La pornografía es para el alma, lo que el alcohol es para el hígado.
La pornografía es una adicción que debes tomar tan en serio como el alcohol o las drogas duras.
Todo el que consume habitualmente pornografía dice que puede controlar su uso y dejarla cuando quiera. Sin embargo, todo el que ha intentado salir de ella, sabe que está envuelto en una trampa.
Una vez que haces la pornografía parte de ti, es algo que te costará abandonar.
Efectos de la adicción a la pornografía en el organismo
Se han comprobado los efectos de la pornografía en nuestro cerebro. Los resultados son aterradores. Presta atención a la siguiente imagen:
La pornografía es tan adictiva que los escáneres cerebrales han demostrado que la actividad cerebral de los adictos a la pornografía se ve casi idéntica a la de los cerebros de los adictos a la heroína.
Asimismo, tiene muchos de los efectos de la adicción a las drogas:
- Pérdida del placer de vivir
- Comportamiento compulsivo
- Pérdida de motivación
- Baja energía
- Depresión
- Ansiedad
Todos estos son los efectos físicos del uso de la pornografía, sin tener en cuenta el perjuicio en nuestra espiritualidad y desarrollo de nuestra comunión con Dios.
Efectos de la adicción a la pornografía en tu espiritualidad
La pornografía tiene perjuicio no solo físico, sino también espiritual.
El rey Salomón nos cuenta la historia de un joven imprudente que sumerge su vida en la inmoralidad sexual en Proverbios 7.
Con la palabra “imprudente”, el rey Salomón hace referencia a la inmadurez de un hombre en sus actos.
La pornografía comienza por la insensatez.
La insensatez es un problema que se origina cuando dejamos de tener cuidado sobre lo que creemos que podemos hacer, lo que somos capaces de soportar y que tan lejos podemos llegar.
¿Cómo nace la adicción a la pornografía?
La adicción a la pornografía nace y se alimenta de la combinación de la imprudencia con otros pecados como la lujuria.
Así como el cáncer se alimenta del azúcar, de la misma manera la pornografía potencializa y alimenta otros pecados.
“Un poco de levadura leuda toda la masa”. Gálatas 5:9
¿Cómo vencer la pornografía?
Si anhelas vencer esta adicción, debes entender que este comportamiento está conectado con el aspecto espiritual de tu vida. Además, debes considerar que su consumo abre la puerta y cede el permiso a tu mente y corazón para ser influenciado por pensamientos que no vienen de Dios.
Dice Proverbios 6:27, “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos se quemen?”
Toda acción trae una reacción.
Cuando hablamos de pornografía estamos hablando de unas cadenas que te atraparán con el fin de que seas su esclavo.
3 compromisos que debes hacer
Cuando permites que la pornografía acceda a tu mente, la batalla se libra desde tu interior. Para poder ser libre de esta influencia debemos comprometernos a:
1. Tener el deseo genuino de abandonar esta práctica.
2. Pedir al Espíritu Santo que limpie nuestra mente de toda influencia que no venga de Dios.
3. No volver a abrir tu vida a esta práctica.
Rompe con el miedo y busca ayuda a tiempo. No dejes que la insensatez arruine el vivir una vida plena, sin esta adicción.
Fuente: Bendita Influencia