LA GRATITUD ES LA CLAVE de una vida centrada en Cristo. No es un secreto que el tener una actitud de gratitud – como nos ha animado a hacer el Presidente Monson- nos ayuda a centrarnos en el exterior y a tener una perspectiva más positiva. Hay una variedad de beneficios espirituales que resultan de tener una actitud agradecida, sin embargo, lo que es menos evidente es que ser agradecido también trae beneficios físicos.
Entonces, ¿cómo estar lleno de gratitud podría ayudarme físicamente?
La Gratitud Altera la Química Cerebral
El pensar de manera positiva es un buen ejercicio para el cerebro. De hecho, casi todos los ejercicios para el cuerpo físico son beneficiosos para el espíritu y viceversa. Esto nos lleva a la idea de que el pensamiento positivo, específicamente la gratitud por las bendiciones diarias, es un ejercicio que afecta positivamente al cerebro. Cuando estamos en el acto de expresar gratitud, la dopamina es liberada en el cerebro.
El cerebro es el órgano más importante del cuerpo. Le dice a tu corazón que siga latiendo, te advierte del peligro y procesa la información enviada desde tus ojos a objetos que se pueden identificar. También, controla todas las funciones motrices y almacena todos tus recuerdos – la lista sigue y sigue. Los químicos en el cerebro son muy importantes para su función. Estos químicos pueden ser activados por diferentes actividades y actitudes.
Los químicos son el principal medio por el cual las neuronas se comunican entre sí. La dopamina y la serotonina, en particular, son neurotransmisores que comunican el estado de ánimo. Cuanto mayor sea el nivel de estos químicos, mayor será el nivel de positividad. Simplemente por tener una actitud agradecida, se ha demostrado que los niveles de estos químicos aumentan.
La Sorprendente Influencia de la Gratitud
Muchos estudios de cómo la gratitud afecta el cerebro se han llevado a cabo. Uno en particular manipulaba la gratitud y observó como eso afectaba a las personas a prueba. Por un periodo de diez semanas, tres grupos se pusieron a prueba y se les asignó una tarea específica que necesitaban completar semanalmente. A un grupo se le pidió que escribiera de manera precisa cinco cosas por las cuales estaban agradecidas. A otro se le dijo que registraran cinco molestias que experimentaron. Al grupo final se le pidió que describiera cinco momentos o circunstancias que los influyeron.
Los resultados fueron indiscutibles. El grupo asignado a registrar cinco cosas por las cuales estaban agradecidos informaron que “se sentían mejor por sus vidas en general y fueron más optimistas sobre el futuro”. Otro descubrimiento sorprendente del estudio fue que aquellos que fueron incluidos en el grupo de gratitud reportaron tener menos quejas de salud e incluso estaban más motivaron a hacer ejercicios que los grupos de control.
Simplemente por tener una actitud de gratitud puedes tener el poder de alterar tu química cerebral y, por extensión, tu salud física.
Los Beneficios de la Dopamina
Tener niveles bajo de dopamina es la causa de muchas enfermedades, una de las más prominente es la enfermedad de Parkinson. Cuando participamos en actividades que incrementan nuestros niveles de dopamina estamos, a la vez, motivados a continuar con los comportamientos que producen dopamina. De esta manera, un suministro saludable y constante de dopamina influye significativamente en el bienestar de nuestra mente, cuerpo y espíritu.
Tal vez empieces con un diario o compartiendo aquello por lo que estás agradecido con tu familia o amigos alrededor de la mesa. Una vez que comiences, eventualmente desarrollarás un hábito. Una vez que desarrolles este hábito, no querrás romperlo.
Ejercitar tu cerebro es como ejercitar cualquier músculo. Cuanto más lo hagas, más apto y motivado estarás para seguir haciéndolo. El nombre del juego es La Repetición. A medida que tu cerebro agradecido se fortalece, encontrarás que tu espíritu también ha sido influenciado positivamente. A medida que tu cuerpo comience a depender del ejercicio constante, descubrirás que tu día simplemente no es lo mismo sin él. Lo mismo pasa con el cerebro.
Consejos para Volverse una Persona Más Agradecida
Todos podemos mejorar un poco cuando se trata no solo de expresar gratitud sino de sentirlo de verdad. Hay una variedad de cosas que puedes hacer diariamente para aumentar tus sentimientos sinceros de gratitud. Cada uno de estos métodos puede requerir un esfuerzo un poco más enfocado o, como mínimo, requerirá ajustes menores. Verás cambios dentro de ti y de tu perspectiva en poco tiempo.
Conserva un Diario de Gratitud
Todos hemos escuchado de los beneficios de llevar un diario de gratitud, pero ¿cuántos de nosotros realmente lo hemos hecho? Hagan el compromiso de escribir sólo cinco cosas por las cuales estás agradecido cada día. Si lo haces de manera consistente, descubrirás que probablemente no querrás detenerte con sólo cinco cosas. A medida que crees este hábito, tus ojos espirituales se acostumbrarán aún más a reconocer las bendiciones. Tu corazón estará lleno de gratitud antes de que te des cuenta.
