Misioneros retornados opinan sobre los recientes comentaros del Presidente Ballard sobre la invitación bautismal

bautismo

El 24 de junio de 2019, el Presidente M. Russell Ballard, Presidente en funciones del Quórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a los presidentes de misión y sus acompañantes, que terminaron sus llamamientos, en el Centro de Capacitación Misional.

El Presidente Ballard dio instrucciones esclarecedoras con respecto a cómo los misioneros deben invitar a las personas al bautismo. Su consejo principal fue que cada vez que un misionero extienda una invitación a alguien a quien enseñe, especialmente para el bautismo, debe ser “guiado por el espíritu”.

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Si bien la idea de seguir al Espíritu mientras se realiza la obra misional no es nueva, algunos de los comentarios del Presidente Ballard después de su presentación causaron controversia al alentarnos a considerar cómo debemos abordar la obra misional, especialmente al invitar al bautismo.

iglesia de Jesucristo

Por lo general, las misiones de todo el mundo predican acerca de la importancia de una invitación al bautismo desde el principio del proceso de enseñanza. Quizá, la primera lección, o incluso el primer contacto. Sin embargo, el Presidente Ballard indicó que éste no es el patrón que debemos establecer.

Nuestra intención nunca fue invitar a las personas a bautizarse antes de que aprendieran algo sobre el Evangelio, sintieran el Espíritu Santo y estuvieran debidamente preparadas para aceptar el compromiso eterno de seguir a Jesucristo.

Nuestras tazas de retención se incrementarán drásticamente cuando las personas deseen bautizarse debido a las experiencias espirituales que tengan en lugar de sentirse presionadas a ser bautizadas por nuestros misioneros.

Si bien, definitivamente, hay circunstancias en las que un misionero puede sentirse inspirado por el Espíritu a invitar a una persona al bautismo poco después de presentarse, la advertencia del Presidente Ballard es que no “presionemos a las personas por el camino”. Hay muchos jóvenes que sirvieron en una misión que sintieron cierta presión a invitar prematuramente al bautismo y, con frecuencia, dañaron el viaje espiritual de su investigador.

Con respecto al reciente discurso del Presidente Ballard, les preguntamos a algunos misioneros retornados sobre su experiencia misional con respecto a la invitación bautismal y la instrucción que recibieron para extenderla. Además, hicimos una encuesta referente a cómo creen que los comentarios del Presidente Ballard ayudarán a los misioneros a sentirse más cómodos y “guiados por el Espíritu” al abordar ese elemento importante de la obra misional y del Evangelio en general.

A continuación, esto fue lo que dijeron:

Erin Stokes, Nuevo México

misioneros

Nos dijeron que extendiéramos una invitación al bautismo en la primera lección que tuviéramos con todas las personas. Entrené a tres hermanas y con cada una, establecía esa expectativa. Sin embargo, definitivamente, fue una situación, como entrenadora, en la que no practicaba lo que predicaba. Me sentí como una hermana rebelde porque nunca me gustó hacer esa pregunta en la primera lección.

Cuando estaba con otras compañeras, las dejaba extender la invitación durante la primera lección – porque sentían la necesidad de ser más obedientes que yo – o, hacía la pregunta de otra manera, “si cree que lo que le enseñamos es verdad, ¿se bautizaría?” o esperaba hasta una lección posterior en la que me sintiera más cómoda con la persona.

No me gustaba ser una misionera desobediente, así que siempre intentaba superar mis sentimientos personales. No obstante, cada vez que extendía una invitación al bautismo en una primera lección siempre me sentía forzada e incómoda, incluso con las personas que finalmente se bautizaban.

No creo que sea malo invitar tempranamente a alguien a bautizarse. Pero, diría que no debería ser algo que se dé en una lección fija. Tal vez, establecer una meta misional para plantearlo pronto. Después, hacer la invitación. Pero, no convertirlo en una regla.

David Snell, México

misioneros

Las reglas fueron muy importantes en mi misión (2010-2012, México) y no había escasez de ellas. No puedo precisar cuándo la “invitación al bautismo en la primera lección” se convirtió en una norma. Pero, ciertamente, se convirtió en una norma. Y, no me gustó. Eso daba la expectativa clara de que, básicamente, todo lo que nos importaba era bautizar a esa persona.

Sin embargo, la obra misional es – o, debe ser – mucho más que eso. Me parecía que la práctica era manipuladora para los misioneros y, a su vez, para las personas a las que los misioneros enseñaban.

Me enseñaron de manera muy simple: Debes tener al Espíritu contigo para ser un misionero eficaz. Para tener al Espíritu contigo, debes obedecer perfectamente todas las reglas de la misión, incluida la invitación al bautismo. Si no invitas a alguien a bautizarse en la primera lección, no estás obedeciendo las reglas. Por lo tanto, no tendrás la compañía del Espíritu y, por lo tanto, serás un misionero ineficaz.

Por eso, invitar a alguien a bautizarse en la primera lección se volvió un elemento incómodo, forzado y presuntuoso que marcar en una lista.

familia

Agradezco mucho que el Presidente Ballard haya abordado este tema. Amé mi misión y sigo teniendo un testimonio fuerte de la veracidad de este Evangelio. Pero, mi fe ha madurado lo suficiente como para poder recordar algunos aspectos de mi misión y reconocer que algunas cosas se pudieron hacer más a la manera de Cristo. Y, está bien. Todos intentamos aprender y crecer, incluso nuestros líderes cometen errores.

