El Comité de Estados Unidos para Refugiados e Inmigrantes (USCRI, por sus siglas en inglés) está llevando a cabo un programa de alfabetización digital para refugiados e inmigrantes con el financiamiento de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Hasta el momento, se han donado laptops y materiales de estudio a refugiados e inmigrantes.
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Dylanna Grasinger, directora sénior de oficinas de campo del Comité de Estados Unidos para Refugiados e Inmigrantes, compartió parte de los resultados de su labor.
“Tenemos historias de cómo nuestros esfuerzos han tenido un gran impacto en las familias con niños que han atravesado muchos desafíos. Nuestros esfuerzos tienen un gran impacto en las madres solteras que pueden no tener recursos al comienzo del período de reasentamiento o han vuelto a trabajar y tienen desafíos en otras áreas”, dijo.
Sin una computadora o acceso a Internet, otros inmigrantes y refugiados se sintieron socialmente aislados o apartados de sus familias.
Los niños no pudieron recibir educación a distancia durante los periodos de aislamiento social. Los padres no podían encontrar trabajo.
No obstante, con el acceso digital y las capacidades de aprendizaje de idiomas, una mayor parte de ellos pudo trabajar, buscar más oportunidades educativas y apoyar a sus familias.
“Este financiamiento… ha podido ayudar a abordar esas necesidades”, dijo Grasinger.
El programa comenzó en Colchester, Vermont, y se expandió a otros seis sitios en áreas metropolitanas con un número significativo de inmigrantes y refugiados: Erie, Pensilvania; Cleveland, Ohio; Des Moines, Iowa; Albany, Nueva York; Dearborn, Míchigan; y Raleigh, Carolina del Norte.
El objetivo del proyecto era proporcionar 180 computadoras portátiles o Chromebooks a inmigrantes y refugiados en esas siete áreas. A la fecha, se han distribuido 214 laptops.
Algunos hogares necesitaban más de una computadora portátil para varios miembros de la familia, por lo que aproximadamente 446 personas han sido beneficiadas hasta la fecha a través del programa, lo que representa alrededor de 166 hogares.
Los beneficiarios incluyeron refugiados e inmigrantes de muchos países, incluidos: México, Honduras, Guatemala, Afganistán, Congo, Burundi, Venezuela, El Salvador, República Dominicana y Filipinas.
Grasinger explicó que los fondos de la Iglesia no solo han ayudado con los esfuerzos tecnológicos y de alfabetización digital, sino de muchas otras maneras a medida que USCRI ayuda a los refugiados e inmigrantes.
“Cuando la sede originalmente elaboró la propuesta, lo que estábamos buscando era asegurarnos de que una población vulnerable no se perdiera en un hoyo. Queríamos asegurarnos de que el acceso a la tecnología [fuera posible]”.
Grasinger dijo que USCRI ahora puede construir con los fondos que la Iglesia otorgó a la organización. Por ejemplo, la oficina de campo de Erie recibió una subvención de alfabetización digital a través del estado de Pensilvania para continuar con sus labores.
Ella dijo que es un ejemplo del trabajo conjunto de diferentes tipos de grupos (religiosos, sin fines de lucro y políticos) para mejorar las vidas de los necesitados.
Fuente: Church News