Sentirse distanciado de Dios al orar puede ser abrumador.
Las oraciones son momentos sagrados donde nos acercamos más a Dios, y si sientes que tus oraciones se estancan y no se elevan, es fácil pensar que nos ha abandonado.
Aquí te compartimos algunas de las razones por las cuales te puedes sentir así, y qué cosas puedes hacer para cambiarlo.
Alinear tu fe
Puede que te sientas solo cuando estás con un dolor profundo y deseas una respuesta muy específica, pero no debes olvidar que el Señor tiene diferentes maneras de responder nuestras oraciones.
La buena noticia es que Dios es amoroso y paciente. Él conoce nuestros corazones y esperará tranquilamente a que nos calmemos.
El Señor nos da pequeñas señales para demostrar que sí está con nosotros; y si sientes que Él no responde tus oraciones, ¡abre tu mente a lo inesperado!
Una de las mejores maneras de ver la mano de Dios en nuestras vidas es mediante un registro diario de agradecimiento.
Antes de tu última oración del día, la cual normalmente es la más sincera, escribe las cosas por las cuales estás agradecido y las que necesitas. Úsalo como una guía para tus oraciones; te ayudará a sentirte más conectado.
Ora y estudia por lo que necesitas
Dios ha revelado una manera para recibir respuestas.
El élder Richard G. Scott enseñó:
“Cuando me enfrento a una situación muy difícil, esta es la manera en la que intento entender qué hacer:
Ayuno, y oro para saber y reconocer la escritura que me será más útil. Esto es un ciclo. Comienzo leyendo un pasaje de las escrituras; medito en lo que puede significar, y oro por inspiración. Luego, medito nuevamente y oro para saber si he reconocido todo lo que el Señor desea que haga.
Usualmente las impresiones comienzan a llegar con mayor frecuencia a medida que entendemos mejor la doctrina.
He encontrado este patrón como una buena manera para aprender de las escrituras”.
Escribe en tu diario de oraciones y ora; abre tus escrituras, medita y ora nuevamente.
Dale tiempo al Señor para que toque tu corazón a través de Sus palabras.
Por algo se dice: “Si deseas hablar con Dios, ora. Si deseas que Dios te hable, lee las escrituras”.
Tu oportunidad para confiar más
Habrá momentos en que, a pesar de tus más grandes y sinceros esfuerzos, no podrás sentir la guía del Señor en tu vida. Cuando esto ocurra, será doloroso y decepcionante.
Podemos distanciarnos nosotros mismos del Señor, pero es importante aprovechar estas experiencias como oportunidades para confiar en el Señor y actuar con fe.
¿Confiamos lo suficiente en nosotros mismos y en el Señor para seguir adelante, inclusive si no lo sentimos cerca, podemos esperar al Señor?
Michael Wilcox enseñó una vez el siguiente principio:
“Primero, podemos asumir que Él no está ahí, y que por eso no responde. Cuando estemos más tranquilos, podremos entender que Él está ahí, siempre está ahí.
Segundo, asumimos que si está ahí, no debe estar escuchando. Nuevamente, cuando nos calmemos, entenderemos que Él siempre escucha.
Y bueno, probablemente la tercera suposición sea que a Él no le importa. No, Él está ahí, Él escucha, y a Él le importa.
Y tal vez, la más peligrosa suposición sea que yo no soy digno. Ahora, puede ser que la cuarta suposición sea la correcta, pero ¿cuándo eso ha impedido que el Señor nos responda? Somos lo más dignos que podemos ser”.
Busca maneras de conectarte con Dios más profundamente. Estudia la manera en que tus oraciones fortalecen tu relación y convenios con el Señor.
¡No te rindas!
Fuente: LDSDaily