Con esperanza, si fuera presidente de misión, enseñaría exactamente lo que el Presidente Ballard enseñó: La obra misional no solo se trata del bautismo. Cuando hacemos que todo se trate del bautismo, es cuando perdemos a las personas. Incluso, irónicamente, a aquellos a quienes bautizamos. Sí, el bautismo es importante. Pero, es un pequeño paso en un largo viaje en el que estamos ayudando a estas personas a embarcarse.

Invita a las personas a bautizarse cuando sientas la impresión del Espíritu. No antes, no después. No tengo ningún problema con hablar acerca del bautismo antes de extender una invitación. Establecer expectativas es genial y puede ser un gran indicador para los misioneros cuando intentan encontrar investigadores sinceros de la verdad.

Sin embargo, el bautismo no debe ser un elemento culminante en esa lista de expectativas. El bautismo no es la meta final. Es el principio. Si tratamos el principio como el final, nuestras prioridades se combinan y nadie llegará a ninguna parte. Estoy emocionado por ver que esta práctica se elimine de la cultura de la misión.

Sabrina Hymas, Alemania

misioneros reacciones y familias

En mi misión, fijamos la meta de siempre presentar al Espíritu a nuestros amigos de la Iglesia en la primera reunión o lección. Les enseñábamos quién era el Espíritu, por qué era importante y cómo uno podía reconocer Su influencia.

Siempre decíamos algo como esto: “A medida que busques sinceramente conocer la verdad y acercarte a Dios, sentirás al Espíritu y cuando reconozcas al Espíritu, te invitaremos a seguir el ejemplo de Jesucristo y bautizarte”.

De esta manera, cuando era el momento adecuado de que extendiéramos la invitación bautismal, el amigo de la Iglesia no se sorprendía ni retrocedía… en realidad, esperaba la invitación.

Mis sentimientos al respecto: Sinceramente, fue increíble porque permitía que nuestros amigos de la Iglesia tuvieran las herramientas necesarias para reconocer al Espíritu desde el principio. Eso les ayudó a poner un nombre a sus sentimientos y fue una experiencia muy poderosa vivir junto a ellos su proceso de conversión. ¡Tuve muchas experiencias maravillosas y espirituales con esto!

Aquí está una cita de mi presidente de misión para entender mejor lo que intentaba decir.

“Si haces esto al principio de tu enseñanza, tu amigo estará preparado para reconocer la revelación confirmatoria que proviene de Dios a través del Espíritu Santo y estará mejor preparado para actuar de acuerdo con ella. Solo cuando le enseñes a alguien a acceder a los cielos, comunicarse a través del Espíritu Santo – que revelará la verdad de todas las cosas (Moroni 10: 5) – solo entonces sabrá realmente dónde encontrar la verdad”.

Cuando tus amigos sientan el Espíritu Santo, y lo sabrás por el mismo poder, tu misión será predicar el arrepentimiento simplemente invitando. Siempre debes estar preparado para extender una invitación. El Espíritu Santo te indicará qué invitación es adecuada en ese momento para ayudar a tus amigos a estar un paso más cerca de Dios.

Siempre asegúrate de que tus amigos no te consideren como la única fuente de verdad, sino que dirijan su vista al cielo. Hazlos independientes en su búsqueda de la verdad desde el principio, para que puedan orar al Padre directamente y, luego, reconocer cuando Él les responda. Esto los sacará de la ignorancia y los hará libres de actuar y de que no se actúe sobre ellos (2 Nefi 2).

Tanner Willes, Maryland

familia

En mi misión, se nos indicó que invitáramos al bautismo temprano y con frecuencia. Me gustaba eso. Nunca se me ocurrió que esa práctica inhibiría al Espíritu de Dios. Creo que la instrucción que el Presidente Ballard dio es genial porque el Espíritu susurra que es verdad que no podemos hacer la obra del Señor fuera de Su poder o programa.

La obra misional está creciendo

iglesia mormona

Pertenecemos a la Iglesia viviente. Como tal, creemos que el Padre Celestial dirige a sus líderes para dar consejos inspirados sobre cómo se pueden hacer ciertas mejoras para aumentar la efectividad de los diferentes propósitos que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se esfuerza por cumplir.

Al considerar los primeros años de la Iglesia hasta la actualidad, la obra misional es un excelente ejemplo. Hubo cambios oficiales y correcciones útiles en relación con la obra misional con el transcurso de los años, que nos ayudaron a saber cómo reunir mejor a los hijos del Señor que están preparados para recibir Su Evangelio.

La advertencia del Presidente Ballard para extender invitaciones bautismales guiadas por el Espíritu es un ejemplo reciente de un consejo inspirado, que ayudará a los misioneros a seguir mejor al Espíritu y enseñar según las necesidades de los investigadores, en lugar de estar demasiado preocupados por una meta o norma arbitraria que se haya establecido para ellos.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Erik Parry y fue publicado en thirdhour.org con el título “Returned Missionaries Weigh In On President Ballard’s Recent Comments On The Baptismal Invitation”.

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