Me arriesgo y supongo que ningún lector de esta página ha vivido una vida libre de decepciones causadas por otras personas.
Podríamos compilar fácilmente una lista de personas que nos han decepcionado.
La gente puede ser indiferente. No siempre piensa. Se olvida. Tropieza. A veces, incluso cae en la crueldad.
¿Te puedo sugerir algo?
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Una noche que no pude dormir, hice una lista de todas las personas que me traicionaron y, a la mañana siguiente, rompí en llanto. ¡No hagas ese tipo de cosas!
Mi lista iba desde el bullying hasta el abuso, la indiferencia, y las acciones calculadas y malintencionadas.
Pensé en las docenas de veces en que fui el blanco, me lastimaron, me ridiculizaron y me rompieron el corazón.
Todos podríamos decidir no volver a confiar en nadie después de haber experimentado tales episodios en su vida.
El plan de Satanás…
Eso es exactamente lo que Satanás quiere que hagamos, que vivamos en situaciones pasadas que están fuera de nuestro control.
Sí, a veces, el camino hacia la sanación es largo. Sin embargo, pensar en las mismas cosas una y otra vez puede evitar que avancemos con optimismo.
Si queremos ser realmente felices, debemos encontrar la manera de perdonar. Tener resentimientos puede bloquear nuestra felicidad.
Al conocer nuevas personas, debemos recordar que incluso si confiamos en la persona equivocada, somos mejores confiando y siendo heridos que negándonos a confiar.
Desecha los sentimientos malos y haz espacio para los buenos
Sí, se debe establecer límites cuando nuestra confianza ha sido traicionada.
Especialmente, para que podamos protegernos del peligro. Sin embargo, no podemos pasar la vida esperando que cada encuentro termine injustamente y que todas las personas sean egoístas y malas.
En cambio, debemos hacer una lista de todas las maravillosas acciones de servicio que recibimos.
Las personas que nos defendieron cuando nos atacaron. Las personas que nos dieron el beneficio de la duda. La gente que siempre intentó ayudarnos y animarnos. Personas que nos recordaron nuestro valor. Las personas que se tomaron el tiempo para nosotros.
Aquellos que nos dieron un poco de bondad y no recibieron nada a cambio, “mediante cosas pequeñas y sencillas se hacen grandes cosas”. (Alma 37: 6)
Estos son los ejemplos que pueden restaurar nuestra fe en la humanidad. Hacemos bien en recordar, honrar e imitar a tales héroes.
Sin embargo, hay más en esto que simplemente negarnos a sentirnos cansados por las debilidades de los mortales que nos rodean.
Una clave para superar la decepción
La clave: Debemos dirigir nuestra mirada a nuestro Salvador.
Sí, mientras que el mundo entero está lleno de personas imperfectas que nos lastiman, hay Alguien que nunca será grosero, indiferente o cruel.
Él nunca dejará de amarnos y siempre querrá nuestro bien.
Cuando parece que el mundo entero está lleno de desilusión, Jesucristo es la imagen suprema del amor y la esperanza.
Cuando los amigos olvidan nuestros sentimientos, cuando los jefes imponen cargas injustas, cuando los seres queridos nos lanzan dardos, cuando parece que todos se han vuelto malos, podemos respirar y recordar al Señor.
Su ejemplo de lealtad y cuidado es tan inmenso que todos los sufrimientos que puedes enumerar, parecen un grano de arena al lado de una hermosa escultura de mármol.
Su sacrificio expiatorio en el Jardín de Getsemaní, cuando sangró por todos Sus poros y, luego, en la cruz cuando completó Su misión terrenal, desafía el entendimiento humano.
Sabemos que sufrió por cada uno de nosotros. No solo eso, sino que también nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos y todavía nos ama. Es sorprendente. Como dijo el élder Robert D. Hales:
“Cada uno de nosotros es un ser que el Señor ama más de lo que podamos comprender o imaginar”.
La próxima vez que sientas melancolía en tu corazón…
Detente y medita en el amor del Salvador.
En lugar de sentir lástima por ti mismo, debes recordar lo bendecido que eres.
Nada en este mundo se puede comparar con el gran regalo de nuestro Hermano mayor.
El élder Joseph B. Wirthlin nos dijo:
“El Señor recompensa a los fieles por cada pérdida… cada lágrima de hoy será finalmente devuelta cien veces mayor con lágrimas de regocijo y gratitud”.
Algo que nunca debes olvidar
No debemos olvidar que incluso haciendo nuestro mejor esfuerzo, también decepcionaremos a los demás. Asimismo, somos la persona que alguien está tratando de perdonar.
A menos que seas perfecto como Cristo, herirás los sentimientos de alguien más. Cometerás errores. Necesitarás pedir perdón. Intentarás arreglar las cosas con alguien.
Es posible que sientas la tentación de darte por vencido porque “nadie más lo está intentando”. Ese también es un mensaje de Satanás.
Algunas personas deciden que “cada quien debe buscar lo suyo” y se unen al grupo de los indiferentes y egoístas.
Sin embargo, debemos resistir y aferrarnos a las enseñanzas de Cristo de amar a nuestros enemigos, en lugar de tratar de igualarlos.
Participa del fruto raro y delicioso
Al mostrar bondad a las personas que nos lastiman, disfrutamos de un fruto raro y delicioso. Es una forma de servicio que trae gran paz e incluso alegría.
El presidente Henry B. Eyring dijo una vez:
“Nuestro deseo de servir a los demás se incrementa debido a nuestra gratitud por lo que el Salvador ha hecho por nosotros”.
Esto no significa que debamos permitir que otras personas abusen de nosotros, tenemos que cuidarnos.
Sin embargo, desde esta posición fuerte, segura e incluso feliz, podemos ayudar generosamente a otras personas.
Así que la próxima vez que pienses “todos me decepcionan”, detente y di “no todos”.
Recuerda que Cristo es el Buen Pastor constante en tu vida.
Puedes imitar Su ejemplo, encontrar la verdadera felicidad y establecer un curso permanente de felicidad que durará para siempre.
¡Espero que este mensaje te haya ayudado! ¡Compártelo con las personas que sabes que lo necesitan! ♥
Fuente: Meridian Magazine
