En 2017, la hermana Joy D. Jones, presidenta general de la Primaria de la Iglesia, compartió una cita poderosa del presidente Spencer W. Kimball en su discurso de la conferencia general:
“Dios es su Padre y las ama. Tanto Él como su Madre Celestial las valoran más allá de toda medida. Ellos le dieron una forma espiritual a su inteligencia eterna, al igual que su padre y madre terrenales les han dado un cuerpo mortal.
Ustedes son muy especiales; son únicas en su tipo, hechas de una inteligencia eterna que les da la total posibilidad de alcanzar la vida eterna”.
Aunque no sabemos mucho sobre nuestra Madre Celestial, los profetas y apóstoles han confirmado la existencia divina de nuestra Madre Celestial y han mencionado Sus atributos divinos en múltiples ocasiones.
Aquí hay 11 ocasiones en las que los profetas y apóstoles hablaron de nuestra Madre Celestial y como Su papel en nuestras vidas pueden brindarnos consuelo y paz.
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1. Presidente José Smith
“Protecting Hope” por Amber Eldredge
El profeta José Smith habló sobre nuestra Madre Celestial con la tercera presidenta de la Sociedad de Socorro de la Iglesia, Zina D. Young.
Después de perder a su madre debido a “circunstancias muy desafiantes”, Zina habló con el profeta sobre su inmenso sufrimiento y le preguntó si reconocería a su madre como su madre cuando ella misma falleciera.
A lo que José Smith le respondió:
“Ciertamente lo harás. Más que eso, te encontrarás y conocerás a tu Madre eterna, la esposa de tu Padre Celestial”.– Historia de la Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes.
2. Presidente Joseph Fielding Smith
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El presidente Joseph Fielding Smith también confirmó la existencia y el papel divino de nuestra Madre Celestial:
“Los Santos de los Últimos Días creen que no solo tenemos un Padre en los cielos, sino también una Madre. ¿Por qué no podríamos tener una madre además de un Padre?”.- “Restoration of all things”.
3. Élder Orson F. Whitney
“God the Mother” por https://files.mormonsud.org/wp-content/uploads/2013/12/Jesus-Wounds-Apostles-mormon.jpg Kay
El élder Orson F. Whitney compartió que podemos llegar a ser como nuestro Padre Celestial y nuestra Madre Celestial:
“Las penas que sufrimos y las pruebas que pasamos jamás vienen en vano, sino más bien contribuyen a nuestra educación, al desarrollo de virtudes como la paciencia, la fe, el valor y la humildad.
Todo lo que sufrimos y todo lo que soportamos, especialmente cuando lo hacemos con paciencia, edifica nuestros caracteres, purifica nuestros corazones, expande nuestras almas y nos hace más sensibles y caritativos, más dignos de ser llamados hijos de Dios…
No es sino a través del dolor y el sufrimiento, de las dificultades y las tribulaciones, que adquirimos la educación por la cual hemos venido a la tierra, mediante la cual seremos más semejantes a nuestro Padre y a nuestra Madre que están en los cielos”. -“La fe precede al milagro”
4. Presidente Rudger Clawson
“Worlds Without End” por J. Kirk Richards
En 1910, el presidente Rudger Clawson, miembro del Quorum de los Doce apóstoles desde 1898 hasta 1943, escribió sobre la divinidad que las mujeres poseen por ser hijas de nuestra Madre Celestial:
“Adorar a nuestra Madre Eterna no disminuye nuestra adoración al Padre Eterno, asi como tampoco disminuye el amor que sentimos por nuestros padres terrenales al incluir a nuestras madres terrenales en nuestros sentimientos de afecto….
Honramos a la mujer cuando reconocemos la Divinidad que hay en ella”. -“Our Mother in Heaven”, Millennial Star 72, 29 de septiembre de 1910
5. Élder John A. Widtsoe
“Created in Her Image” por Melissa Tshikamba
El élder John A. Widtsoe, miembro del Quórum de los Doce desde 1916 hasta 1921, escribió sobre nuestra Madre Celestial y Su resplandor:
“La gloriosa visión de la vida en el más allá… es recibida con una calidez inmensa gracias a la creencia de que… [tenemos] una Madre que posee los atributos de Dios”.– “Everlasting Motherhood”, Millennial Star 90, 10 de mayo de 1928
6. Élder Melvin J. Ballard
“Our Heavenly Family” por Cailtin Connolly
El élder Melvin J. Ballard, miembro del Quórum de los Doce desde 1919 hasta 1939, compartió que la Madre Celestial es igual a nuestro Padre Celestial:
“No importa el punto más alto que Dios haya alcanzado o pueda alcanzar, Él no está solo; porque junto a él, en toda Su gloria, una gloria como la Suya, está una Compañera, la Madre de Sus hijos. Así como tenemos un Padre en los cielos, así también tenemos una Madre, una Madre glorificada, exaltada, ennoblecida.
