7 mitos que evitan que el Día de Reposo sea un día de descanso

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El domingo, Día de Reposo,  es un día de descanso y un día de adoración, sin embargo, hay algunos conceptos erróneos que pueden causar estrés y ansiedad innecesarios en ese día santo. En Mosíah 4:27 se lee, “porque no se exige que un hombre corra más aprisa de lo que sus fuerzas le permiten.”

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Aquí hay siete cosas que pueden hacernos correr más rápido de lo que nos permita nuestra fuerza y causar estrés en el día de reposo.

1. Necesitamos sentir el Espíritu Poderosamente cada semana

Solía tener una mentalidad de que si no puedo sentir el Espíritu en la Iglesia, debe haber algo malo en mí, sin embargo, muchas veces el Espíritu nos habla de una manera que quizás no nos demos cuenta y que a veces no esperamos. En lugar de una abrumadora sensación de paz en nuestros corazones o una respuesta que cambia la vida con una oración, el Espíritu puede hablarnos a través de alguien que te sonría cuando entras en la capilla o un mensaje inolvidable que escuchas en la reunión sacramental o la sensación que tienes cuando cantas himnos en la Iglesia.

Un amigo cercano me recordó amablemente que, como miembro de la Iglesia, se nos promete tener el don del Espíritu con nosotros siempre, incluso cuando no siempre sentimos su influencia.

Así mismo, puede haber momentos en nuestra vida en los que es difícil para nosotros sentir el Espíritu. La Iglesia comentó lo siguiente sobre la salud mental: “Incluso Cristo, en el jardín de Getsemaní, sintió que el Espíritu se alejó por un tiempo, pero luego Dios envió un ángel para que lo apoyara. Considera por un momento que el Espíritu puede estar comunicándose contigo de una manera diferente a como lo has experimentado hasta ahora en tu vida.”

El arrepentimiento no es una oferta de un solo momento.

2. Necesitamos tener una cena familiar grande y perfecta el día domingo

No es necesario que saque la porcelana de la familia y haga una cena familiar gourmet todos los domingos. Si bien comer en familia puede unir a todos en el día de reposo, el enfoque debe estar en cada miembro de la familia, no en la comida o su preparación.

En “9 cosas para hacer del día de reposo una delicia” se nos recordó, en Mormonsud, que en la Conferencia General de octubre de 2015 se nos invitó a hacer del día de reposo una delicia.

3. Necesitamos dedicar más tiempo a nuestros llamamientos en la Iglesia

Magnificar tu llamamiento no significa necesariamente que necesitemos dedicar más tiempo y energía a nuestros llamamientos. Significa que debemos seguir la inspiración para saber lo que el Señor quiere que hagamos, y a veces eso significa simplificar nuestros llamamientos.

El Elder Richard G. Scott dijo en una reunión de Capacitación Mundial de Liderazgo en el 2004, “Permítanme que les dé una advertencia al planear sus actividades. Asegúrense de que se cumplan las necesidades esenciales, pero no se excedan en hacer tantas cosas buenas que las esenciales no se hagan… Recuerden, no agranden el trabajo que tienen que hacer, sólo simplifíquenlo.”

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4. Cada discurso o lección que damos necesita responder oraciones

Dar un discurso en la reunión sacramental y una clase de la escuela dominical puede ser a veces un desafío, especialmente cuando esperamos que nuestra lección y discurso puedan ser perfectos y ayuden a responder las preguntas de otra persona.

Sin embargo, debemos recordar que cuando se nos pide dar un discurso o una lección, estamos llamados a enseñar a la manera del Salvador, lo que significa que se nos manda que enseñemos el Evangelio de Jesucristo con la ayuda del Espíritu. Es por el poder del Espíritu Santo que los que escuchan “pueden conocer la verdad de todas las cosas.”

En el manual “Introducción: Enseñar a la manera del Salvador”, se nos instruye: “el poder para enseñar verdaderamente a Su manera a medida que aprenda de Él y lo siga. La invitación para enseñar a la manera del Salvador es ciertamente una parte clave de Su invitación: “…ven, sígueme” (Lucas 18:22).

