir totalmente en paz, felices y como si hubieran conocido a esa persona durante mucho tiempo o si han conocido a alguien que los hizo sentir incómodos e inseguros.
Ese es el discernimiento, y aunque a veces puede ser difícil medir las respuestas emocionales de las advertencias del Espíritu, podemos decir una oración rápida y tratar de seguir las impresiones que recibimos. La parte difícil es cuando vienen a través de un amigo en el que confiamos.
¿Qué debemos hacer con esos sentimientos?
He tenido situaciones como esta en las que alguien de confianza me puso en contacto con alguien que me dio un mal presentimiento. Retirarme lo más cortésmente posible y disculparme nunca me ha hecho daño. Fue sólo cuando me quedé con esa compañía después de recibir una advertencia del Espíritu que sufrí las consecuencias negativas.
El don del Espíritu es una guía maravillosa para nosotros y si desalentamos a nuestros adolescentes a seguir las impresiones espirituales al rechazar una invitación, una fiesta o una cita, entonces estamos pidiéndole a nuestros hijos que ignoren el Espíritu.
He visto a algunos de mis amigos salir lastimados debido a que sentían que no podían decir que no a una cita. Aún pueden ocurrir cosas malas a pesar de nuestros mejores esfuerzos, pero si estamos haciendo todo lo posible para usar toda la armadura de Dios, nuestras probabilidades contra el mal definitivamente aumentan.
¿Pero no debería al menos darle una oportunidad a ese chico? ¿No debería decirle que sí a esa invitación? ¿Debería aceptar todas las solicitudes de amistad en las redes sociales?
Buscar agradar a las personas es una forma peligrosa de vivir la vida y es una de las cualidades más vitales que algunas personas buscan en los demás. Asimismo, complacer a las personas puede complicar nuestras futuras relaciones con los demás.
Cómo preparar a nuestros hijos
Si queremos preparar a nuestros hijos para la batalla de la vida, la mejor armadura que podemos darles es la confianza en sí mismos para seguir al Espíritu. Podemos hacer esto con nuestro ejemplo, también es importante brindarles confianza e invitarlos a compartir y a practicar. Se cometerán errores, pero así es como aprendemos.
Es imperativo enseñarles a nuestras hijas e hijos que está bien rechazar citas individuales o grupales. Si los chicos entienden que las chicas podrían decirles que no y viceversa, tal vez la experiencia no sea tan devastadora.
Tomarse un tiempo para recordarle a nuestros hijos adolescentes sobre las diferencias de opiniones y atracciones les ayudará a navegar en sus relaciones actuales y futuras de la mejor manera.
Estamos preparando a la próxima generación de líderes en la Iglesia y en nuestra sociedad. El objetivo es enseñarles a seguir el ejemplo de Cristo en todas las cosas y a tener plena confianza en el Espíritu y su valor divino. Podemos ayudar a nuestros adolescentes a reconocer cómo seguir guía, mantenerse a salvo y no causar daño a otros.
Nuestra enseñanza y ejemplo los prepararán para manejar cualquier situación de la vida, no solo un baile de secundaria o de estaca.
2 formas de rechazar a alguien que te pide una cita
Método honesto y sin excusas:
“No gracias.”
“Gracias por invitarme, pero voy a tener que decir que no.”
Método de compromiso previo:
“No puedo ir porque tengo otros planes.”
¿Pero qué pasa con los bailes de estaca? A menudo hay más presión por estos eventos. Quizás tu hijo o hija no tenga decidido lo que debería hacer. Aquí hay algunos puntos que pueden discutir para ayudar a tus hijos a decidir si deben ir salir en una cita o no.
- Háblame de tus preocupaciones.
- ¿Por qué no quieres ir con este chico/chica?
- ¿Qué crees que pasará si dices que no?
- ¿Y si dices si?
- Si no importara lo que alguien más pensara, ¿qué harías?
¿Cuáles son algunas de las reglas que has establecido en tu hogar con respecto a las citas casuales y citas formales a un baile?
Soy consciente de una regla común que se usa con frecuencia: debes decir sí a la primera persona que te invita a bailar. En realidad, esta regla podría dañar la capacidad de nuestro adolescente de decir sí o no a las citas casuales.
Revisa lo que crees que deben hacer y asegúrate de que todavía tengan espacio para su albedrío en el ámbito de las citas. Habla con ellos sobre las formas apropiadas de establecer límites y practica con tus hijos adolescentes cómo decir no de una manera respetuosa.
Si él o ella está preocupado por herir los sentimientos de alguien, quizás sea mejor no ir al baile. En esta situación, puedes planificar otro evento (incluso ir de compras) para que tus hijos tengan algo que hacer.
El método de compromiso previo es una forma conveniente y libre de estrés para rechazar una cita, pero aún así recomendaría el método honesto y sin excusas por dos razones:
- Ciertos jóvenes son persistentes y no se rendirán si es que piensan que tu hija o hijo podrían decir que sí en otra ocasión.
- Eso no le enseña a tus hijos la valiosa habilidad de resolución de conflictos y toma de decisiones. Estas habilidades son críticas para los adultos, ya sea en su hogar como padre o como profesional en su centro de trabajo.
Invita a tu hija o hijo a orar por guía, tranquilidad y un aumento del Espíritu. Dales tiempo para identificar sus preocupaciones y temores de las impresiones y guías del espíritu. Este es un buen momento para recordarle a tus hijos la mejor manera de recibir la guía del Señor. Considera la decisión, toma la decisión y luego solicita una confirmación.
Salir en citas debe ser divertido y emocionante para nuestros adolescentes a medida que desarrollan sus habilidades sociales, aprenden sobre sí mismos y descubren las cualidades que desean en un futuro cónyuge.
Con orientación y aliento, podemos armar a nuestros hijos con las habilidades que necesitan para tener éxito. Una de esas habilidades es el poder del “No” y aprender a comunicarse respetuosamente con los demás. Sí, está bien decir que no. Y con suerte habrá grandes oportunidades para decir sí en el futuro.
Este artículo fue escrito originalmente por Rachel J. Christensen y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “Why It’s a Bad Idea to Teach Teens to Never Say “No” to a First Date”