Mundo en reposo: “En la calma y en la confianza estará tu fortaleza”

Al observar el mundo en creciente conmoción, nosotros que nos identificamos como Santos, sentimos la urgencia natural de atender las necesidades de nuestro prójimo.

Entonces, ponemos las manos a la obra y buscamos formas de consolar corazones, elevar cabezas y servir a los demás mientras compartimos la esperanza del Evangelio.

Como parte de esa esperanza y gozo, animamos a los Santos como comunidad a compartir también esta dimensión consciente que las Escrituras llaman “reposo del Señor” (Alma 13: 16).

escrituras

Al igual que un antiguo profeta enseñó:

“En arrepentimiento y en reposo seréis salvos; en la quietud y en la confianza estará vuestra fortaleza”. (Isaías 30: 15)

¡Necesitamos esa fortaleza ahora!

Por lo tanto, vemos – como Moroni diría hoy en día – cuán grande es la sabiduría de ir más lento, no solo para sentir el aroma de las rosas, sino para reflexionar importantes preguntas, recibir la ternura del Señor y cuidar de nuestro prójimo con compasión y amor.

Descubrir nuestra propia Arboleda Sagrada

jose smith hermano de Jesús

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Para estar preparado para el renacimiento histórico del antiguo cristianismo,  José Smith primero observó con cuidado las limitaciones de su entendimiento espiritual. Estudió las Escrituras con fervor, reflexionó e internalizó sobre las palabras proféticas

El profeta escuchó los suaves susurros del Espíritu que lo impulsaban a preguntar más. Reservó un tiempo para estar solo, preparó un espacio físico y su corazón para orar en comunión.

Luego, mostró una feroz resistencia ante el miedo que surgió inesperadamente. Después, disfrutó del tierno encuentro con su Padre y su Hermano.

primera visión

Para llegar a ese momento de estar a los pies del Salvador y estar dispuesto a aprender con Él, pasó por un periodo de  silencio y ese fue solo el comienzo.

El mismo periodo de silencio continua para todos nosotros en un mundo cada vez más agitado por una “guerra de palabras y tumulto de opiniones” y una “escena de gran confusión y malos sentimientos” (José Smith – Historia 1: 10, 6).

Al vivir en este mundo, no es sencillo descubrir cómo hacer el espacio suficiente para nuestras propias oportunidades para sentarnos en silencio a los pies del Salvador.

Al igual que un adolescente de 14 años viendo el cielo, nuestra visión de lo que el Señor tiene preparado para nosotros parece ser limitada. Sin embargo, como el Presidente Russell M. Nelson nos lo ha recordado muchas veces, el Señor está ansioso por enseñarnos, abrazarnos, amarnos y acompañarnos a medida que “nos esforcemos más allá de nuestra capacidad espiritual actual” y “nos esforcemos más allá de todo lo que hayamos hecho antes” para recibir Su revelación y poder.

José Smith

En la antigüedad, Nefi vio “que el poder del Cordero de Dios descendió sobre los santos” en nuestro día y “sobre el pueblo del convenio del Señor, que se hallaba dispersado sobre toda la superficie de la tierra”.

¿Estamos listos para recibir ese “poder de Dios en gran gloria” que anticiparon los profetas antiguos y modernos? (1 Nefi 14: 14).

Cumplir esa promesa implica algo más difícil que solo hacer más.

Después de haber hecho “con buen ánimo cuanta cosa esté a nuestro alcance”, el Señor puede invitarnos a cumplir una tarea incluso más difícil que aumentar nuestros esfuerzos, como “permanecer tranquilos” (DyC 123: 17). Él dice, “Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios” (Salmo 46: 10).

Más allá de la pasividad o la resignación, el silencio puede ayudar a crear nuevos niveles de poder y consuelo. En medio de un Día de Reposo edificante, el silencio de una oración y la calma del templo sucede algo hermoso.

Este es nuestro deseo y esperanza para nuestros hermanos de todo el mundo. Hagamos con buen ánimo todo lo que podamos para alinearnos con la voluntad de Dios.

Luego, hagamos una pausa y esperemos, en un lugar donde habite la calma y el silencio, para que el brazo poderoso de nuestro Señor “haga maravillas entre nosotros” (Josué 3: 5).

Fuente: LDS Living

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