En la Conferencia General de octubre del 2022, el obispo Gérald Caussé, del Obispado Presidente, compartió el discurso titulado “Nuestra mayordomía terrenal”.
En su mensaje, detalló las grandes bendiciones que se prometen a aquellos que aman y cuidan la tierra y a sus semejantes.
Para celebrar el Día de la Tierra, te compartimos 5 mejores favoritas de este discurso esperando que pueda ayudar a cuidar nuestro increíble planeta.
¡Veamos!
Gratitud por las creaciones del Padre Celestial

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“Nuestra interacción con la belleza de la naturaleza que nos rodea puede producir algunas de las experiencias más inspiradoras y deleitables de la vida.
Las emociones que percibimos inspiran dentro de nosotros un profundo sentimiento de gratitud hacia nuestro Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, quienes crearon esta tierra imponente con sus montañas y arroyos, plantas y animales; y crearon a nuestros primeros padres, Adán y Eva”.
Una esponsabilidad sagrada

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“Más allá de ser simplemente una necesidad científica o política, el cuidado de la tierra y de nuestro entorno natural es una responsabilidad sagrada que Dios nos ha confiado, que debe llenarnos de un profundo sentido del deber y de humildad. También es un componente integral de nuestro discipulado”.
Contribuir en el mundo por medio de nuestros talentos

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“Participamos en la obra de creación cada vez que cultivamos la tierra o añadimos nuestras propias construcciones a este mundo, siempre y cuando mostremos respeto por las creaciones de Dios.
Nuestras contribuciones pueden expresarse mediante la creación de obras de arte, arquitectura, música, literatura y cultura, que embellecen nuestro planeta, nos vivifican los sentidos y nos iluminan la vida.
También contribuimos a través de descubrimientos científicos y médicos que preservan la tierra y la vida que hay sobre ella”.
Ser cocreadores con el Señor

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“Entre todos los logros del hombre, nada puede igualar la experiencia de llegar a ser cocreadores con Dios, dando vida o ayudando a un hijo a aprender, crecer y desarrollarse; ya sea que seamos padres, maestros o líderes, o en cualquier otra función. Hay muchas cosas que podemos hacer, colectiva e individualmente, para ser buenos mayordomos”.
Ayudar en la comunidad

“Considerando nuestras circunstancias individuales, cada uno de nosotros puede usar los abundantes recursos de la tierra de una forma más reverente y prudente.
Podemos apoyar los esfuerzos de la comunidad por cuidar la tierra.
Podemos adoptar estilos de vida y comportamientos individuales que respeten las creaciones de Dios y hagan del espacio en que vivimos un lugar más ordenado, más bello y más inspirador”.
Fuente: LDS Living