Después de recibir varios mensajes durante las últimas semanas con preguntas sobre la posición de la Iglesia acerca de los tatuajes, eché un vistazo a lo que los líderes de la Iglesia han dicho con respecto a este tema a lo largo de los años.
Con frecuencia, al hablar de tatuajes o perforaciones en el cuerpo, los profetas y apóstoles modernos hacen referencia a la escritura que se encuentra en 1 Corintios 6: 19–20:
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el que tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Ahora, veamos qué han dicho los líderes de la Iglesia:
Russell M. Nelson
En febrero de 2019, el presidente Russell M. Nelson les dijo lo siguiente a los Santos de los Últimos Días en Arizona:
“Repitió la posición de la Iglesia con respecto a evitar los tatuajes, las perforaciones, la inmodestia y la pornografía, calificó estas cosas como ‘grafitis en [nuestro] templo personal'”, según Deseret News.
Gordon B. Hinckley
El presidente Gordon B. Hinckley, que sirvió como presidente de la Iglesia desde 1995 hasta 2008, parece haber sido la autoridad que más habló sobre el tema.
En su discurso, “Y se multiplicará la paz de tus hijos”, de la Conferencia General de octubre del año 2000, dijo lo siguiente:
No me es posible comprender por qué un joven o una joven desearía someterse al doloroso procedimiento de desfigurarse la piel con diversas y multicolores representaciones de personas, animales y otros símbolos.
Con los tatuajes el proceso es permanente, excepto que la persona se someta a otro procedimiento doloroso y costoso para quitárselo.
Padres de familia, adviertan a sus hijos que no se hagan tatuajes en el cuerpo.
Puede ser que ahora les opongan resistencia, pero llegará el tiempo en que les darán las gracias. Un tatuaje es grafiti en el templo del cuerpo.
Otros discursos del presidente Hinckley sobre este tema son “Madre, tu más grande desafío” y “Permanezcan en el sendero de la rectitud”.
Boyd K. Packer
Discurso: “Sois templo de Dios”
Ustedes no pintarían un templo con dibujos o símbolos obscuros, ni con grafiti ni con sus iniciales. No lo hagan, pues, con su cuerpo.
David A. Bednar
Discurso: “Ye Are the Temple of God”
Imagina la reacción que tú o yo podríamos tener si viéramos grafitis en el exterior de uno de los templos de nuestra Iglesia.
La sola idea de encontrar marcas tan inapropiadas en un templo es ofensiva para todos nosotros.
Hermanos y hermanas, debemos ser especialmente cuidadosos ya que las modas del mundo nos incitan a marcar o perforar o de otra manera desfigurar nuestros templos personales.
Los tatuajes y la cultura
Se ha debatido si se aceptan los tatuajes cuando tienen vínculos culturales específicos. Por ejemplo, en la cultura polinesia.
Veamos lo que dijo P. Alfred Grace, presidente del Centro Cultural Polinesio en la isla hawaiana de Oahu, propiedad de la Iglesia:
Los tatuajes culturales son en realidad algo que desalentamos en nuestros empleados, porque aunque hay una buena causa para ello, una buena razón, también creemos que existe una ley superior, que reconoce a nuestros cuerpos como templos…
Para algunas culturas, sigue siendo una parte muy importante de su identificación desde un punto de jerarquía y estatus social.
Por ejemplo, en Samoa, el tatuaje de todo el cuerpo desde el pecho hasta la parte superior del muslo sigue siendo un importante reconocimiento de jerarquía principal, por lo que lo aceptamos como parte de su cultura.
Aunque no alentamos a que los empleados vayan, se hagan un [tatuaje] y luego regresen al centro, si es que vienen con ese tipo de marcas, lo aceptamos como parte de su cultura.
¿Qué pasa con las personas que ya tenían tatuajes antes de conocer el Evangelio?
Bruce R. McConkie
Es importante tener en cuenta lo que dijo el élder Bruce R. McConkie:
“A las personas tatuadas no se les niega las ordenanzas y las bendiciones del templo” (Latter-day Saint Dosctrine, p. 775).
Conclusión
Los seres humanos siempre tendemos a buscar formas de expresarnos, de mostrar que somos diferentes y trascender.
Sin embargo, si se trata de hacer cosas eternas, es preferible que dirijamos nuestros esfuerzos a hacer convenios, que vayan más allá de esta vida.
Al efectuar estos convenios y ordenanzas sagradas en el Templo del Señor, estos serán actos por los cuales estaremos agradecidos y nos traerán verdadera felicidad.
Si bien nuestros líderes han sido muy claros y firmes con respecto a la posición de la Iglesia sobre los tatuajes, las personas que los tienen y se los hicieron antes de conocer el Evangelio no deben sentirse mal. Gracias a la expiación de Jesucristo, las cosas que preferiríamos no haber hecho, pueden ser borradas, si nos arrepentimos verdaderamente y decidimos volver a Él.
Todos son bienvenidos a participar del amor y las bendiciones de Cristo. Todos son bienvenidos en este Evangelio.
Recordemos que cada uno de nosotros tenemos nuestros propios “tatuajes” y que, en última instancia, nos estamos esforzando, como el pueblo de Mosíah, para “que no [haya] contenciones entre uno y otro, sino que [fijemos] nuestra vista hacia adelante con una sola mira, teniendo una fe y un bautismo, teniendo entrelazados [nuestros] corazones con unidad y amor el uno para con el otro.”(Mosíah 18:21).
Fuente: LDS Living