La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días “no respalda, promueve ni se opone a ningún partido, candidato ni plataforma política”.
También te puede interesar: “Los profetas y la política: ¿Qué es lo que han dicho al respecto? “
Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, debemos comprender la diferencia entre ejercer nuestros derechos como ciudadanos y la relación entre la Iglesia y la política.
En una carta sobre la neutralidad política de La Iglesia de Jesucristo, la Primera Presidencia aclara que la Iglesia no toma partido ni se coloca a favor o en contra de ningún partido político.
En el sitio web de la Sala de Prensa de la Iglesia, leemos:
“La misión de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es predicar el Evangelio de Jesucristo, no elegir líderes gubernamentales.
La Iglesia de Jesucristo es neutral en asuntos de partidos políticos. Esto aplica en todas las naciones en las que la Iglesia esta establecida”.
Con respecto a la actividad política y cívica de sus miembros, la Iglesia alienta a “informarse sobre temas de interés publico y votar en las elecciones” y que “participen en el proceso político de una manera civil”.
Se nos enseña que siempre debemos buscar revelación y actuar en oración según nuestras decisiones. Sobre el espíritu de revelación, el élder David A. Bednar enseñó:
“El espíritu de revelación está al alcance de toda persona mediante la debida autoridad del sacerdocio…
Esta bendición no se limita a las autoridades que presiden la Iglesia, sino que le pertenece y debe estar en vigor en la vida de todo hombre, toda mujer y todo niño que alcanza la edad de responsabilidad y que entra en convenios sagrados. El deseo sincero y la dignidad invitan al espíritu de revelación a nuestra vida…
A medida que procuren y apliquen de manera apropiada el espíritu de revelación, les prometo que “[caminarán] a la luz de Jehová””
Al buscar la guía del Espíritu, nuestras decisiones serán más asertivas y sentiremos la influencia del Señor en nuestras decisiones seculares.
Sobre todo, al ejercer nuestros derechos como ciudadanos, debemos respetar la opinión de nuestro prójimo.
Durante una Conferencia General, el presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia, dijo que incluso en medio de toda la ira y confusión dentro del panorama político actual, como seguidores de Jesucristo, debemos “amar a nuestros enemigos”. Él enseñó:
“Es posible obedecer y procurar mejorar las leyes de nuestra nación, y también amar a nuestros adversarios y a nuestros enemigos”.
El apóstol nos recordó que a pesar de las diferencias entre los candidatos y sus propuestas “debemos renunciar a la ira y al odio con que se debaten o condenan las decisiones políticas en muchos casos”.
A pesar de su neutralidad política, la Iglesia siempre ha alentado a los miembros de la Iglesia a participar e involucrarse en los procesos políticos “de manera ordenada y clara”.
Como Santos de los Últimos Días, podemos ejercer nuestros derechos como ciudadanos en las elecciones de nuestros líderes gubernamentales buscando conocer a los candidatos y sus propuestas, y así votar de acuerdo con nuestra conciencia y principios cristianos.
Fuente: Church News