En cada decisión que involucra nuestro comportamiento, el Señor y Su Iglesia enseñan principios correctos y permiten que tomemos nuestras propias decisiones. Entonces, la respuesta a esta pregunta es personal.
Hay muchas consideraciones que se deben hacer, por lo que una respuesta estándar estaría fuera de lugar. Esto no significa que no exista una verdad para tu situación. Dios tiene una respuesta particular y apropiada, pero cada uno de nosotros debe descubrirla a través del estudio, la reflexión y la aplicación de los principios del Evangelio.
La Luz de Cristo, el Espíritu Santo, los buenos amigos, los padres amorosos y los líderes de la Iglesia pueden ayudarnos a comprender las cosas que necesitamos para nuestro gozo, bienestar y seguridad.
A continuación, mencionaré algunos principios que podrán ayudarte con tu decisión en particular de ir o no a la discoteca.
SEIS PRINCIPIOS QUE PUEDEN AYUDARTE
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1. ¿Cómo será el ambiente? ¿Será iluminado? ¿Irán personas que se comporten de buena manera? ¿Qué tipo de ropa usará la gente? ¿Qué tipo de ropa usarás tú? ¿El Espíritu Santo morará ahí? El Manual “Para la Fortaleza de la Juventud” aconseja:
“Asiste solo a los bailes en los que la manera de vestir, el arreglo personal, la iluminación, la letra de las canciones, la música y el entretenimiento contribuyan a crear un ambiente sano en el que pueda estar presente el Espíritu” (Págs. 20, 22, 23).
2. ¿Qué tipos de canciones y bailes habrá? Para la Fortaleza de la Juventud también dice:
“Elige con cuidado la música que escuches; presta atención a lo que sientas cuando la estés escuchando. Cierta música tiene mensajes malos y destructivos. No escuches música que fomente la inmoralidad o ensalce la violencia, ya sea por medio de su letra, su ritmo o intensidad. No escuches música que utilice lenguaje grosero u ofensivo ni que promueva prácticas perversas. Esa clase de música puede entorpecer tu sensibilidad espiritual”.
3. ¿A qué hora irás y volverás de la discoteca? El Presidente Gordon B. Hinckley dijo a las madres de la Iglesia:
“Enséñenles [a sus hijos] que nada bueno ocurre después de las 11 de la noche”.
Esta enseñanza, de hecho, es un reflejo del mandamiento del Señor:
“Acostaos temprano para que no os fatiguéis; levantaos temprano para que vuestros cuerpos y vuestras mentes sean vigorizados” (DyC 88: 124).
4. ¿Quién estará contigo ahí? El Élder Robert D. Halles enseñó:
“Los amigos son personas que hacen que sea más fácil vivir el Evangelio de Jesucristo”.
Si vas a la discoteca, ¿estarás entre amigos? ¿Estarás con aquellos que comparten tus valores? ¿Ellos te fortalecerán y te alentarán a vivir estándares elevados?
5. ¿Habrá bebidas alcohólicas y drogas? Desafortunadamente, en la mayoría de las discotecas venden drogas legales, como el alcohol y los cigarrillos. Además, en algunas discotecas, hay drogas extremadamente peligrosas e ilícitas. Si ya has decidido vivir la Palabra de Sabiduría, que prohíbe el uso de estas sustancias, ¿estarías dispuesto a ir a un lugar en el que otras personas no cumplen con esta ley?
6. ¿Por qué quieres ir a la discoteca? ¿Cuál es el verdadero motivo por el que quieres ir a la discoteca? ¿Has pensado en eso? ¿Quieres ser popular, distraerte, conocer gente nueva o demostrar que eres igual (o diferente) a los demás?
Mientras reflexionas sobre tus motivos, ora a Dios y piensa en los consejos de tus padres y líderes. Lee las escrituras. Evita la tendencia de encontrar excusas como: “Puedo arrepentirme después”, “Soy fuerte, no haré nada malo”, “solo una vez está bien”, “Tengo que experimentar para saber”, etc.
Recuerda que Satanás es real y busca nuestra infelicidad. El enemigo siempre intenta que desviemos nuestro camino. Satanás tiene la intención de encarcelarnos en los vicios que conducen a la infelicidad.
Pensamientos finales
Sea cual sea tu decisión, debes saber que puedes divertirte mucho, de manera sana y con verdaderos amigos, en las actividades de la Iglesia. Hay bailes, campamentos, clases de teatro y danza en un ambiente seguro y saludable, en el que no te sentirás obligado a bajar tus estándares.
El Presidente Dieter F. Uchtdorf sugirió que consideremos la siguiente pregunta cuando debamos tomar una decisión:
“Sabiendo que soy un hijo de Dios, ¿qué necesito hacer y cómo puedo hacer para estar a la altura de ese potencial?”
Por lo tanto, al considerar que eres un hijo de Dios y tu destino divino, tus decisiones, incluso las que parecen pequeñas, como ir a una discoteca o no, serán más acertadas.
Asimismo recuerda que si tratas de agradar a Dios, incluso si tienes que desagradar a tus amigos, serás muy feliz, porque ¡tendrás la paz que proviene de la obediencia!
Recuerda que la respuesta a tu pregunta es personal, ora y reflexiona, y no juzgues a los demás por sus decisiones, en cambio escúchalos y habla con ellos como te gustaría que hablen contigo.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Lucas Guerreiro y fue publicado en maisfe.org con el título “Seria errado, para um membro da Igreja, ir para balada?”