Líderes de diferentes religiones se congregaron para la Cumbre de Libertad Religiosa de Notre Dame realizada en Roma, Italia en julio del presente año.
El presidente Dallin H. Oaks, primero consejero de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, participó del evento en representación de la Iglesia.
El apóstol recalcó la importancia de la libertad religiosa en cada nación y como ésta es un derecho invaluable que permite el progreso de las comunidades.
“Si no han pensado a conciencia en la libertad religiosa, o si se preguntan por qué es tan importante, permítanme incentivarlos a pensar que sucedería con la sociedad ante la ausencia de la libertad religiosa.
Piensen cuál sería el estado de la sociedad, cómo serían nuestras vidas, dónde quedaría nuestra religión si no tuviéramos libertad religiosa. Si no la tuviéramos, tampoco tendríamos el derecho a elegir en qué creer, el derecho a elegir que acciones tomar, el derecho a elegir qué hacer con nuestras creencias”.
El presidente Oaks también tuvo la oportunidad de resaltar la fuerza que viene de los esfuerzos unificados:
“Debemos unirnos y encontrar un terreno común a fin de defender y promover la libertad religiosa. Este no es un llamado a compromisos doctrinales, sino más bien un llamado a la unidad y cooperación en la estrategia y defensa hacia una meta común de libertad religiosa para todos”.
En una entrevista antes de dar su discurso, el presidente Oaks dijo:
“La representación más efectiva de la libertad religiosa es una representación que defiende a las personas de fe así como las que no pertenecen a una. La libertad religiosa no es solo el derecho a creer, es el derecho a llevar nuestras creencias a la acción. También es el derecho a trabajar en conjunto a fin de tener organizaciones que enseñen y defiendan los principios de fe que benefician a toda la sociedad”.
El presidente Oaks también compartió que “nuestros esfuerzos para resolver los desafíos de la libertad religiosa se fortalecerán si no siempre buscamos el dominio total de nuestras propias posiciones”.
Se pueden realizar ajustes “a medida que nos esforzamos por honrar las leyes legítimas y respetar los ideales más elevados y las experiencias individuales de otras personas”.
Él también expresó su deseo poder “caminar hombro con hombro por la senda de la libertad religiosa para todos, sin dejar de ejercer esa libertad a fin de seguir practicando nuestras distintas creencias”.
*Foto de portada: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Fuente: Church News