Como la meditación me ayudó a estar más cerca a Dios

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Como madre de cinco hijos, me dije a mí misma que no era práctico meditar. Al pensar en todo lo que tenía que hacer, decidí deja de lado la idea de la meditación. 

Una parte de mí anhelaba tener quietud. Mi estudio personal de las Escrituras y mis oraciones a menudo los realizaba de manera apresurada o simplemente las olvidaba debido al caos que había en mi vida. 

Sin embargo, una parte de mí, anhelada quietud en mi día a día. Imagen: Canva

Solía pasar las reuniones dominicales tratando de calmar a mis hijos. Me di cuenta que eso me estaba impidiendo recibir revelación personal y sentir el Espíritu.

Tenía que organizar mi tiempo para remediar esto. 

Sabía lo que era la meditación y, gracias a su popularidad en los últimos años, me emocionaba saber sus beneficios para la salud, como la reducción del estrés, la mejora del sueño y un balance emocional. 

El presidente David O. McKay, enseñó:

“Prestamos escasa atención al valor de la meditación, un principio de la devoción… la meditación … La meditación es una manera de orar”

Meditar ha sido de gran beneficio mental y físico. Imagen: Canva

Cuando empecé a practicar la meditación, sentí que tenía más paz y calma, incluso en los momentos de caos familiar. 

Meditar me ha ayudado a encontrar una nueva perspectiva en la vida y en el evangelio y es por eso que aquí te comparto algunos beneficios de la meditación y cómo puede mejorar tu relación con el Salvador. 

Crear un plan

Crear un plan.
Imagen: Canva

Cuando empecé esta meta, decidí meditar por lo menos dos veces al día. Puede parecer un gran compromiso, pero no es tan difícil como creen.

Elegí dos espacios del día para meditar entre 5 a 15 minutos. 

La primera sesión la hacía 30 minutos después de levantarme, luego estudiaba mis escrituras y comenzaba con mi rutina diaria. 

Mi segunda sesión la llevaba a cabo justo antes de dormir. Me ponía a escuchar meditación guiada para despejar mi mente de los problemas y el estrés. 

Descubrí que me ayudaba a dormir más rápido y sentía que tenía un sueño más reparador.

Vivir el evangelio

Me di cuenta que esto también puede mejorar mi relación con Dios. Imagen: Canva

Después de hacer de la meditación un hábito en mi vida, me di cuenta que esto también puede mejorar mi relación con Dios.

Estas dos son las maneras en que me han ayudado.

1. Estar totalmente comprometidos

Estar totalmente comprometidos. Imagen: Canva

Cada vez que asistía a la Iglesia me daba cuenta que me distraía y no escuchaba los mensajes de los miembros de mi barrio. 

Si notaba que mis pensamientos empezaban a desviarse, respiraba profundamente, despejaba mi mente y volvía a centrarme en el presente. 

Gracias a la meditación pude volver mis pensamientos hacia el Salvador, ahora podía sentir el Espíritu Santo en las reuniones dominicales.

2. Recibir revelación

Recibir revelación. Imagen: Canva

Tomarme un momento antes, durante y después de estudiar las Escrituras para reflexionar lo leído durante el día me ha acercado al Espíritu Santo. 

Al despejar y tranquilizar mi mente, he recibido inspiración de la palabra de Dios, sé lo que desea que aprenda y lo que me da consuelo y paz. 

He descubierto que al llevar un diario de las Escrituras, puedo brindar más oportunidades para meditar y reflexionar. 

La meditación puede mejorar la perspectiva de la vida

La meditación puede mejorar la perspectiva de la vida. Imagen: Canva

Además de beneficiar tu vida, la meditación puede ayudarte a encontrar una perspectiva más positiva a la vida. Esto es lo que exactamente el Padre Celestial quiere para nosotros.

En 2 Nefi 2:25, aprendemos: 

 “Adán cayó para que los hombres existiesen; y existen los hombres para que tengan gozo”.

El Señor quiere que encontremos alegría en nuestras vidas. Por medio de la meditación, tenemos la oportunidad para reconocer Sus bendiciones así como también centrarnos en lo positivo en lugar de lo negativo. 

He desarrollado mi paciencia, pero aun me falta mucho por aprender. He descubierto que mis capacidades y relaciones se fortalecen enormemente cuando me doy un tiempo para meditar y sentir la paz de el Salvador en mi corazón. 

La meditación puede ayudarnos física y mentalmente 

La meditación puede ayudarnos física y mentalmente. Imagen: Canva

Como sabemos, la meditación puede ayudarnos tanto física como mentalmente. Un estudio demuestra que la práctica de esta puede disminuir el estrés, la ansiedad y la depresión.

Meditar puede ayudar con los trastornos psicológicos, abuso de sustancias, entre otras enfermedades. 

Personalmente, cuando tengo momentos de estrés y ansiedad, hago una pausa y me tomó un momento para prestar atención a mis sentimientos y tranquilizarme. 

Un enfoque adecuado

Un enfoque adecuado. Imagen: Canva

Cuando me hago un tiempo o espacio para meditar, encuentro muchas bendiciones en mi vida.

He aprendido a concentrarme y ordenar mis pensamientos y comprender mis emociones, también he adquirido una mayor capacidad para mantener mi atención en el Señor.

Sé que a medida que continúe desarrollando esta práctica, estaré más en sintonía con el Señor y más abierta a recibir revelación personal.

Fuente: LDS Living

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