Más que un anillo, un recordatorio diario
Muchos recordamos con cariño el momento en que recibimos nuestro primer anillo HLJ. Tal vez fue un regalo especial por nuestro bautismo, una clase de Primaria o al prepararnos para recibir el Sacerdocio Aarónico. Aunque parecía solo un anillo, era una invitación a vivir de acuerdo con lo que creemos.
Con el tiempo, ese pequeño anillo ha estado con nosotros en decisiones grandes y pequeñas. Es un escudo simbólico, un recordatorio constante de que podíamos tomar buenas decisiones, incluso cuando nadie nos estuviera mirando.
¿De dónde salió esta idea?
En los años 70, un grupo de mujeres líderes de la Iglesia recibió la asignación de crear una manera sencilla de enseñar a los niños cómo vivir de acuerdo con el evangelio. Entre ellas estaba Naomi W. Randall, quien también escribió el himno «Soy un hijo de Dios».
Pensaron en algo que los niños pudieran llevar consigo. Como los varones en esa época no solían usar collares o pulseras, un anillo parecía la mejor opción. Así nació el diseño del escudo verde con las letras CTR (Choose the Right), que en español usamos como HLJ (Haz lo Justo).
Una hermosa manera de enseñar que podemos ser constantes en medio de los cambios.
El escudo verde que conquistó el mundo
Desde que se introdujo oficialmente en 1970 como parte del plan de estudios de la Primaria, el anillo HLJ se ha convertido en uno de los símbolos más reconocidos y queridos por los Santos de los Últimos Días. Cada niño de 6 o 7 años recibía uno como parte de su aprendizaje sobre la importancia de las decisiones correctas. El anillo ha estado presente en lecciones, recuerdos de la Primaria, misiones, decisiones difíciles y también en momentos de inspiración.
Hoy en día, ese anillo se encuentra en decenas de idiomas. Hay versiones en portugués, francés, japonés, e incluso en idiomas ficticios como élfico o klingon. Más allá del idioma, el mensaje es el mismo
Decide con fe y haz lo justo.
¿Qué significa realmente “Haz lo Justo”?
A veces pensamos que HLJ se trata de nunca equivocarse, pero no es así. HLJ no es una regla rígida, es una invitación a esforzarse por hacer lo correcto con la ayuda del Espíritu Santo. En palabras del presidente Gordon B. Hinckley, quien presentó el programa CTR a toda la Iglesia cuando era apóstol, se trata de enseñar a los niños desde temprano a “elegir lo correcto, con la ayuda del Señor”.
HLJ no es una etiqueta que se gana por ser perfecto. Es una brújula espiritual para el camino diario, especialmente en momentos de duda o tentación.
Nuevos emblemas, misma fe
La Primera Presidencia ha enseñado que los símbolos pueden fortalecer la fe. Cuando vemos a un niño con su anillo HLJ, o cuando lo notamos en nuestra propia mano, podemos recordar que somos discípulos de Jesucristo, y elegimos seguirlo con firmeza.
Recientemente, la Iglesia ha introducido nuevos símbolos de pertenencia para niños y jóvenes, incluyendo un anillo con torres de templo en lugar de las letras HLJ. El mensaje no cambia: recordar quiénes somos y hacia dónde vamos. Estos nuevos anillos invitan a los niños a mirar hacia el templo y a seguir en el sendero de los convenios.
Aun así, el anillo HLJ sigue vigente. Muchos miembros lo usan como una forma de expresar su fe y compromiso. Está en camisetas, collares, stickers y mil formas más. Lo importante no es el diseño, sino lo que representa.
¿Por qué sigue siendo relevante?
Hoy más que nunca, necesitamos recordatorios que nos ayuden a mantenernos firmes. En un mundo lleno de opiniones, distracciones y presiones, estas tres letras siguen siendo un escudo. No un escudo que nos aísla, sino uno que nos acompaña y nos protege mientras intentamos vivir como discípulos verdaderos.
No necesitamos complicarnos para seguir al Salvador. Solo necesitamos estar dispuestos a actuar con rectitud, escuchar al Espíritu y seguir la luz que ya tenemos.
Fuente: LDS Daily
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