En diciembre de 2024, una tragedia golpeó a la comunidad de West Valley City, Utah. Un acto de violencia doméstica terminó con la vida de casi toda una familia. Dae Rah terminó con la vida de su esposa, Bu Meh, y a sus tres hijos pequeños: Boe Reh (11), Kristina Ree (8) y Nyay Meh (2), antes de quitarse la vida.
Bu Meh había huido de la violencia en Myanmar junto a su esposo para ofrecerles un mejor futuro a sus hijos. Aprendió inglés por su cuenta, consiguió trabajo y se esforzó cada día para cuidar a su familia. Soñaba con tener su propio hogar y cuidar a sus cuatro hijos en un lugar lleno de amor.
En medio del dolor, surgió una historia de esperanza. Sha Reh, el hijo mayor de 17 años, sobrevivió al ataque. Su padre le disparó en la cabeza y lo dejó en el garaje durante dos días.

Cuando lo encontraron, los médicos lo lograron estabilizar y lo llevaron al hospital. Aunque perdió la vista, ha mostrado una recuperación sorprendente. Hoy, Sha puede hablar nuevamente y avanza con fuerza en sus terapias físicas.
Antes de la tragedia, Sha destacaba en la escuela. Mantenía un promedio de 3.9 en Granger High School. Después de recuperarse lo suficiente, decidió continuar sus estudios en la Escuela para Sordos y Ciegos de Utah para aprender braille. Aun así, caminará con su clase original en la ceremonia de graduación de Granger High.

Sha tiene planes grandes para su futuro. Estudiará Derecho en la Universidad de Utah gracias a una Beca Presidencial que cubre todos sus estudios.
La fe le ha dado fuerza en todo momento. Cuando su familia llegó a Utah, se unieron a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Para Sha, la religión le da esperanza y paz.
“La fe me ayuda a mantenerme positivo. Creo que algún día podré ver a mi familia otra vez en la vida eterna”.

Su familia extendida lo acompaña y lo cuida con dedicación. También recibe el apoyo de la comunidad. Bridget Harding y Michelle Schmidt, quienes ayudaron a su familia desde que llegaron a Estados Unidos, han estado junto a él desde el hospital y lo siguen acompañando en este proceso.
“Muchas personas han aparecido en su vida en el momento exacto para ayudarlo a adaptarse y encontrar fuerzas para seguir”.
Michelle Schmidt organizó una campaña en GoFundMe para cubrir los gastos del funeral, los tratamientos médicos y el futuro de Sha. La campaña sigue activa y muchas personas ya han mostrado su solidaridad.
La historia de Sha combina el dolor más profundo con una increíble fortaleza. Aunque perdió a su familia, no perdió las ganas de vivir ni la esperanza. Con fe, amor y apoyo, avanza cada día con el deseo de construir un futuro lleno de propósito.
Fuente: LDS Daily