Parte de nuestro propósito en la vida se centra en nuestro crecimiento temporal así como espiritual. Sin embargo, las experiencias que cada persona atraviesa pueden provocar sentimientos que pueden ser difíciles de sobrellevar.
Sentirse nervioso, aprensivo o ansioso a veces es parte de la vida mortal. Nuestras emociones pueden ser un gran impulso saludable y motivador, así como un medio que lleva a muchos a la oscuridad.
La ansiedad, sobre todo en estos tiempos, puede afectar a toda persona, sin importar su edad, procedencia, religión o experiencias de vida. Esta es una realidad incluso para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La ansiedad: Un enemigo real
En una entrevista, la hermana Carol Costley, miembro del consejo asesor general de las Mujeres Jóvenes, la hermana G. Sheldon Martin, consejera profesional de salud mental, y el élder Marcos A. Aidukaitis, Setenta Autoridad General de la Iglesia de Jesucristo, analizaron lo que los líderes y las familias pueden hacer por los miembros y seres queridos que atraviesan desafíos con la ansiedad.
El élder Aidukaitis también compartió su experiencia con la ansiedad y cómo podemos utilizar los recursos que brinda la Iglesia de Jesucristo y la ayuda profesional disponible cuando sea necesario.
Él compartió que el embarazo de su esposa fue muy difícil, ella corría el riesgo de perder al bebé y que por otro lado, un miembro de su familia estaba gravemente enfermo. Tenía muchos problemas en su trabajo y se veía abrumado por sus cargas eclesiásticas.
El élder Aidukaitis expresó que empezó a preocuparse de gran manera por todo lo que le estaba sucediendo lo cual, con el tiempo, le llevó a caer en la depresión.
“Ese fue un período muy difícil en mi vida, un período muy oscuro en mi vida. Me hubiera gustado haber podido encontrar ayuda desde antes para poder evitar que eso sucediera… No sabía a quién acudir”.
Esperanza y Ayuda
En la actualidad, hay muchos recursos disponibles para aquellos que necesitan ayuda profesional.
Asimismo, el élder Aidukaitis recomendó mantenerse alertas a cualquier señal, incluso la más pequeña, “de preocupación, de angustia emocional” , aquello puede ayudar a las personas a evitar que su salud emocional se agrave, tal como le sucedió a él.
La Iglesia de Jesucristo invita a todos a explorar la sección Esperanza y Ayuda que se puede encontrar en su sitio web oficial y en la aplicación Biblioteca del Evangelio.
“Utiliza estas páginas de temas, con espíritu de oración, cada vez que te sientas agobiado, para obtener esperanza o ayuda para tus necesidades o para apoyar a tus seres queridos”.
La hermana Martin hizo hincapié en normalizar la búsqueda de ayuda y la utilización de estos recursos, sin dejar de lado el acceso a un tratamiento médico profesional.
“No debemos minimizar el papel y la importancia del tratamiento médico y los profesionales y cuidadores de la salud, y el papel que el Salvador puede desempeñar de manera única en la vida de alguien”.
Lo que podemos hacer por nuestros seres queridos
A las muchas presiones y exigencias de la vida, las falsas expectativas, los estudios, el trabajo, entre otros, se suman las comparaciones causadas por las redes sociales, lo cual puede llevar a muchos a inconformidades, depresión, ansiedad, baja autoestima, solo por mencionar algunos.
La hermana Costley recomendó que es importante recordar que es posible dar un paso al costado, tomar un respiro y reflexionar sobre lo que realmente es importante.
Escuchar, realmente prestar atención a sus preocupaciones y necesidades, hará que aquellos que pasan por un momento de dificultad puedan encontrar apoyo y verdadero interés.
“Podremos ser un recurso en sus vidas, además del Salvador”, dijo la hermana Costley.
Se nos ha enseñado a ser más como el Salvador, y eso conlleva llorar con los que lloran, consolar a los que necesitan de consuelo, en sí, servir a la manera del Señor siguiendo su guía.
Como hermanos y hermanas ministrantes, también podemos ser sensibles a las impresiones del Espíritu, podremos identificar oportunidades para ayudar a quienes lo necesitan, y no solo a las personas a las que se nos ha asignado ministrar.
“Creo que hay muchas personas a nuestro alrededor que hoy en día oran pidiendo ayuda. Es mi deseo que podamos estar en sintonía con el Espíritu, para que podamos reconocerlo y actuar de manera inmediata”, expresó el élder Aidukaitis.
Una ayuda disponible para todos
Lo que muchos buscan está al alcance de la mano. Podemos compartir estos recursos con quienes lo necesiten o hacer, nosotros mismos uso de estos.
Ya sea por medio de sus hijos y de la tecnología e Señor siempre nos facilitará los recursos que sean necesarios para la recuperación de aquellos que pasan por depresión y/o ansiedad.
El élder Aidukaitis finalizó diciendo:
“Sé que, de una manera más profunda, el mayor mentor que tenemos es nuestro Salvador y Señor Jesucristo. Y Él conoce estos sentimientos de manera personal. No debemos olvidar eso. Él tomó sobre sí nuestras debilidades. Él entiende “cómo socorrer a Su pueblo según sus debilidades”.
Si seguimos los principios y las instrucciones que se encuentran en Esperanza y Ayuda y el evangelio de Jesucristo, estaremos destinados a resolver la mayoría de los problemas de nuestra vida”.
Fuente: Church News