Hace 3 años di a luz a gemelos. Ambos nacieron vivos, pero vivieron menos de dos horas antes de regresar con su Padre Celestial.
Ayúdame a comprender si necesito o no hacer la obra del templo por ellos. ¿Bautismos? ¿Investiduras? Le he preguntado a otras personas y he recibido diferentes respuestas. Por favor, ayúdame.
Respuesta
Nunca comprenderé el dolor que viene de ser una madre que pierde a su precioso hijo, ni mucho menos a dos, ya sea que hayan estado poco o mucho tiempo en la Tierra.
No hay palabras que puedan ayudar a la mente humana a comprender aquel pesar y tristeza, pero el Señor sí lo comprende. Él es, y debería ser, la fuente de nuestro consuelo.
El conocimiento que obtenemos al leer las Escrituras es que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos aman, sobre todo a los más pequeñitos.
Repasemos lo que el Señor ha dicho, a través de Sus siervos, sobre el bautismo de niños pequeños.
En Moroni 8: 10-21 leemos lo siguiente:
“He aquí, te digo que esto enseñarás: El arrepentimiento y el bautismo a los que son responsables y capaces de cometer pecado; sí, enseña a los padres que deben arrepentirse y ser bautizados, y humillarse como sus niños pequeños, y se salvarán todos ellos con sus pequeñitos.
Y sus niños pequeños no necesitan el arrepentimiento, ni tampoco el bautismo. He aquí, el bautismo es para arrepentimiento a fin de cumplir los mandamientos para la remisión de pecados.
Mas los niños pequeños viven en Cristo, aun desde la fundación del mundo; de no ser así, Dios es un Dios parcial, y también un Dios variable que hace acepción de personas; porque, ¡cuántos son los pequeñitos que han muerto sin el bautismo!
De modo que si los niños pequeños no pudieran salvarse sin ser bautizados, estos habrían ido a un infierno sin fin.
He aquí, te digo que el que supone que los niños pequeños tienen necesidad del bautismo se halla en la hiel de la amargura y en las cadenas de la iniquidad, porque no tiene fe, ni esperanza, ni caridad; por tanto, si fuere talado mientras tenga tal pensamiento, tendrá que bajar al infierno.
Porque terrible es la iniquidad de suponer que Dios salva a un niño a causa del bautismo, mientras que otro debe perecer porque no tuvo bautismo.
¡Ay de aquellos que perviertan de esta manera las vías del Señor!, porque perecerán, salvo que se arrepientan. He aquí, hablo con valentía, porque tengo autoridad de Dios; y no temo lo que el hombre haga, porque el amor perfecto desecha todo temor.
Y me siento lleno de caridad, que es amor eterno; por tanto, todos los niños son iguales ante mí; por tanto, amo a los niños pequeñitos con un amor perfecto; y son todos iguales y participan de la salvación.
Porque yo sé que Dios no es un Dios parcial, ni un ser variable; sino que es inmutable de eternidad en eternidad.
Los niños pequeños no pueden arrepentirse; por consiguiente, es una terrible iniquidad negarles las misericordias puras de Dios, porque todos viven en él por motivo de su misericordia.
Y el que diga que los niños pequeños necesitan el bautismo niega las misericordias de Cristo y desprecia su expiación y el poder de su redención.
¡Ay de estos, porque están en peligro de muerte, infierno y un tormento sin fin! Lo digo osadamente; Dios me lo ha mandado. Escuchad estas palabras y obedecedlas, o testificarán contra vosotros ante el tribunal de Cristo”.
Por lo tanto, debemos saber que nuestro Padre Celestial ha reservado Su reino para los niños pequeños.
La expiación envuelve a todos los niños que han fallecido antes de la edad de responsabilidad (que sabemos es a los 8 años) y, por lo tanto, no necesitan ser bautizados.
Aquí hay una cita que puede ayudarnos a sentirnos reconfortados al saber que hay un plan para estos niños, uno que parece ser un gran plan:
“Algunas personas se preocupan al pensar que los niños que han fallecido, aparentemente han perdido el privilegio de casarse, tener una familia y progresar en otros sentidos.
Sin embargo, las revelaciones que se han recibido concernientes al mundo de los espíritus, nos aseguran que allí existen las relaciones normales que conducen a un sellamiento eterno.
El élder Melvin J, Ballard expresó:
“Quiero decirle a las madres, que se preocupan por sus hijos pequeños [que han muerto], que no realizamos por ellos ningún sellamiento. Yo también perdí a un hijo de seis años, pero después lo vi en el mundo de los espíritus convertido en un hombre después de su muerte, y vi que por su propia voluntad obtendría una compañera cuando llegara el momento y, entonces, tanto él como todos aquellos que sean dignos, obtendrán todas las bendiciones y privilegios de un sellamiento de la Casa del Señor. No se preocupen. Ellos están a salvo, ellos están bien.
Ahora bien, les pregunto, ¿cuál es el estado de sus hijas que han muerto y que no se han sellado a ningún hombre? …El poder del sellamiento estará para siempre jamás en esta Iglesia, y ellas no serán dejadas de lado.
No podemos tratar de correr más aprisa de lo que el camino que el Señor ha provisto nos lo permita. A su debido tiempo, ellas recibirán todos los privilegios y las bendiciones a las que se hagan acreedoras; entretanto, ellas también están a salvo”. -Bryant S. Hinckley, “Sermons and Missionary Services of Melvin J. Ballard”.
Entonces, para resumir, ¡no! los bebés no necesitan ser bautizados ni confirmados, ni es necesario realizar obra alguna por ellos en el templo.
Te deseo lo mejor y espero que recuerdes que tu Padre Celestial está al tanto de cada uno de sus pequeños y ama a cada uno de ellos.
Fuente: askgramps.org