Cuando era niño, escuché por primera vez la palabra Kólob por la letra de uno de los himnos de la Iglesia. Nadie en mi barrio sabía lo que era. Muchos años después obtuve la respuesta durante una capacitación mientras estaba en la misión. ¿Hay barrios que enseñan específicamente lo que se sabe sobre Kólob?
Respuesta
A mi parecer, esta es precisamente una de las razones por las que el presidente Russell M. Nelson hizo énfasis en el estudio centrado en el hogar en los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Los miembros podemos mejorar nuestro aprendizaje de las doctrinas y la historia de la Iglesia para que en el futuro no tengamos tanto problema al “descubrir” algo previamente desconocido y que pueda llevarnos a sentimientos encontrados sobre porqué no se enseñó dicho tema de manera especifica en la escuela dominical.
Las lecciones en la Iglesia nos enseñan los principios básicos e invitamos a los miembros a participar del estudio personal de las escrituras, los principios y la doctrina que practicamos.
Podríamos incluso agrupar estos conocimientos básicos en los Artículos de Fe. Compartiré los primeros cuatro como ejemplo. El resto puedes encontrarlos aquí.
1 Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo.
2 Creemos que los hombres serán castigados por sus propios pecados, y no por la transgresión de Adán.
3 Creemos que por la expiación de Cristo, todo el género humano puede salvarse, mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio.
4 Creemos que los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son: primero, Fe en el Señor Jesucristo; segundo, Arrepentimiento; tercero, Bautismo por inmersión para la remisión de los pecados; cuarto, Imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo.
Esto es lo que principalmente se aprende y se enseña en la Iglesia. Todo lo demás se encuentra fácilmente en los materiales de referencia disponibles, incluida la guía de estudio en la parte posterior de las Escrituras, la cual comparte versículos relacionados sobre cada tema.
Si tienes una pregunta particularmente confusa, puedes consultársela tus líderes, a los misioneros o acudir a fuentes de información confiables.
Podemos aprender sobre Kólob al leer las escrituras. En la Perla de Gran Precio, leemos que Abraham describe haber sido instruido sobre las creaciones de Dios y se le dice que el nombre de la estrella más cercana a donde vive Dios es Kólob.
“Este Kólob está colocado cerca del trono de Dios para gobernar a todos aquellos planetas que pertenecen al mismo orden que aquel sobre el cual estás”. -Abraham 3: 9
Él también registró que significa estrella y que Kólob era la mayor de todas.
“Y vi las estrellas, y que eran muy grandes, y que una de ellas se hallaba más próxima al trono de Dios; y había muchas de las grandes que estaban cerca;
Y el Señor me dijo: Estas son las que rigen; y el nombre de la mayor es Kólob, porque está cerca de mí, pues yo soy el Señor tu Dios; a esta la he puesto para regir a todas las que pertenecen al mismo orden que esa sobre la cual estás”. –Abraham 3: 2-3
Las estrellas son creaciones magníficas. El hombre con la ciencia no tiene la capacidad para comprender con precisión qué son y cómo funcionan, sin embargo, hay quienes adquieren conocimiento mediante el estudio dedicado.
Dios tiene la potestad de aparecer y explicar todas las cosas que nos causan dudas, pero a menos que una persona tenga un dominio de las matemáticas y la física, sospecho que no tendría la posibilidad de entender, hasta cierto punto, de qué está hablando Dios.
Entonces, en las Escrituras, Dios habla metafóricamente. En la ciencia, Dios guía y ayuda a aquellos que dan su vida y capacidad para descubrir los misterios de la naturaleza.
El élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
“Les testifico que Dios los ha conocido individualmente, hermanos, durante mucho, mucho tiempo (DyC 93:23).
Él los ha amado durante mucho, mucho tiempo. Él no sólo sabe el nombre de todas las estrellas (Salmos 147:4; Isaías 40:26), sino que Él sabe sus nombres y todos sus pesares y sus alegrías.
Y a propósito, nunca han visto ustedes una estrella imperecedera; todas se extinguen. Sin embargo, sentadas a su lado esta noche hay personas inmortales, que son imperfectas, pero que “¡tratan de ser como Jesús!””
En el gran esquema de las cosas, nosotros un día viviremos para siempre, las estrellas no. Esforcémonos para ser dignos de las bendiciones que un día recibiremos.
Fuente: J. Brian Watkins, Profesor de BYU-Hawái