¿No os acordáis que os dije que después que hubieseis recibido el Espíritu Santo, podríais hablar con lengua de ángeles? ¿Y cómo podríais hablar con lengua de ángeles sino por el Espíritu Santo?
2 Nefi 32:2
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Conocimiento
Cuando Nefi expuso los elementos clave en la “doctrina de Cristo”, mencionó que era capaz de:
“Hablar con lengua de ángeles y prorrumpir en alabanzas al Santo de Israel” (2 Nefi 31:13 –14). Esta frase desconcertante debió haber confundido a su pueblo, ya que después Nefi añadió, “supongo que estaréis meditando en vuestros corazones en cuanto a lo que debéis hacer después que hayáis entrado en la senda.” (2 Nefi 32:1)
En respuesta a la confusión de su pueblo, Nefi explicó, “¿No os acordáis que os dije que después que hubieseis recibido el Espíritu Santo, podríais hablar con lengua de ángeles? ¿Y cómo podríais hablar con lengua de ángeles sino por el Espíritu Santo? Los ángeles hablan por el poder del Espíritu Santo; por lo que declaran las palabras de Cristo.” (2 Nefi 32:2-3).
Joseph M. Spencer, un estudiante de filosofía y teología, insinuó recientemente que la interacción de Lehi con seres angelicales en 1 Nefi 1 quizá dio un poco de luz sobre lo que significa “hablar con lengua de ángeles.” Específicamente, Spencer se dio cuenta de la similitud de lenguaje en 1 Nefi 1:8, donde Lehi vio a “Dios sentado en su trono, rodeado de innumerables concursos de ángeles, en actitud de estar cantando y alabando a su Dios,” y 2 Nefi 31:13, donde Nefi dice “hablar con lengua de ángeles y prorrumpir en alabanzas al Santo de Israel.”
El acto de cantar y alabar a Dios es una de las funciones de las huestes celestiales en la antigua creencia israelita (Salmo 103:20-22). Después de darse cuenta de que Lehi se unió cantando alabanzas a Dios (1 Nefi 1:14), Spencer señaló, “Lehi al principio ve toda esta escena de lejos, pero una de las figuras angelicales le trae un libro y luego, parece, lo introduce a un coro de ángeles alrededor del trono.” El erudito mormón John W. Welch también hizo esta conexión. “[Lehi] espontánea y elocuentemente se unió a la hueste celestial para alabar a Dios. Al hacerlo, funcionalmente, si no de manera constitucional, se unió al concilio como uno de sus miembros.
Spencer expresó, “Nefi ofrece en 2 Nefi 31 una promesa de que el obediente puede, como Lehi lo hizo, unirse al concilio angelical para cantar y prorrumpir alabanzas.” Al comparar 2 Nefi 32:2-3 con la experiencia de Nefi hablando con un ángel (1 Nefi 11) y la visión celestial de Isaías (Isaías 6; citado por Nefi, 2 Nefi 16) fortalece la insinuación de Spencer.
Un ángel guió a Nefi en su amplia visión en 1 Nefi 11-14. Sin embargo, antes de que hablara con el ángel, Nefi es entrevistado por el “Espíritu del Señor” (1 Nefi 11:1-6). El erudito bíblico David Bokovoy argumentó que el Espíritu servía como un “testigo del concilio” que probaba la dignidad de Nefi para recibir mayor conocimiento de la asamblea divina. Con respecto a la experiencia de Nefi, Nefi pudo hablar con lengua de ángeles por medio del poder del Espíritu Santo. (2 Nefi 32: 2-3).
En 2 Nefi 31:13 -14, primero Nefi, luego el Hijo, hacen que recibir el Espíritu Santo sea un prerrequisito para hablar con lengua de ángeles. En cada caso, se denomina al Espíritu Santo “bautismo de fuego”, y Nefi resalta que una “remisión de pecados” viene “por fuego y por el Espíritu Santo, después del bautismo en el agua (2 Nefi 31:17).
Esto comparte el simbolismo similar a la visión de Isaías, citada por Nefi, donde un serafín purifica a Isaías de sus pecados al colocar un carbón encendido sobre su boca (2 Nefi 16: 6-7: Isaías 6:6-7). Luego, Isaías se convierte en un miembro de las huestes celestiales y habla/ participa en el concilio (2 Nefi 16:8; Isaías 6:8). En otras palabras, después de ser purificado de sus pecados por fuego, Isaías habló “con lengua de ángeles.”
