A veces pensamos que ya lo hemos visto todo, que los días más felices quedaron en el pasado. Pero el evangelio nos recuerda una verdad sencilla y poderosa: el Señor siempre tiene más preparado para nosotros.
¿Y si el mejor día de tu vida todavía está en camino? ¿Y si aún no has escuchado esa canción que se convertirá en la melodía de tu corazón? ¿Y si el don que transformará tu vida y la de los demás todavía está esperando a que lo descubras?
La vida con Cristo nunca se estanca. Siempre hay algo nuevo que aprender, alguien más a quien amar y un propósito mayor por cumplir.
El mañana puede traer nuevas respuestas
Quizás todavía no has encontrado esa profesión que encenderá tu pasión, ni has conocido a las personas que te mostrarán lo que significa el verdadero amor. Y está bien. El Señor escribe nuestra historia con paciencia, paso a paso.
Hay alguien que aún no ha cruzado tu camino, y tu presencia puede ser la respuesta a su oración. A veces, nuestro simple testimonio o compañía puede cambiar la vida de otra persona, incluso sin que nos demos cuenta.
La esperanza que da el evangelio
El Salvador nos enseñó que siempre hay un futuro lleno de posibilidades. En Jeremías 29:11 leemos:
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
Eso significa que lo mejor aún puede estar por venir, especialmente cuando decidimos quedarnos, confiar en el Señor y buscar ayuda cuando la necesitamos.
Una invitación personal
Hoy podemos elegir mirar hacia adelante con fe. No importa lo que hayamos vivido, Dios sigue teniendo sorpresas, milagros y bendiciones reservadas para nosotros.
El mañana puede traer esa oración contestada, esa oportunidad inesperada o esa amistad que cambiará nuestro rumbo. Sigamos caminando, porque con Cristo, la historia siempre tiene un capítulo más lleno de esperanza.
«Lo mejor está por venir, porque el Señor está apresurando Su obra”. – Russell M. Nelson
Fuente: @maisfe_org
