Lupe Marie Bartholomew, madre del cantante David Archuleta, anunció por medio de sus redes sociales que tomó la decisión de dejar La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Este anuncio no ha sido una sorpresa para la comunidad Santo de los Últimos Días debido a que su hijo, David, había comunicado también hace poco su alejamiento de la mencionada organización religiosa.
Para aquellos que pertenecemos a la Iglesia de Jesucristo y la consideramos una organización inspirada por Dios es triste cuando alguien decide alejarse pero también este anuncio podría ayudarnos a comprender algunos puntos cuando un ser querido, amigo o familiar toma una decisión como esta.
Lo más probable es que la Iglesia no se pronuncie sobre esta noticia porque no es usual que se hagan comentarios oficiales sobre decisiones personales de sus miembros o ex miembros.
Pero aquí en Más Fe podemos hablar de este tema y ahondar sobre algo que esta pasando y podemos aprender de la situación.
En primer lugar, debemos mostrar nuestro profundo respeto y consideración por la hermana Lupe, su anuncio es sincero y nos reconforta saber que con esa decisión ella está ejerciendo su albedrío de actuar en base a lo que su propia conciencia le dicta hacer.
Como previamente se mencionó en este artículo, aun cuando respetamos este tipo de anuncios, no podemos tampoco dejar de sentir que como miembros y hermanos en Cristo nos apena cuando alguien decide dejar de creer en la Iglesia de Jesucristo, porque consideramos que la iglesia es el ente administrador del evangelio de nuestro Salvador y es por medio de Él que podemos encontrar verdadero gozo y una plenitud de bendiciones.
Qué hacer cuando un ser querido decide alejarse de la Iglesia
Ante esta noticia podemos aprender de qué deberíamos hacer cuando un ser querido decide dejar la iglesia: El amor siempre será la respuesta.
No es fácil mostrar amor cuando alguien decide creer diferente o dejar de creer en absoluto, pero un verdadero discípulo de Cristo debe entender que si bien la misión principal de la iglesia es invitar a todos a venir a Cristo, esta invitación no es una imposición de nuestras creencias en los demás o una condenación si es que alguien decide no aceptar el mensaje de la restauración del evangelio de Jesucristo.
Cómo comportarnos después de que un ser querido ha decidido alejarse de la Iglesia
Nuestra misión es dar a conocer el evangelio a todos e invitar a participar de lo que nosotros mismos hemos experimentado al conocer las verdades del evangelio pero estas verdades podrían no ser convincentes para algunos o podrían no tener ningún sentido para otros.
Y eso está bien. El mismo Salvador fue rechazado muchas veces en su ministerio terrenal, aun cuando duela que alguien menosprecie o no considere sagradas nuestras creencias, debemos recordar que todos los hijos de Dios tienen la potestad de decidir por si mismos que camino tomar, el de nosotros es el de invitar y ser un ejemplo para los demás.
El hecho de que un ser querido haya decidido dejar la iglesia tampoco debe suponer que nosotros debamos dejar de compartir lo que sentimos por el evangelio, con respeto, podemos seguir mostrando a los demás que la iglesia es un elemento muy importante en nuestras vidas.
Debemos evitar el debate de ideas y la contención si es que un familiar ha anunciado que ha decidido dejar la iglesia, nuestra postura debe ser de respeto y pedir el mismo respeto por nuestras propias creencias. No debemos evitar a aquellos que han decidido dejar de creer, tampoco dar comentarios que podrían ser hirientes o tomados como algún tipo de critica por aquella decisión, siempre habrán puntos donde tanto los creyentes como los no creyentes coincidirán, centrémonos en ellos.
Sigamos invitando
El hecho que un amigo o familiar haya decidido dejar la iglesia, no nos impide a que sigamos invitándolo, cuando consideremos apropiado, a alguna actividad de la iglesia.
Debemos enseñar que para nosotros significa una manera de mostrar nuestro amor hacia los demás el compartir el evangelio con todos, aun con aquellos que han expresado que ya no desean participar de la Iglesia de Jesucristo.
Encontremos un equilibrio
Tampoco debemos caer en la hostigación y hacer pasar un momento incomodo a aquellos que ya no pertenecen a la iglesia, debemos entender que aquellas personas han decidido alejarse por diversos motivos y que lo mas probable es que esa decision no haya sido un proceso fácil, mostremos empatía en vez de antipatía.
Conclusión
La hermana Lupe no será la última persona que decidirá dejar la iglesia, y nosotros como miembros de la Iglesia de Jesucristo siempre estaremos esperándola con los brazos abiertos si es que algún día decide volver y si nunca lo hace esperamos que sepa que nuestro amor y consideración no estarán determinados por su membresía en la iglesia. No somos perfectos pero sabemos que seguimos el ejemplo del que si lo fue y esperamos cada día ser mas como Él.