Yo tenía 30 años y era madre soltera de 2 hijos, cuando pasé a la fase de adulta mayor soltera en la iglesia. Durante esos años, tuve muchas experiencias saliendo en citas que me dieron muchos golpes en el corazón y varios altibajos emocionales. Pero las lecciones que aprendí durante ese tiempo me hicieron más fuerte, más sabia y más feliz.
Así que, aquí están las 6 difíciles lecciones de amor que aprendí. Espero que algunas de mis experiencias puedan ayudarte.
1. Sé tú mismo
Sí, esta lección parece demasiado obvia, pero no es fácil. En mi experiencia, en el mundo de los adultos mayores solteros habían muchas mujeres que eran espirituales, inteligentes y atractivas para cada hombre activo que asistía a las actividades de la iglesia, y noté que muchas mujeres caían en la trampa de tratar de ser lo que ellas pensaban que los hombres querían que ellas fueran. Yo tengo que confesar que yo parecía un camaleón cuando salía a citas, siempre cambiando. Recuerdo que hubo un hombre en particular al cual yo quería darle mil razones para que él se fijara en mí, así que me puse a hacer sus mismos pasatiempos, abandonando mis propios intereses, y ocultando mis éxitos profesionales para que él no se sintiera mal por su falta de ambición. Pero a la final, nadie se puede enamorar de ti cuando no conocen quién eres tú realmente. Y tú no podrás ser feliz si nunca eres tú mismo y dejas que tu personalidad brille.
2. No seas el Plan B de nadie
Finalmente encontraste a una persona en la cual estás interesada, así que vas a hacer todo lo que sea posible para que esa persona sepa que estás disponible, ¿cierto? No.
Odio tener que admitir esto, pero una vez, yo quería pasar tanto tiempo con alguien que caí en un patrón que no era sano. Un hombre con el que estaba saliendo me dijo: “voy a ir a un juego de basketball con unos amigos y estaré disponible a las 11, así que cuando me desocupe pasaré a darte un saludo”. Él siempre hacía todo lo que quería primero y después pasaba por mí porque sabía que yo iba a estar esperándolo y sabía que yo renunciaría a mis planes. Yo nunca era su plan A, a pesar de que él sabía que él sí era mi prioridad.
Así que, ten cuidado al aceptar citas de último minuto. Eso usualmente te coloca en el plan B. Cuando alguien te escribe un viernes en la noche a las 6:30 pm, y asume que estarás disponible ese mismo día en la siguiente hora, es alguien que no ha planificado, que no está teniendo en cuenta tus propios planes y tu tiempo, y que te dejó como última opción porque no tenía nada más que hacer o porque sus planes le cambiaron. Obviamente, hay casos diferentes cuando pasa algo inesperado, por ejemplo, si te dice: “mi jefe acaba de darme dos tiquetes para ver el fantasma de la ópera hoy en la noche”. Con eso aprendí que las personas que realmente están interesadas en ti, se tomarán el tiempo necesario para planear una cita para ti con anticipación, los que no lo hacen así con el tiempo desaparecen y ya no te buscan más.
3. Las acciones hablan más fuertes que las palabras
Una vez salí con un hombre que parecía que tenía todas las cualidades. Era inteligente, seguro, espiritual, exitoso, amoroso y muy encantador. Lo que más me encantaba era que él siempre me decía lo que sentía por mí. Él siempre hablaba fácilmente sobre todas las cosas que íbamos a hacer, todas las sorpresas que tenía para mí, etc. Pero eso era todo, sólo eran palabras. Él me tuvo así durante meses, prometiendo una cosa tras otra (y no era que yo se las estaba pidiendo, porque no era así). Yo sólo pensaba que tenía que ser más paciente con él mientras él finalizaba sus proyectos del trabajo, sus viajes de negocios, etc. Esta fue una lección muy difícil de aprender, especialmente porque yo soy una persona muy paciente, pero me di cuenta de que si alguien no puede mantener su palabra en un período de tiempo relativamente corto, entonces es hora de seguir adelante y encontrar a alguien que realmente sabe lo que está diciendo y cumple lo que dice.
