Volver a casarse nuevamente está precedido por el proceso de superar una pérdida amorosa, regresar al mundo de las citas, comprometerse a una nueva persona y la importante decisión de crear una nueva familia y una nueva vida.
No siempre existen fórmulas totalitarias que den una solución a todas las situaciones, pero algunas pueden ayudar a orientar nuestro pensamiento y a obtener una mayor claridad en estas ideas, pero podemos cometer graves errores si las tomamos como una doctrina.
Si lo haces, podrías estar dejando que una fórmula que se aplica en un noviazgo dirija tu futuro eterno, imponiendo normas momentáneas para relaciones eternas.
Sin embargo, es diferente si alguien es demasiado insistente con el afecto, o incluso el sexo, porque eso puede indicar una gran diferencia en los valores morales o religiosos, rompiendo tus límites personales.
Además, debes adaptarte a las circunstancias. Las reglas, o fórmulas, para relaciones cotidianas no funcionarán de la misma manera con las relaciones a distancia.
Colocar un tiempo específico de conocer una persona para comenzar una relación es relativa y se debe acomodar a las circunstancias y a los principios de las dos personas.
El mejor consejo es que seas constante e inflexible cuando se trate de normas morales claras, como guardar la ley de castidad o no consentir ningún tipo de violencia física en una relación. La mayoría de las cosas con las que nos obsesionamos son solo preferencias.
Las decisiones de cada uno, los gustos y las preferencias serán diferentes. Junto con sus instintos espirituales y personales, pueden crear una receta única e individual que no se puede replicar ni garantizar que funcione igual para otra persona.
Entonces, ¿cuál es la fórmula para volver a casarse? En última instancia, puedes tomar en cuenta los consejos que hay detrás de cada pareja que lo ha hecho.
Puedes decidir seguir estos consejos, pero recuerda aplicar los que funcionen mejor contigo y tu pareja.
En definitiva, la mejor receta para volver a casarse es muy sencilla. Una persona debe elegir correr el riesgo de pedirle a la otra que una su vida a la suya para siempre, o viceversa, y la otra parte debe aceptar esa valiente propuesta.
Esos son los ingredientes para empezar un nuevo matrimonio.
Es cierto que puede haber una gran variedad de caminos diferentes hacia ese destino, pero, al fin y al cabo, eres tú quien vivirá esa decisión, así que ten cuidado, pero sé valiente.
Mantén tus principios, pero sé flexible, y por encima de todas las cosas, sé sabio (Jacob 6:12).
Fuente: Meridian Magazine