El lunes 1 de diciembre, el presidente D. Todd Christofferson presidió una devocional especial en el Marriott Center en el campus de la BYU ante la presencia de varios estudiantes que se reunieron para escucharlo. En medio de la agitación por la temporada navideña, el mensaje del presidente Christofferson se centró en una invitación especial sobre Jesucristo:

«Debemos estudiar su vida y ser ejemplo de su discipulado».

Aquella invitación no fue solo para los estudiantes de BYU sino para todos y nos recuerda que la Navidad es la ocasión perfecta para recordar a Cristo y reflejar la luz de Su ejemplo en nuestras acciones.

La condescendencia de Cristo

Jesucristo demostró Su condescendencia al descender a la tierra y adoptar la mortalidad. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Uno de los enfoques en el discurso del presidente Christofferson fue sobre lo que realmente significa la palabra «condescendencia». En sus palabras, esto quiere decir:

«descender voluntariamente de un rango o dignidad superior a un nivel o estatus inferior”.

Jesucristo demostró Su condescendencia al elegir descender voluntariamente a la tierra y adoptar la mortalidad a pesar de ser el Ser Omnipotente quee creó la tierra. Él sabía que sentiría hambre, cansancio, rechazo y dolor pero aun así, Él eligió todo eso con un fin mayor que, según el presidente Christofferson nos engloba a nosotros:

«La condescendencia [de Jesús], que culminó en Su Expiación, da esperanza, dirección y propósito a nuestra vida».

Cuando entendemos Su condescendencia, sabremos que fue una muestra de Su amor. Y en Navidad, celebramos precisamente esa muestra: venir al mundo para salvarnos.

Cuando seguir a Jesús requiere más que fe

El presidente Christofferon enseña sobre la perseverancia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La perseverancia también es otro atributo de Jesucristo que podemos recordar esta Navidad. El presidente Christofferson habló sobre esto y enseñó que para que nuestra experiencia mortal tenga sentido, necesitamos perseverar hasta el fin. No solo creer o intentar, sino perseverar.

La importancia de perseverar hasta el fin radica en la necesidad de desarrollar un carácter semejante al de Cristo. A veces es complicado, sobre todo cuando sentimos que nuestras pruebas no se van rápido pero debemos recordar que mediante ellas, Dios nos transforma y esa transformación requiere perseverancia.

El presidente Dallin H. Oaks enseñó:

«El juicio final no es simplemente una evaluación de la suma total de las obras buenas y malas, o sea, lo que hemos hecho. Es un reconocimiento del efecto final que tienen nuestros hechos y pensamientos, o sea, lo que hemos llegado a ser.»

Esto significa que tus pequeños esfuerzos de hoy como una oración sincera, un intento de perdón, o tu lucha diaria por elegir el bien están moldeando quién serás eternamente, incluso a pesar del cansancio.

No se trata de ser perfectos, sino de ser perseverantes a fin de llegar a ser una mejor versión. Y en ese proceso, nunca estamos solos.

«Contamos con la gracia infinita de Cristo para perdonarnos y santificarnos del pecado», expresó el presidente Christofferson.

La oportunidad de comenzar de nuevo

mujer arrepentida
No hay un tope, ni un cupo, ni un «hasta aquí» para el arrepentimiento.

Finalmente, ante cientos de estudiantes, el presidente Christofferson compartió esta verdad que puede cambiar tu relación con Dios esta Navidad: No hay límite para la cantidad de veces que puedes arrepentirte.

No hay un tope, ni un cupo, ni un «hasta aquí». En cambio, el presidente Christofferson enseñó:

«El don del arrepentimiento de Cristo nos permite comenzar de nuevo y seguir adelante cada día».

Al arrepentirnos, escogemos seguir a Cristo y a su vez, podemos corregir el error con Él sin importar la gravedad. Esa es la promesa del evangelio.

Presidente Christofferson comparte una invitación especial ante cientos de estudiantes. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El presidente Christofferson concluyó su discurso con esta súplica:

«Tomen su cruz cada día y sigan a Jesús

Esa es invitación amorosa para enfocarnos en lo que realmente importa. Así que esta Navidad, antes de perderte entre luces y compras, haz un espacio para aprender sobre la vida de Cristo. Al hacerlo sabrás, así como el presidente Christofferson, que:

«Jesús nació de María, que vivió en la tierra, que ahora vive, el Dios de nuestra redención».

Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org

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