4. Confía en tus instintos
Me tardó un poco aprender esta lección, pero no todos los solteros tienen las mismas experiencias. Los primeros 6 meses después de mi divorcio, estuve asistiendo a eventos sociales y saliendo a citas, pero odié cada minuto de ello. No es porque no haya conocido personas buenas, porque en realidad conocí personas increíbles. Pero simplemente, porque no me gustan las actividades donde hay tantas personas. Sin embargo, yo continué asistiendo a las actividades sociales mientras me preguntaba qué estaba pasando conmigo y por qué no las estaba disfrutando. Después recibí una impresión espiritual, comprendí que yo me estaba obligando a mí misma a hacer esas actividades y que eso no era lo que debía hacer. Así que, dejé de hacer asistir a tantos eventos sociales y me sentí mucho más feliz. Me pregunté si alguna vez podría conocer a alguien ya que no me gustaba conocer personas por internet pero lo intenté. Conocí a un hombre maravilloso por internet y los dos sentíamos apreciación mutua, y yo pensaba que había encontrado al “escogido”, pero después de algunos meses, me di cuenta que los dos queríamos cosas diferentes. Así que terminamos y aprendí bastante de esa relación. Después del rompimiento, me tomé 5 meses para no salir con nadie más. Hasta que un día, una amiga me organizó una cita a ciegas. Ahora estoy felizmente casada por varios años con el hombre que tuve una cita a ciegas. La moraleja de la historia: Si no te gusta una forma en específica para conocer más personas no lo hagas. Confía en tu instinto y en el Espíritu Santo.
5. Toma el tiempo necesario
Después de que la persona que pensabas que era el “escogido” te rompe el corazón, ¿qué debes hacer?
Todos conocemos personas que saltan de una relación a otra, pero yo creo que eso es un gran error. Si tú estás dispuesto a analizar la relación que fracasó y analizar cómo eras tú en esa relación, puedes aprender lecciones muy valiosas. Las probabilidades de que estés evolucionando en una mejor persona son muy altas. Toma el tiempo para mirar quién eres ahora y las cosas en las que aún tienes que mejorar. Esto te ayudará a ser una mejor persona y a ser un compañero deseable.
Después de todo, incluso si encuentras al “escogido” mientras estás destrozado emocionalmente, puede que esa relación no dure mucho tiempo. No esperes hasta que el príncipe encantado venga a salvarte, conviértete en el tipo de persona que quieres tener.
6. Tu recibes lo que mereces
Cuando miro atrás en mis relaciones anteriores, me doy cuenta que yo recibí lo que yo pensaba que yo merecía. Y durante mucho tiempo, yo no creía que merecía algo bueno.
Después de salir con varios hombres, me di cuenta que yo les estaba dando permiso para que me trataran mal. Descubrí que en mi interior yo sentía que yo no merecía tener una relación amorosa y significativa y que sentía que yo era una mujer fracasada debido a mi divorcio. Estoy segura de que esos hombres podían percibir mis inseguridades y mis dudas y que por lo tanto no podían quererme realmente.
Así que me esforcé por cambiar y por volver a ser yo misma. Aunque suene muy insignificante, recordé de nuevo quién era yo, lo que podía ofrecer e imaginé el tipo de relación que sabía que merecía. Y después me humillé a Dios y le dejé mi situación en sus manos. Le expresé los deseos más profundos de mi corazón y le pedí que me bendijera con un hombre maravilloso y un buen matrimonio. Fue una bendición que tardé muchos años en recibir, más de los que me hubiera gustado. Pero dejé a un lado el temor de que no existía alguien bueno para mí y dejé a un lado el temor de que yo no era digna de ser amada. Después de eso, el hombre que llegó a mi vida fue maravilloso y obtuve la relación que siempre había estado anhelando.
Este artículo fue escrito originalmente por Jessica Carter y fue publicado en ldsliving.com, con el título : “6 Powerful Love Lessons from a Former LDS Mid-Single”