Desde que tengo memoria, he escuchado la misma frase una y otra vez en la Iglesia. Es probable que también la hayas escuchado miles de veces en el transcurso de tu vida como miembro de la Iglesia.
La frase es: “Sé que la Iglesia es verdadera…”
He usado esa frase cientos de veces, quizá incluso hayan sido miles de veces a lo largo de mi vida. Pero, ¿qué significa decir “la Iglesia es verdadera”?
Es probable que hay otras frases parecidas con las que quizá estés familiarizado, frases como: “Sé que pertenezco a la Iglesia verdadera” o “Estoy tan feliz de haber encontrado a la única y verdadera Iglesia”.
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Sin embargo, no hay nada que pueda molestarle más a un miembro de otra denominación cristiana que cuando un miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hace esa declaración o afirmación.
Un amigo mío y recién converso de la Iglesia recuerda esa frase durante su tiempo como investigador como el sonido de unas uñas arañando una pizarra.
El origen
Aunque puede que un miembro no sea directo al decirlo de esa manera, otra persona puede interpretar esta afirmación de “una iglesia verdadera” como un ataque a su propia fe o un intento de hacer que la fe o la Iglesia de otro sea irrelevante o inferior.
No creo que esa sea la intención de la mayoría de los miembros que usan esa frase. Sé que la he usado, siempre ha sido por gratitud hacia mi comprensión sobre la plenitud del evangelio y la restauración. Pero aún así, puedo ver cómo algunas personas podrían no interpretarlo de esa manera.
Entonces, ¿de dónde viene la frase “la única Iglesia verdadera” y por qué comenzamos a decirla con tanta frecuencia?
Salió de Doctrina y Convenios Sección 1, y en este caso, dicha frase repetida con frecuencia, proviene del Señor. Él dice que esta Iglesia: “Es la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Señor, estoy bien complacido”. Es bastante claro y simple, ¿verdad?
El Señor está complacido con una iglesia… la única Iglesia verdadera. La Iglesia restaurada. Es un poco difícil escapar de esa declaración o descartarla si es que crees que Doctrina y Convenios es realmente parte de las escrituras. Si es el Señor quien lo dice… entonces también deberíamos poder decirlo, ¿verdad?
No obstante, no creo que el Señor lo haya dicho en la forma en que se transmite con tanta frecuencia en el púlpito y que luego se mal interpreta por otros.
¿La Iglesia verdadera?
Cuando alguien dice que “la Iglesia es verdadera”, ¿a qué se refiere? ¿quieren decir que su gente es real? ¿o quieren decir que la institución es verdadera? O tal vez ambos?
Cuando uno dice que algo es “verdadero”, ¿qué significa realmente?
La etimología de la palabra “verdadero” en forma de adjetivo lo describe como algo de “carácter o condición moral, procedencia o pertenencia”. Comprende las siguientes características: “Efectivo, seguro, práctico, real o positivo. Sincero, franco, confiado, ingenuo, leal o cordial”.
Como verbo, la palabra “verdadero” también denota “llevar algo a la forma, alineación o posición exacta requerida”.
En efecto, hacer algo “verdadero” es el acto de tomar algo y llevarlo a su posición correcta y luego guiarlo en esa dirección. Eso resalta más la dirección en la que se dirige la Iglesia en el futuro y no tanto de en dónde se encuentra ahora.
Eso es lo que el Señor le explicó a José Smith en Hiram, Ohio el 1 de noviembre de 1831. Jesucristo se “complace” de haber podido “posicionar”, organizar y restaurar una institución de un mundo religioso perdido, fragmentado y confuso (en oscuridad y tinieblas) y luego establecer un curso para que esa Iglesia continúe.
Pero incluso después de haber trazado un curso “verdadero”, sabía que esta Iglesia tendría que hacer correcciones en su curso con el paso del tiempo.
Entonces, el Señor combinó la palabra “verdadera” con la palabra “viviente” para describir mejor la naturaleza de dicha Iglesia. La parte “viva” de la Iglesia es lo que hace que continúe moviéndose en una dirección “verdadera”.
La Iglesia viviente
La parte “viviente” de la Iglesia es lo que continuamente proporciona las correcciones del curso, y sin eso, la Iglesia ya no sería verdadera. La dirección de la Iglesia lo es todo.
Cualquier institución que pierde su dirección se convierte en una institución que no está en un curso o trayectoria “verdadera”. Por ejemplo, el Señor puso a toda la Iglesia bajo condena por su negligencia para con el Libro de Mormón en 1832.
Supongo que el Señor no estaba muy satisfecho con la dirección de la Iglesia en ese momento, y su revelación de 1832 a José Smith sobre lo ocurrido es un ejemplo de una corrección del curso hecha por el Señor a través de su “profeta viviente” para regresar Su Iglesia a su “verdadera” dirección.
Eso es en realidad lo que diferencia a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de otras denominaciones. La revelación. Los profetas vivientes. La guía. La dirección.
Dios restauró Su Iglesia, del desierto, del polvo, de la oscuridad… la colocó sobre una base segura y firme de apóstoles, profetas y revelación... y luego señaló a esa Iglesia en la dirección correcta. Así es como la Iglesia se volvió “verdadera” en relación a la dirección en la que se mueve.
Con cuidado y amor, mas no con orgullo
Creo que debemos especificar a qué nos referimos cuando hacemos una declaración sobre la veracidad de la Iglesia.
Si alguien se pone de pie y dice que “tenemos toda la verdad” en esta Iglesia, sería una contradicción a nuestras creencias básicas. No pretendemos tener toda la verdad, pero de acuerdo con nuestros artículos de fe, afirmamos ser buscadores de toda verdad. Continuamente buscamos y adoptamos toda la verdad desde donde sea que se encuentre.
La Iglesia no puede ser completamente “verdadera” en el sentido de integridad o perfección.
¿Cómo podría ser así cuando esperamos ansiosamente más luz y conocimiento?
“Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios.” -Artículo de Fe Nº 9
Eso quiere decir “más verdad”, por así decirlo. Esa es la parte “viviente” de la Iglesia que la mantiene moviéndose en una dirección “verdadera”.
Lo que sí afirmamos es que a esta Iglesia se le ha dado la autoridad adecuada para administrar las ordenanzas salvadoras para los vivos y los muertos. Eso, junto con un profeta viviente y una revelación continua, es lo que proporciona “dirección en un mundo perplejo.
Eso es lo que la mayoría de la gente quiere decir cuando dice “la iglesia es verdadera”. Pero no todos van a entender eso, especialmente si nos visitan por primera vez.
Ser miembro de esta Iglesia sólo significa que tienes la gran responsabilidad de buscar y aplicar dichas verdades. Se trata de permanecer en el camino que te lleva a la verdad y permanecer abierto a la parte “viviente” de la Iglesia que nos mantiene en el camino correcto hacia Dios.
Hay formas ilimitadas de describir nuestra alegría y entusiasmo por la restauración. Espero que podamos encontrar una mejor manera de describir y transmitir las verdades y la belleza de la restauración en nuestra conversación diaria con el mundo.
Fuente: gregtrimble.com