Muchas veces escuché a mis amigos decir que debían casarse pronto después de volver de la misión. Incluso, en ocasiones, mencionaban el tiempo específico en el que debían casarse. Mayormente, seis meses.
Yo me preocupaba por ellos porque pensaba que esa era una decisión muy apresurada y hasta inconsciente porque uno debe prepararse también temporalmente para mantener un hogar.
Sin embargo, más adelante, comprendí que el momento de cada uno es distinto y que, si se sienten listos para formar una familia, pues en realidad el tiempo es relativo.
No obstante, existen otros casos en los que los misioneros se ven “presionados” a casarse antes de los seis meses de haber retornado de la misión. Esto por las metas que les pusieron antes de volver a casa.
Estaba leyendo el manual de matrimonio eterno de instituto y encontré dos citas interesantes.
Estas palabras de nuestros líderes pueden ayudarte a tomar, de una mejor manera, la decisión de casarte después de la misión. ¡Veamos!
Presidente Harold B. Lee
“No es mi intención instar a los varones más jóvenes a que se casen demasiado pronto, ya que a mi modo de ver, el hacerlo constituye uno de los problemas de la vida contemporánea.
No queremos que un varón joven considere casarse hasta que tenga la capacidad de cuidar de una familia, de establecerse por sí mismo y de ser independiente.
Debe asegurarse de que ha encontrado a la muchacha que prefiere, de que ha salido con ella lo suficiente para que se conozcan bien y de que se conozcan las faltas de cada cual y aun así se quieran.
He hablado con presidentes de misión (entre ellos algunos que, según se nos ha informado, les dicen a sus misioneros: ‘Si usted no se casa en seis meses, su misión habrá sido un fracaso’), y les he dicho:
‘Jamás le digan eso a un misionero. Capaz que en seis meses no encuentra esposa y, por seguir el consejo de ustedes, se apresura por contraer un matrimonio que no debe’.
Les ruego que no malinterpreten lo que les decimos. Sin embargo, hermanos, tómense más en serio las obligaciones matrimoniales de quienes poseen el santo sacerdocio en esta época en la que el matrimonio debe ser la meta de todo hombre que entiende las responsabilidades que éste supone.
Asimismo, recuerden, hermanos, que como nos dice el Señor, los únicos que recibirán la exaltación en el reino celestial serán los que contraigan el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio en el templo por el tiempo y la eternidad”. (Ensign, enero de 1974, pág. 100)
La Primera Presidencia—Ezra Taft Benson, Gordon B. Hinckley, Thomas S. Monson
“Cuando los misioneros regulares regresan a su hogar se les debe aconsejar con respecto a asuntos tales como continuar con su educación o empleo, fortalecer las relaciones familiares, participar en forma activa en la Iglesia, pagar los diezmos y ofrendas de ayuno y prepararse para el matrimonio en el templo.
Sin embargo, ‘no es prudente recomendar a los misioneros que contraigan matrimonio dentro de un tiempo determinado.
La decisión de casarse es de tal importancia que debe tomarla la persona sólo después de haber orado mucho al respecto y tras haber considerado el casamiento con gran detención y reflexión’”. (Manual del presidente de misión [31153 002], pág. 30)
Entonces, no te dejes llevar por el mito de que, si no te casas antes de los seis meses de retornar, tu misión fue un fracaso.
No es así y no lo será si te esforzaste por trabajar en la obra tal y como debías.
El matrimonio es una decisión muy importante y la debes tomar de forma consciente, cuando te sientas preparado espiritual y temporalmente para mantener un hogar.
No lo aconsejo yo, lo aconsejaron presidentes de la Iglesia de Jesucristo.
Ora y reflexiona mucho para que Dios guíe tus pasos.
Fuente: churchofjesuschrist.org