Reconozco que es una doctrina que puede sorprender a algunas personas, mas debemos ser gobernados por la razón al considerar esta doctrina, la cual es una revelación de Dios”.-Sermons and Mission Services of Melvin Joseph Ballard,
7. Presidente Harold B. Lee
El presidente Harold B. Lee enseñó sobre la preocupación y el amor que demostraron nuestros Padres Celestiales en la preexistencia:
“Entonces llegó el día en que la Madre y el Padre dijeron: ‘Ahora, hijo mío, hija mía, ha llegado el momento de partir. Esta es la mejor época de la historia del mundo. Este es el cumplimiento de los tiempos, y ahora, debido a su fidelidad, se les permite participar del cumplimiento de los tiempos sobre la tierra’.
Supongo que como Padre y Madre nuestros se despidieron de nosotros, es posible que hayan sentido algo de tristeza porque sabían que Satanás estaba en la tierra y un tercio de todas las huestes estaban [con él]. Avanzamos, por así decirlo, por una puerta abierta. Y al atravesarla, la puerta se cerró detrás de nosotros”.- “Las enseñanzas de Harold B. Lee”
El presidente Harold B. Lee también compartió cómo esa preocupación perdura hasta nuestra vida en la tierra y cómo podemos sentir la influencia de nuestra Madre y Padre Celestial:
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“Hay fuerzas que obran más allá de nuestra vista. A veces pensamos que todo el trabajo depende sólo de nosotros, olvidando que hay seres queridos que no podemos ver y que están pensando en nosotros y en nuestros hijos.
Olvidamos que tenemos un Padre Celestial y una Madre Celestial que están probablemente aún más preocupados que nuestro padre y madre terrenales, y que las fuerzas del más allá están obrando constantemente para tratar de ayudarnos cuando hacemos nuestra parte”.– “A Sure Sound: Quotations from President Lee”
8. Presidente Spencer W. Kimball
“In Her Image” por Amber Eldredge
El presidente Spencer W. Kimball compartió los atributos de nuestra Madre Celestial y Su influencia en nuestras vidas:
“Para finalizar, cuando cantamos ese himno doctrinal cargado de amor, intitulado “Oh, mi Padre”, percibimos una idea de la modestia materna, de la suprema majestad de nuestra Madre Celestial, comprendemos cuán profundamente nos ha moldeado nuestra madre mortal.
¿Habremos de suponer que es menor la influencia de nuestra Madre Celestial sobre nosotros como individuos, si somos dignos de volver a Su presencia?”. -“The True Way of Life and Salvation”
9. Presidente Gordon B. Hinckley
“As one” por Danny Hahlbohm
En 1991, el presidente Gordon B. Hinckley dio una explicación detallada de porqué los Santos de los Últimos Días no oran a nuestra Madre Celestial y, a cambio, siguen el ejemplo del Salvador registrado en el Nuevo Testamento. Luego agregó:
“La lógica y la razón ciertamente parecen sugerir que si tenemos un Padre Celestial, también tenemos una Madre Celestial. Esta doctrina tiene sentido.
…El hecho de que no oremos a nuestra Madre Celestial de ninguna manera disminuye su importancia ni la denigra… ninguno de nosotros puede añadir ni quitar a la gloria de nuestra Madre Celestial de quien no tenemos un conocimiento revelado”.- “Hijas de Dios”
10. Élder Dallin H. Oaks
“Heavenly Hands” de Greg Olsen
En 1995, el élder Dallin H. Oaks enseñó que debemos aspirar a ser como nuestra Madre Celestial:
“Nuestra teología empieza con Padres Eternos; nuestra mayor aspiración es llegar a ser como Ellos”. -“Llegar a ser como Dios”.
11. Élder Jeffrey R. Holland
“Revelation” por Rebecca Sorge
En un discurso de la Conferencia General de octubre de 2015, el élder Jeffrey R. Holland, miembro actual del Quorum de los Doce apóstoles, expresó su gratitud por nuestra Madre Celestial:
“A la Madre Eva, a Sara, Rebeca, Raquel, María de Nazaret y a la Madre Celestial, les digo: “Gracias por su función crucial de cumplir con los propósitos de la eternidad”.
A todas las madres en cualquier circunstancia, incluso a las que luchan con dificultades, y todas lo harán, les digo: “Sean pacientes. Crean en Dios y en ustedes. Están haciendo las cosas mejor de lo que creen. Son salvadoras en el Monte de Sion, y como el del Maestro a quien siguen, su amor ‘nunca deja de ser’”.- “He ahí a tu Madre”
Este artículo fue escrito originalmente por Katie Lambert y Danielle Wagner y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “11 Powerful Truths About Our Heavenly Mother from Prophets and Apostles”
