Estas son las respuestas que Google no tiene, pero que el Padre Celestial sí

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“¿Es Google realmente la fuente a la que debemos acudir cuando nuestros corazones tienen preguntas? ¿Google realmente sabe todas las cosas?”

¿Qué número es este? 2,000,000,000,000.

2 billones. ¡Ese es un gran número!

Si tan sólo me tomara un segundo escribir cada uno de los dígitos que comprenden esos 2 billones, necesitaría más de 63,000 años para completar la tarea. ¡Toma eso Matusalén! Lo sacaría de su codiciado lugar en el libro de récords mundiales Guinness como la persona más longeva si es que pudiera vivir tanto tiempo.

¿Qué tiene de especial esos 2 billones? Bueno, esa es la cantidad de preguntas que el mundo le hace en Google cada año. En realidad, para este año, la cantidad podría estar más cerca de 2.4 billones. Piensa en todas las esperanzas y sueños, preocupaciones y maravillas que la nube de Google tiene que escuchar y responder todos los días.

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¿Google o Dios?

oraciones

Antes de salir de tu habitación esta mañana, ¿pensaste en googlear, quiero decir, orar?

En épocas pasadas, las personas recurrían a Dios para hacer sus preguntas. Ahora, al parecer, el primer pensamiento de todos es recurrir a Google, el nuevo dios que aparentemente tiene las respuestas a todas las preguntas. 

Pero, ¿será cierto eso? ¿Google realmente sabe todas las cosas? ¿Es Google realmente la fuente a la que debemos acudir cuando nuestros corazones tienen preguntas?

Las personas que acuden a Google para hacer preguntas, preguntas que en años anteriores solo le hubieran hecho a Dios:

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Google, ¿cuál será el clima en las próximas semanas? 

Para la mayoría de civilizaciones antiguas, la respuesta a esta pregunta podría costarle la vida o la muerte, ya que la mayoría de esas personas eran granjeros y sus medios de vida dependían de un clima apropiado.

Google, ¿qué hay al otro lado de esa montaña? 

Los humanos siempre han tenido pasión por los viajes, para explorar lo que está en el horizonte y tener una idea de su entorno. Asimismo, para saber si las amenazas existentes en el medio ambiente ayudaron o no a nuestros ancestros a sobrevivir.

Google, ¿qué debo saber sobre la persona que acabo de conocer? 

Los humanos son criaturas sociales, pero no todos los humanos son tan receptivos, amables y amigables como quisiéramos. Preferiríamos pasar el rato con aquellos que nos beneficiarán y evitaríamos a los que podrían herirnos o comprometer nuestra paz.

Google, noté tal y tal problema en mi cuerpo. ¿Será esto un problema real? 

La salud y la integridad han sido y siguen siendo preocupaciones profundamente importantes para las personas.

Y muchas otras preguntas (que no puedo enumerar aquí porque, recuerda, necesitaría 63,000 años y ni los lectores ni yo podríamos vivir para eso):

  • Google, ¿qué debo hacer con mi vida?
  • Google, ¿qué me pongo hoy?
  • Google, ¿qué comida debo comer?
  • Google, ¿quién es Stan Lee?
  • Google, ¿cuáles son los últimos resultados de fútbol?
  • Google, ¿cuándo se estrena tal película?
  • Google, ¿dónde está el restaurante más cercano?
  • Google, ¿dónde está el baño más cercano?
  • Google, ¿dónde está Dios?

Dios te conoce y quiere que lo conozcas

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Siglos atrás, Dios declaró al profeta israelita Jeremías: 

“Antes que te formase en el vientre, te conocí; y antes que nacieses, te santifiqué; te di por profeta a las naciones.” -Jeremías 1: 5

Dios sabe quienes somos. Dios sabe de dónde venimos, por qué estamos aquí y hacia dónde vamos. Por otro lado, en su mayoría hemos olvidado de dónde venimos, por qué estamos aquí y las posibilidades ilimitadas de hacia dónde vamos si elegimos seguir a Dios.

Sólo Dios conoce nuestro corazón.

“Da a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces, porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres.” -1 Reyes 8:39 

Google no conoce nuestros corazones. Google no conoce todo nuestro pasado. Google no conoce todas las oportunidades que tenemos por nuestra naturaleza eterna como hijos e hijas de Dios.

milagros

¿Cuántos de nosotros estamos nos saturamos con la sobrecarga de información sólo porque podemos encontrar respuestas a millones y miles de millones de preguntas al instante? Sin embargo, ¿en verdad importan todas esas preguntas y respuestas? 

Si hacemos una pausa y apagamos nuestros dispositivos, silenciamos nuestros corazones y nuestras mentes con un solo propósito, podremos encontrar al Espíritu de Dios obrando en nosotros, guiándonos y revelándonos nuestra verdadera naturaleza.

Podremos encontrar las respuestas que en verdad importan. 

Podemos redescubrir la verdad de que, sin importar los billones de consultas de búsqueda que hagamos en Google, o cualquier otro buscador, la única búsqueda real que tiene algún significado es conocer al Padre de nuestras almas.

La era de la información moderna nos distrae de encontrar a Dios. Desconéctate. Entra en sintonía con Dios y encuentra tu alma al experimentar de nuevo la respuesta a la pregunta, “¿quién soy yo?”. En las profundidades del silencio, escucharás reverberar en tu alma: “Eres mi hijo eterno que tiene la posibilidad ser como YO SOY!”

4 consejos útiles

desperdiciar el tiempo

1. Cree momentos de reflexión

Planifica apagar todo lo que sea una distracción para ti 15 minutos cada día. Es hora de meditar, pensar, escuchar, reflexionar, sentir y descubrir.

2. Haz preguntas

Las preguntas son cosas de curiosidad y dudas. Pero no le des todas tus preguntas a Google. Dale algunas de tus preguntas a Dios. Las preguntas más importantes de tu vida deberían ser dirigidas a Dios. ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? Y durante el día, escribe las preguntas que se te ocurran.

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3. Prepárate para guardar un registro

Siempre ten una manera de registrar los descubrimientos que hace tu alma. Si quieres algo más a la antigua, ten a la mano un bolígrafo y papel. O si eres como yo y tu dispositivo inteligente se ha convertido en otro miembro de tu cuerpo, mantente listo para registrar lo que aprendas. ¡Y si eres como yo, estás más dispuesto a perder un brazo que a perder tu dispositivo inteligente!

4. Prepárate a actuar

Planifica tiempo a diario para actuar según las indicaciones, impresiones, aprendizaje y conocimiento que tengas. No te dejes atrapar por el torbellino de las apremiantes demandas de la vida, que a menudo no son más que distracciones, que no permiten tener el tiempo para realizar los cambios que tu vida necesita.

Este artículo fue escrito originalmente por Taylor Halverson y fue publicado originalmente por gregtrimble.com bajo el título “Why Pray When You Have Google?

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