Como discursante y maestro, lo mejor que podemos hacer es invitar al Espíritu al lugar. Al hacerlo, debemos enseñar como lo hizo el Salvador, vivir a Su manera y amar a las personas como Él lo hace. En resumen, aprendemos a enseñar como el Salvador a medida que nos esforcemos por ser más como Él. Así que concéntrate menos en el significado de cada palabra de tu discurso y concéntrate más en cómo puedes acercarte al Espíritu.

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5. Siempre debemos estar a tiempo para la Iglesia

El Presidente Dallin H. Oaks, en su discurso “La reunión sacramental y la Santa Cena”, en la Conferencia General del 2008 compartió: “La ordenanza de la Santa Cena hace que la reunión sacramental sea la más sagrada e importante de la Iglesia.”

Si bien se nos anima a llegar temprano a la Iglesia para sentir mejor el Espíritu y evitar sentirnos apresurados, es más importante que lleguemos a la Iglesia con un corazón quebrantado y un espíritu contrito.

Tal como el Presidente Russell M. Nelson instruyó en un artículo de la Liahona del 2004, “Conmemoramos Su Expiación de una manera muy personal, llevando a la reunión sacramental un corazón quebrantado y un espíritu contrito. Es lo que tiene más realce en nuestra observancia del día de reposo.”

Algunos domingos por la mañana no son ideales, y debemos evitar enojarnos o desanimarnos con nuestros hijos, cónyuge u otras personas cuando surjan circunstancias inesperadas. Lo más importante es que tú y tu familia lleguen a la Iglesia y participen de la Santa Cena, incluso si llegan unos minutos tarde. Concéntrate en mantener y seguir el Espíritu los domingos por la mañana, especialmente cuando tus hijos o cónyuge puedan estar poniendo a prueba tu paciencia.

6. Debemos enfocarnos en evitar todos los “no hacer” en día domingo

El domingo es más que un día hecho para evitar ciertas actividades, más bien es un día que apartamos para enfocarnos en glorificar a Dios. El Presidente Russell M. Nelson dijo en su discurso “El día de reposo es una delicia” de la Conferencia General de abril de 2015, “Cuando tenía que tomar una decisión en cuanto a si una actividad era o no era apropiada para el día de reposo, simplemente me preguntaba a mí mismo: “¿Qué señal quiero darle a Dios?”. Esa pregunta hizo que mis opciones respecto al día de reposo fueran bien claras.”

En su discurso, el Presidente Nelson continúa describiendo cómo podemos hacer que el día de reposo sea una delicia a través de todas las cosas que podemos hacer en ese día, incluyendo el fortalecimiento de los lazos familiares, el trabajo de historia familiar, el servicio a los demás, etc.

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7. Debemos obtener algo más que podamos hacer o ser de cada lección

Los discurso o lecciones de la reunión sacramental a menudo nos animan a hacer más y ser mejores, lo que puede ser motivador y alentador. Sin embargo, cuando nuestra mente está luchando en contra de nosotros diciéndonos que nunca seremos lo suficientemente buenos o que seremos lo suficientemente dignos, a veces esos mensajes pueden crear ansiedad.

En “3 Maneras de reducir la ansiedad” se nos dice que: “Los principios pueden [del Evangelio] nos ayudan a tener paz en momentos en que la incertidumbre produce dudas y ansiedad. Si bien no siempre son fáciles de implementar, son verdad y pueden brindar alivio a aquellos que tienen ansiedad, ya sea en el corto como el largo plazo.”

Debemos recordar que la Iglesia es una reunión de personas imperfectas, como tú y yo. No hay ninguna calificación para nosotros por asistir a la Iglesia. Cuando surge la ansiedad o la duda, necesitamos aferrarnos a nuestro testimonio y saber que no es un pecado sentirnos de esta manera. Recuerda, Dios es paciente con nuestro progreso y está contento de que hayamos hecho el esfuerzo de asistir a la Reunión Sacramental.

En lugar de centrarnos en una lista de lo que podemos hacer o ser, debemos enfocarnos en encontrar a Jesucristo y su gracia en cada lección. Es a través de Sus perfecciones y Su expiación que somos fortalecidos, así que deja de volverte a ti mismo y mantén tu vista en el cielo cuando comiences a sentirte abrumado en la Iglesia.

Este artículo fue escrito originalmente por Richard G. Scott y fue publicado por ldsliving.com bajo el título: 7 Myths That Keep the Sabbath from Being a Day of Rest

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Rogelio Ángel Balbuena Ballinas

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