Estas expresiones sagradas, en la mente antigua, relacionaron a los ángeles celestiales con los sacerdotes del templo vestidos de blanco. Isaías estaba en el templo cuando vio a un “serafín” (Isaías 6:6) y Nefi estaba sobre una montaña alta, un templo simbólico, cuando era escoltado por un ángel, incluso por el espíritu santo del Señor (1 Nefi 11:11).
Lehi está viendo el pilar de fuego que cae sobre “una roca” (1 Nefi 1: 6) que bien pudo haberle señalado la llegada de Dios a su templo construido sobre una roca (Salmo 27:5).
En los primeros escritos cristianos, este antiguo simbolismo también se perpetuó: “los maestros cristianos decían que la iglesia sobre la tierra era como los ángeles, tanto en lo que respecta a la adoración como la unidad,” y por eso, Clemente de Roma exhortaba a los cristianos a “pensar en la vasta compañía de ángeles que todos esperan en [Dios] para servir sus deseos… de la misma manera debemos estar nosotros mismos en unidad consciente, para llorarle como si fuéramos una sola voz, si queremos obtener una parte de sus gloriosas y grandes promesas.”
Motivo
Habiendo completado recientemente la construcción y dedicación de un templo en su tierra de promisión, los pensamientos y las expresiones de Nefi se fundamentan fuertemente en la Casa del Señor. En ese contexto sagrado, aquellos oficiales eran recibidos como seres que hablaban con poder y autoridad, como “ángeles,” mensajeros o ministros, del Señor.
Hoy, los santos de los últimos días dignos ascienden ritualmente a la presencia de Dios en los templos de todo el mundo. Para Lehi, Nefi e Isaías esa experiencia ritual simbolizaba un ascenso literal a la presencia del Señor. Y esa invitación para todos los que son dignos de venir a la presencia del Señor y ser exaltados como miembros de la asamblea celestial se ha extendido en estos últimos días (DyC 76:50-62).
En 2 Nefi 31-33, Nefi invita a todo su pueblo a “hablar con lengua de ángeles y prorrumpir en alabanzas al Santo de Israel” (31:13), para renovar su voluntad de hacer convenios con el Padre (31:14), para “saber cuál es la puerta por la que debemos entrar” (31:17), y “haber entrado” (31:18) para escuchar al Padre decir, “tendréis la vida eterna” (31:20). Nefi promete que Dios “consagrará vuestra acción… para el beneficio de vuestras almas” (32:9), y continuamente ruega por su pueblo para que el “Señor Dios consagre sus oraciones para el beneficio [del] pueblo” (33:3-4).
Estos y otros términos del templo aquí corresponden a la voz y las lenguas de los sacerdotes angelicales, simples mortales, sí, pero santificados y consagrados como santos de Dios.
Por último, Nefi invita a todos sus lectores a encontrar la manera de llegar a la presencia del Señor y participar en el concilio divino como uno de sus “ángeles.” Joseph Spencer se refiere a esto como “ángelización,” pero debido a que los “ángeles” o las huestes son divinos a veces se les llama “dioses” e “hijos de Dios” en el Antiguo Testamento, el término común y especializado “deificación” podría aplicar. Por lo general, los mormones llaman a esto “exaltación.”
Todos los que hablen bajo la inspiración del Espíritu Santo, en un sentido importante, están “hablando con lengua de ángeles.” Pero, nosotros hemos explorado otro significado exaltado que enriquece el lenguaje específico de Nefi. Además de demostrar la belleza, la sofisticación y la complejidad del Libro de Mormón, esta nueva interpretación aporta claridad a una frase inusual de los escritos de Nefi. También inspira la adoración sagrada hoy y sirve para mostrar una significativa doctrina de Restauración (exaltación) que frecuentemente se piensa que está ausente en el Libro de Mormón, se enseña por medio de uno de los primeros profetas escritores del libro.
Artículo originalmente escrito por Book of Mormon Central y publicado en ldsliving.com con el título “What Is It to Speak with the Tongue of Angels?”