“Les prometo… que los ángeles les ministrarán a ustedes también. Puede que no los vean, pero estarán allí para ayudarles y ustedes podrán sentir su presencia”. – Ezra Taft Benson
Podemos sentir la influencia de los ángeles de muchas maneras. Sin embargo, cuando intervienen, fortalecen nuestra fe y comprensión del amor y el propósito de Dios para nosotros.
En este artículo, compartiré tres historias inspiradoras de ángeles que interactúan físicamente con personas que necesitan desesperadamente su ayuda.
Abrazo divino
Hace muchos años, una querida amiga perdió a su esposo. Se quedó con diez hijos, que todavía dependían de ella. Una gran carga cayó sobre ella.
Sentí el impulso de invitarla a ir al templo conmigo, en ese momento de gran necesidad.
Mientras estaba allí, en ese momento tan crucial, de repente, sentí una sensación cálida en mi corazón que se extendió por todo mi ser durante varios segundos.
Tuve la sagrada sensación de que acababa de recibir un abrazo espiritual del difunto esposo de mi amiga, que me agradecía por estar allí con su afligida esposa.
Fue una experiencia profundamente hermosa que siempre atesoraré.
Sorprendente sanación angelical
Håkan Palm, un hombre de Suecia, compartió conmigo una experiencia extraordinaria en la que los ángeles interactuaron con él después de un accidente muy grave en noviembre de 2018.
Aquí su relato:
“Estaba montando mi bicicleta en una carretera estrecha en las Islas Canarias. Aceleré en la última curva de la carretera hacia Arguineguín cuando un auto pasó rápidamente frente a mí y, de repente, desaceleró.
En ese momento, me vi obligado a frenar mi bicicleta con fuerza para evitar alguna colisión.
Mi rueda trasera giró en el aire y salí volando por el manillar de la bicicleta. Desde una altura de aproximadamente metro y medio. Vi venir lo inevitable. De pronto, caí en el asfalto de cabeza.
Primero mi casco golpeó el asfalto y, posteriormente, mi nariz. Sentí un horrible estirón en mi cuello, sabía que era algo malo.
El peso de mi cuerpo presionó mi cabeza y me quedé inmóvil, acostado de espaldas. El conductor del auto ni siquiera se dio cuenta de lo sucedido y continuó su viaje.
Inmediatamente, después de que sucedió el accidente, abrí los ojos y vi a tres hombres con camisas blancas inclinados en dirección a mí en la calle…
Tomaron mi cabeza entre sus manos y la mecieron suavemente de arriba hacia abajo. Sentí sus dedos en mi cabeza. Uno de los tres expresó algo en un idioma que no entendí.
Cuando el hombre dejó de hablar, colocaron cuidadosamente mi cabeza en la pista. Uno de ellos me miró a los ojos y dijo dos veces en un idioma que entonces entendí:
‘Todo estará bien. Tómalo con calma’.
Los hombres me dijeron que habían llamado a una ambulancia.
Cuando se pusieron de pie, pude verlos de las rodillas para arriba. Estaban vestidos de blanco. Cuando llegó la ambulancia, los tres hombres desaparecieron. Me trasladaron a un hospital en cuestión de minutos.
En el hospital, el médico no encontró daños en las vértebras ni en otras partes del esqueleto.
Podría haber muerto en el accidente. Sin embargo, estoy convencido de que los tres hombres eran ángeles, que en un idioma celestial me dieron una bendición de salud, llamaron a una ambulancia y, luego, se fueron”.
Håkan recibió una bendición de los ángeles que nunca olvidará.
Los ángeles ayudan a una niña a levantar un auto
En una estrecha carretera en una montaña, la madre de Shakayla se dio cuenta de que iba en la dirección equivocada. Trató de darse la vuelta, pero el auto se atascó perpendicularmente a la carretera. Si avanzaba, podía caer por el acantilado, por lo que estaba atrapada.
Su madre entró en pánico por el temor a que algún auto pudiera doblar la curva en cualquier dirección y chocar contra su vehículo. Lo único que podía ayudarlos era que alguien levantara el auto y lo girara.
Shakayla oró fervientemente con mucha fe durante esta situación tan urgente:
“¡Padre Celestial, dame fuerzas para ocuparme de esto! ¡Sé que me ayudaste la última vez y sé que me volverás a ayudar!”
Inmediatamente después de su oración, esta niña de 11 años salió, levantó el auto y comenzó a moverlo. Dijo:
“El auto se sentía liviano y pude darle la vuelta para que mama pudiera conducirlo”.
Shakayla supo que los ángeles la ayudaron a levantar el automóvil y moverlo en la dirección en la que debía estar.
Su experiencia me recordó un pasaje de las Escrituras en el que Nefi habla de los ángeles que lo apoyaron. Él dijo:
“Y de día me he hecho osado en ferviente oración ante él; sí, he elevado mi voz a las alturas; y descendieron ángeles y me ministraron”.
Esas experiencias durante su viaje por carretera le proporcionaron a Shakayla respuestas directas a sus oraciones y le dieron el fundamento de su fe como lo hicieron con Nefi.
Los ángeles traen el amor de Dios
Los ángeles intervienen en nuestras vidas de maneras distintas. Recibimos un toque sanador, fuerza sobrehumana o un abrazo emocional.
Cuando los ángeles intervienen, fortalecen la fe y la comprensión del amor de Dios por nosotros.
¿Alguna vez has sentido la intervención de los ángeles en tu vida?
Fuente: Meridian Magazine