La Oración
Nuestro Padre Celestial nos ha dado la oración como una herramienta. El hacer un esfuerzo en conjunto de agradecer a nuestro Padre Celestial por las bendiciones que Él te da a diario mejorará tu relación con Él exponencialmente. Aunque la oración, como mantener un diario de gratitud, puede parecer obvio, es algo que a menudo olvidamos. Si no estamos atentos, nuestras oraciones pueden convertirse en largas listas de solicitudes en lugar de una conversación.
Les respuestas del Señor a nuestras oraciones, a menudo vienen en la forma de bendiciones. Él está más inclinado a bendecirnos cuando reconocemos aquellas cosas que Él ya nos ha dado en primer lugar. Antes que te des cuenta, ¡las bendiciones estarán fluyendo!
Observar la Naturaleza
Esta es otra de las cosas que muchos de ustedes probablemente leerán y dirán, “bueno, dah”, pero es imposible apreciar demasiado la naturaleza que nos rodea. Observa los detalles adornados en todo. Las delicadas venas de las hojas, los ángulos irregulares y las sombras de las montañas. La forma en que fue creada por un amoroso Padre Celestial para que la disfrutemos. Obsérvalo. Agradécele por eso. Te agradecerás a ti mismo por hacerlo.
Agradecidos por los Desafíos – Hacer una Lista
Este consejo puede hacer que una gran parte de ti se estremezca. Es evidente que se nos han dado pruebas para nuestro crecimiento y aprendizaje, pero a menudo es difícil, incluso después de las que hayan pasado, ver cómo se supone que deben beneficiarnos. Mi reto para ti es de hacer una lista de los diez mejores desafíos que has tenido en tu pasado reciente o lejano. Una vez que hayas hecho esto, determina al menos una cosa positiva que resultó de cada uno de ellos.
Este ejercicio producirá al menos dos cosas. Uno, te proporcionará una perspectiva eterna. Te sentirás más capaz de soportar pruebas cuando estás en ellas porque tendrás la seguridad de que eventualmente algo bueno resultará de todo eso. Dos, comenzarás a notar que la mano de Dios está en todas las cosas. ¡Él te conoce individualmente! Él está a la cabeza. Todo lo que sucede en tu vida, ya sea bueno o malo, ha sido permitido por una razón, y el completar este ejercicio con honestidad y minuciosidad te reforzará eso. Aprenderás a ser agradecido en cualquier circunstancia.
Apreciar las Cosas Simples
Damos muchas cosas simples por sentado: el agua potable, ropa limpia, comida en nuestro estómago, un lugar al que llamar hogar y mucho más.
Como miembros de la Iglesia, poseemos conocimiento sobre cuál es nuestro propósito aquí en la tierra. También sabemos lo que nos sucederá después de dejar esta existencia mortal, tenemos el Libro de Mormón y entendemos la doctrina de la oración. Lo más importante, sabemos que somos hijos de Dios; una simple verdad que muchos no conocen o se niegan a aceptar.
La Gratitud: Una Adición Saludable
Cuando las personas buscan fuentes artificiales para proporcionar la liberación de dopamina deseada, es cuando puede volverse dañina. Algunos de los principales contribuyentes a la disminución de la actividad de dopamina en el cerebro son el alcohol, la cafeína y el azúcar. Estas sustancias generalmente provocan una sensación fugaz de satisfacción y dejan al cerebro con la sensación de privación de dopamina a largo plazo. De esta manera, el cerebro adicto siempre siente que está en una búsqueda, en lugar de lograr lo que quiere. Sin embargo, hay algunas cosas saludables a las cuales podemos hacernos adictos y la gratitud es una de ellas.
La adicción altera la configuración del cerebro y con el tiempo comienza a cambiar la forma en que registra el placer. Esa es la verdad de cualquier adicción. Es afortunado, entonces, que es posible volverse adicto a algo que sea bueno para ti.
Pensarás que nunca es buena la idea de volverse dependiente a algo. Eso es correcto para sustancias y otras cosas que pueden atrapar la mente, sin embargo no hay inconvenientes para una adicción a la gratitud. En este caso, no puede haber demasiado de algo bueno, porque todos los resultados son más cosas buenas. ¡Háganse adictos todos!
La Gratitud necesita ser cultivada. Algunas veces no viene con facilidad, pero tampoco lo es todo lo que vale la pena. Así que trabaja en eso.
Comenta acerca de cómo la gratitud ha afectado positivamente tu vida.
Este artículo fue escrito originalmente por Thea Olsen y fue publicado por mormonhub.com, con el título: “High on Gratitud”