Si la vida en la tierra es tan importante debido a las pruebas y desafíos que tenemos que atravesar, ¿por qué hay niños que mueren antes de los 8 años? ¿Acaso no necesitan de las pruebas y desafíos de la mortalidad?
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Respuesta
Hay algunos declaraciones proporcionadas por los líderes de la Iglesia, y mi enfoque central, serán las palabras que pronunció el profeta Joseph F. Smith. Joseph F. Smith perdió a nueve hijos que no alcanzaron la edad de responsabilidad.
“Apesar de que el presidente Joseph F. Smith sufrió en carne propia la angustia, la soledad y el gran cariño que se experimentan cuando muere un niño, sus enseñanzas sobre la salvación de los niños pequeños son inspiradoras y tranquilizadoras. Entre 1869 y 1898, sepultó a nueve de sus hijos”.
Se cita que Joseph F. Smith dijo lo siguiente después del fallecimiento de su amada hija primogénita Mercy Josephine:
“Ah, sólo Dios sabe cuánto quise a mi hija; era la luz y el regocijo de mi corazón. La mañana antes de que ella muriera, después de haber pasado toda la noche en vela a su lado, pues la cuidaba todas las noches, le dije: ‘Mi pequeñita, no has dormido en toda la noche’.
Sacudiendo la cabeza, ella me contestó: ‘Hoy voy a dormir, papá’. ¡Ah, con qué intensidad penetraron esas palabras en mi alma! Supe, aunque no quería creerlo, que era otro el aviso: que significaba el sueño de la muerte, y ella durmió.
Y, ah, la luz de mi corazón se apagó. La imagen del cielo esculpida en mi alma casi se apartó de mí… ¡Tú eras el don celestial que llegó directamente a lo más recóndito de mi corazón!”.
Tras la muerte de su hija Ruth, Joseph F. Smith recibió la siguiente revelación:
“¡Oh, mi alma! ¡Veo a mi propia y amorosa madre con los brazos extendidos dando la bienvenida al redimido y glorioso espíritu de mi dulce hijita! ¡Oh, Dios mío, gracias te doy por esta prodigiosa visión!
Y allí también están reunidos en la morada de mi Padre todos mis amados pequeñitos: no en desamparo infantil, sino ¡en todo el poder, la gloria y la majestad de los espíritus santificados! Llenos de inteligencia, de regocijo, de gracia y de verdad”.
Él también compartió lo siguiente:
“Pero sabemos que nuestros hijos no se verán obligados a permanecer siempre como niños en lo que respecta a su estatura, porque en esta dispensación, Dios, que es la fuente de toda verdad, ha revelado por conducto de José Smith el Profeta que, en la resurrección de los muertos, el niño que fue sepultado en la infancia resucitará como el niño que era cuando fue sepultado; entonces comenzará a desarrollarse.
Desde el día de la resurrección, el cuerpo se desarrollará hasta que llegue a la medida completa de la estatura de su espíritu, sea hombre o mujer.
Si el espíritu poseyó la inteligencia de Dios y las aspiraciones de las almas mortales, no podría satisfacerse con nada que fuese menos que eso”.
En relación con su declaración anterior, Joseph F. Smith expresó lo siguiente:
“No importa si esos cuerpos alcanzan la madurez en este mundo o si para alcanzarla tienen que esperar hasta la vida venidera.
Según las palabras del profeta José Smith, el cuerpo se desarrollará, ya sea en el tiempo o en la eternidad, hasta alcanzar la estatura completa del espíritu; si una madre queda privada del placer y de la dicha de criar a su hijo hasta que llegue a la edad adulta en esta vida a causa de la muerte, ese privilegio se le devolverá en la vida venidera y disfrutará de él de una manera más plena de lo que le habría sido posible hacerlo aquí.
Cuando lo haga allá, será con el conocimiento absoluto de que los resultados no tendrán fallas; mientras que aquí, no se saben los resultados sino hasta después de haber pasado la prueba”.
El profeta también compartió que José Smith le enseñó la doctrina de que los niños recién nacidos que fueron llevados por la muerte se levantarían como niños en la resurrección.
“Señalando a la madre de un niño sin vida, [José Smith] le dijo: “Usted tendrá la alegría, el placer y la satisfacción de criar a ese hijo, después de que haya resucitado, hasta que alcance la estatura completa de su espíritu”.
Hay restitución, hay crecimiento, hay desarrollo después de resucitar de la muerte. Amo esta verdad. Comunica a mi alma un caudal de felicidad, de dicha y de gratitud. Gracias sean dadas al Señor que nos ha revelado estos principios”.
En relación con esto, Bruce R. McConkie proporcionó el siguiente punto de vista con respecto al nacimiento en la tierra:
“Es el proceso mediante el cual seres maduros, alertas e inteligentes, pasan de la preexistencia a una esfera mortal; el proceso por el cual traemos a la mortalidad los rasgos de carácter y talentos que adquirimos y desarrollamos en nuestros largos años de existencia espiritual.
El proceso mediante el cual se crea un cuerpo mortal, para dar morada a un espíritu eterno que es descendencia del Padre Celestial. La mortalidad se cierne sobre nosotros desde que exhalamos nuestro primer aliento de vida”.
Bruce R. McConkie luego compartió las siguientes declaraciones:
“Podemos estar seguros de que todas las cosas son controladas y gobernadas por Aquel de quien somos hijos espirituales. El conoce el fin desde el principio, y nos da las pruebas y dificultades de acuerdo con lo que sabe que necesitamos.
El presidente Joseph Fielding Smith me dijo una vez que debemos suponer que el Señor sabe y dispone de antemano quiénes morirán en la infancia, y quiénes quedarán aquí para pasar por las pruebas que necesiten. Esto va de acuerdo con las palabras de José Smith:
“El Señor se lleva a muchos, aun en su infancia, a fin de que puedan verse libres de la envidia de los hombres, y de las angustias y maldades de este mundo. Son demasiado puros, demasiado bellos para vivir sobre la tierra” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 237).
En el plan se da por sobreentendido que aquellos de nosotros que hemos llegado y pasado la edad de responsabilidad, estamos aquí porque necesitamos las pruebas, a las cuales se nos somete; necesitamos sobreponernos a la condición del mundo y lograr el mismo estado de pureza que los niños poseen”.
A la luz de todas estas citas, particularmente la última, tenemos más información y al menos una razón por la que muchos niños mueren antes de la edad de responsabilidad.
Citaré una vez más las palabras del profeta José Smith:
“El Señor se lleva a muchos, aun en su infancia, a fin de que puedan verse libres de la envidia de los hombres, y de las angustias y maldades de este mundo. Son demasiado puros, demasiado bellos para vivir sobre la tierra”.
Fuente: askgramp.org